La Historia de Juaquín
Ha habido pensadores de todas las épocas que
trataron de erradicar el mal del cerebro Humano.
Nunca lo lograron.
La Historia de Juaquín
Abel Omar Luttringer
Esta historia es ficticia.
Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad.
El Humano ha creado fuerzas para el control de la paz.
Fuerzas que al fin controlan sin controlarse a sí misma.
El mismo Humano trabaja en fábricas de armamentos, no le veo el fundamento el tanto hablar de la paz.
Ha habido pensadores de todas las épocas que trataron de erradicar el mal del cerebro Humano.
Nunca lo lograron.
Frente a esa impotencia llegaron a pensar en algo, o alguien que tuviera ese poder.
No en un Dios que los deje a la deriva como un Barco sin timón.
Ese algo o alguien, debe sacar de raíz los pensamientos que originan invasiones, robos, matanzas entre Humanos
y el gran maltrato al Planeta.
LA HISTORIA DE JUAQUÍN
Esta Historia que les voy a contar tiene cuarenta años.
Les aseguro que soy el único que sabe la verdad.
Hace cuarenta años me prometí que nunca iba a contar lo que me había sucedido.
De cualquier forma nadie me lo iba a creer.
Pero he llegado a los setenta y cinco años y decidí crease o no, que este secreto no se puede ir conmigo y voy a contar lo que pasó.
A la edad de treinta y cinco años, afectado por una enfermedad cardíaca, (no muy grave por suerte) los médicos me recomendaron treinta días de descanso absoluto, acompañado por los medicamentos correspondientes.
Después de ese descanso, caminar hasta dos Kilómetros empezando de apoco.
Todos los días ir agregando cien metros durante sesenta días.
Después de ese tratamiento nuevos exámenes.
Los treinta días de descanso los cumplí con sus medicamentos.
Y empecé los días de caminar
Tal como me lo indicaron, fui haciendo cien metros más todos los días, hasta llegar a los dos Kilómetros.
Aparte de caminar, usaba como entretenimiento pararme frente a un Kiosco de periódicos y leer todos los titulares.
Vivir bien informado era una de mis cualidades.
Siempre me gustó estar al tanto de la información.
Hacía el recorrido en la mañana y terminaba sentado en el banco de una plaza, cerca de mi casa.
Aprovechaba el Sol de la Primavera sobre el mediodía.
Hasta ahí todo era normal.
Llegaba la mañana y yo salía despacio por el mismo camino.
Leía todos los titulares de los diarios y seguía caminando.
¡Sentía que mejoraba poco a poco!
¡No sentía cansancio ni palpitaciones!
¡Mi corazón mejoraba!
Una mañana en mi recorrida, me paro como siempre a leer los títulos de los periódicos.
Uno decía; ¡tragedia en un país europeo!
Otro; ¡científicos de todo el mundo reunidos para descifrar el misterio!
Yo me dije; ¡tiene que ser una broma!
Al mismo tiempo me pregunte; ¿todos los diarios se combinaron?
Seguí caminando y lejos de preocuparme pensé; ¡vaya a saber de qué propaganda se trata!
Llegué a la plaza como siempre, me senté a disfrutar el Sol
Pero algo me llamó la atención.
Varias personas reunidas en grupo hablaban bajo.
Unos con cara de asombro, otros perplejos.
Unos y otros parecían no entender nada.
No sé por qué pensé, que los titulares que había leído tenían que ver con lo que estaba sucediendo.
En ese momento se sentaron dos señores al lado mío.
Les pregunto; ¿qué es lo que está pasando?
Veo a la gente nerviosa.
Uno de ellos me contestó; ¿no vio las noticias?
¿No sabe lo que está pasando en Europa?
Sí contesté, pero yo creía que era una propaganda. No señor, dijo otro de ellos y siguieron su conversación.
En el informativo sabré de que se trata, y ya no pensé más.
Seguí disfrutando del Sol.
Llegué a mi casa prendí el Televisor y en todos los canales hablaban de lo mismo.
Las mismas noticias de los periódicos.
Solo que agregaba que una Cúpula invisible mantenía encerrado un país por agua, cielo y tierra, España.
Los científicos de todos los países seguían reunidos para aclarar ese misterio que seguía aterrorizando a esa nación.
La Cúpula invisible era tan poderosa, que no permitía entrar ni salir nada, ni siquiera clase de señal alguna.
Nadie podía comunicarse del interior ni del exterior.
Yo también quede asombrado, me di cuenta que estas noticias iban muy en serio. El resto del día toda la información se trataba de lo mismo.
Al otro día comencé como lo venía haciendo, desayuné y empecé mi caminata.
Otra vez leí los títulos de los periódicos que decían; los expertos en explosiones nucleares estaban estudiando la posibilidad de producir una explosión sobre una parte de la Cúpula en donde hubiera un espacio sin población.
Nadie sabía que altura tenía la Cúpula.
Los científicos se guiaban por los aviones que querían aterrizar, y eran rechazados por su poderosa fuerza.
De tal magnitud, que nada ni nadie podía pasarla.
Otro título decía; ¡estamos siendo atacados por seres de otro Planeta!
¡Qué imaginación! Pensé.
Seguí caminando y volví.
Me senté en la plaza como siempre a tomar el Sol.
La gente estaba como el día anterior.
Mi vista hizo un recorrido prestando atención a cada una de las personas.
Un señor fue el que acaparó toda mi atención.
Estaba sentado frente a mí a unos veinte metros.
Traje gris claro, camisa color tostado haciendo juego con su color de piel.
Ojos rasgados, que a esa distancia parecía estar dormido.
Pero otra cosa me llamo poderosamente la atención.
De los treinta minutos que lo estuve observando, veinte él estuvo con su mirada dirigida hacia el cielo.
¿Qué le llamaba la atención?
¿Que buscaba?
Dejé de mirarlo porqué podría producirse un mal entendido y yo no estaba para eso.
Me fui para mi casa.
Las noticias el resto del día seguían con la misma incógnita, el misterio de la Cúpula.
Llegó la noche y me fui a dormir temprano esperando que al otro día se haya resuelto el problema.
A la mañana siguiente salí hacer mis ejercicios.
Ese día fui un poco más apurado y ansioso para llegar al Kiosco y leer los titulares.
No habían cambiado mucho. Todas las noticias coincidían en el terror y desesperación de toda la nación española.
Nadie salía ni entraba.
Las comunicaciones nulas.
Los científicos estaban en una encrucijada.
Terminé mi recorrido y volví a sentarme en la plaza.
Un día hermoso, un Sol radiante.
La misma gente, las mismas expresiones.
Todos hablaban de lo mismo, el misterio de la Cúpula.
Europa estaba viviendo una experiencia que no olvidaría jamás.
Estaba tan metido en mis pensamientos, que no me llamó la atención la falta del señor que miraba tanto el cielo.
Pero eso duró poco, levanto la vista y lo veo venir caminando lentamente hacia donde yo estaba.
Ahí me di cuenta que sin querer me había sentado en el mismo asiento, donde el día anterior él estaba.
Me puse nervioso porque esta coincidencia podría ser mal interpretada.
Se acercó al banco y con un “buenos días”, con permiso se sentó.
Yo contesté ¡buenos días!
Al contestar lo miré, su cara parecía estar tallada en cobre.
Por un momento quise ser gentil y dije;¡que Sol hermoso!
Esperó un rato para contestarme.
De repente dice; ¡el Sol da vida pero también mata!
Tenía una vos fuerte pero agradable a la vez.
Decidí no hablar, no quería molestarlo.
Cap. 2
Un rato después me mira y dice;
¿Está de vacaciones?
Yo lo miro a los ojos, como hago cuando hablo con las personas, (parecía que los ojos me miraban por dos ranuras) y le contesto.
Estoy en descanso, porque tengo una enfermedad cardíaca y espero curarme pronto.
Para hablar esperó otro rato.
¡Como que analizaba lo que iba a decir.
Me vuelve a mirar y dice; ¡no se preocupe usted va a morir de viejo! ¡Muchas gracias por darme ánimo!, contesté.
Me di cuenta que a pesar de su aspecto rudo, había un hombre educado y gentil.
Considere la posibilidad de que me podría estar haciendo de un amigo.
Permita presentarme (estiro el brazo para darle la mano) me llamo Juaquín Gómez.
El hace lo mismo, yo Túpac Amaru.
Me sonreí y contesté, ¡igual que un jefe del imperio Inca!
Me mira, siempre serio y agrega, soy uno de sus hijos.
Me vino un frio que empezó en los pies y terminó en la cabeza.
Me quedé sin habla.
Por unos segundos llegué a pensar, ¡es un loco!
¿Que estoy haciendo?
Como adivinando lo que yo estaba pensando, me contesta. No está loco y créame que lo entiendo.
Quedó en silencio y adoptó la postura en la que miraba el cielo.
¡Hacia un horizonte que solo él veía!
Yo pensé, tiene que haber una explicación a eso de ser hijo de Túpac Amaru
Después de dos minutos de silencio habla.
Yo también creo haber encontrado un amigo, y hay una explicación lógica para todo lo que digo.
(No podía creer, estoy imaginando o me lee el pensamiento) y agrega, pero hoy no le voy a dar ninguna explicación.
No sé cómo me salió decir.
¿Usted me comprende?
Me está diciendo, que es hijo de una persona que vivió hace quinientos años.
Siempre serio, me mira y con un hasta mañana, se aleja lentamente.
Tal vez no sepa explicar lo que sentí en ese momento. Mi cabeza daba vuelta sobre lo poco que habíamos hablado, pero de algo estaba seguro, él sabía lo que yo pensaba.
¿Huy, que me pasa?
¡Este loco logró confundirme!
Se hizo la hora de almorzar y también me fui lentamente.
A la hora de los informativos, seguían hablando de España y la Cúpula.
La Cúpula estaba causando mucho daño a la población.
Al otro día lo de siempre, caminé y leí los títulos de los diarios.
Las noticias eran las mismas.
Regresé a la plaza y volví a sentarme en el mismo asiento.
Otro día hermoso, mucho Sol y corría una agradable brisa.
Me sentía con mucha ansiedad.
No sé qué me pasó, cómo un señor que yo consideré que estaba loco, no me lo podía sacar de la cabeza.
¿Qué misterio había en él?
Y seguí dando vueltas al asunto.
Cap. 3
De pronto lo veo venir caminando lento y se sentó.
¡Buenos días!
Yo le contesté igual.
Se quedó callado mirando hacia el horizonte durante unos diez minutos.
Yo hice lo mismo, me quedé callado.
Traté que mi mente enredara mis pensamientos para que no pudiera leerlos.
¡Era una locura, pero me estaba convenciendo de que lo hacía!
De pronto me mira, (sus ojos otra vez parecían mirar por dos ranuras) y pregunta.
¿Usted es normal?
¡Si señor le contesté con firmeza!
Agregó, ¡yo también!
Usted parece ser una persona muy inteligente, aun así no creo que vaya a entender cien por ciento lo que le voy a contar.
El misterio para usted, es cómo puedo ser hijo de un hombre que vivió hace quinientos años, tiempo en este Planeta.
Y aclara, ¡pues lo soy!
Voy a tratar de ser lo más sencillo en la explicación.
Quiero que piense en aquella frase que dice, ¡a más velocidad menos tiempo!
Él hablaba lento y firme.
Yo lo escuchaba tan atento, que empecé a olvidarme de España, la Cúpula y de todo el daño que estaba causando.
Siguió explicando, si usted tiene la oportunidad de viajar en el espacio a velocidades que están entre los doscientos y trescientos mil Kilómetros por segundo, casi la velocidad de la Luz como lo hice yo, verá que para el planeta Tierra pudieron pasar más de quinientos años, y para mí, no más de cincuenta.
¡Por lo que le dije, a más velocidad menos tiempo!
Si me quiso impresionar lo hizo.
Igual me sentí atrevido, y quise hacerle ver que tenía algún conocimiento del tema.
Hubo un científico aquí en la Tierra que hablaba de esas teorías.
Después que lo dije, pensé (aquí en la Tierra, me está contagiando)
Como siempre, después de unos minutos de silencio habló.
¡Quédese tranquilo, usted está bien!
En cuanto a ese científico, trabajó bien con sus teorías.
De lo que nunca habló, en que se podría viajar a esas velocidades.
¿Cuál sería el vehículo?
¿Cómo sería?
Únicamente en el universo, que es un espacio infinito, en el sí se puede viajar a la velocidad de la Luz.
No sabía si me estaba volviendo loco también, o era que lo que hablaba, lo que explicaba era lógico.
Otra vez me atreví a preguntarle.
¿Usted ha viajado por el universo a esas velocidades?
Muy pausado me contesta, ¡ya le dije que sí!
¡Mi amigo Juaquín, eso lo voy a dejar para más adelante!
Le voy a contar todo, pero empezaré por el pasado así usted entiende el presente.
Se quedó un ratito en silencio.
Después dejó salir de su mente, recuerdos que se iban transformando en palabras.
En el año mil quinientos veinte yo tenía ocho años, y aclara, fecha que marca el calendario que impuso la religión Católica.
Nosotros teníamos el nuestro.
Era criado como todo niño Inca.
Vivíamos jugando y correteando por la selva.
Subíamos a las grandes mesetas de piedras.
En ellas, había calles muy largas y anchas, formaban un laberinto en la cual nos hacíamos fuertes corriendo por ellos.
Respirábamos aire con gran contenido de oxígeno.
Era tan apasionante lo que hablaba y como lo hacía, que yo inconscientemente cerré los ojos y sus palabras en mi mente se iban transformando en imágenes.
Lo veía tan claro que me daba la impresión de estar adentro de la Historia que contaba.
Había perdido toda conexión con los movimientos de la plaza, con la realidad.
El seguía contando.
Una de las veces que salí a jugar con los animalitos de la selva, me detuve en un claro donde se veía el cielo.
Mis ojos se desorbitaron al ver algo que mis abuelos le contaron a mis padres, y ellos a mí.
Por primera vez veía a mucha altura, lo que ellos le llamaban Los Pájaros de Metal.
Eran cinco, se movían con una precisión que parecía uno solo.
Brillaban mucho con la luz del Sol.
Mi padre me decía cuando aparecían en la noche, que eran como estrellas moviéndose, jugando entre ellas.
Volví corriendo y alarmado llamé a mis padres.
Les enseñé lo que estaba mirando.
Mi padre me dice, ¡son Los Pájaros de Metal!
Han sido vistos por muchas generaciones nuestras.
Hijo, algún día bajaran y lo recibiremos como se merecen.
Lo que mi padre nunca supo, es que eso iba a suceder mucho antes de lo que imaginaba.
Al día siguiente salí a jugar como todo los días.
Busqué Los Pájaros de Metal en el cielo y no estaban.
Los olvidé por un rato.
Seguí jugando y cuando quise acordar estaba sobre una meseta, la más grande.
Era un niño pero conocedor de todos los ruidos de la selva.
Me llamó la atención, que no sentía ni veía ningún animal.
Era muy raro.
Caminando con mucho cuidado como me enseñó mi padre, porqué ese silencio podría significar peligro.
Subí a un terraplén y miré sin hacerme ver.
Ahí estaba el motivo de tanto silencio.
Cuatro hombres estaban en círculo.
Había visto muchas veces hombres en círculo hablando, pero nunca como los que estaba viendo.
Los cuatro iguales, túnicas blancas hasta el suelo.
Sus cabezas calvas dejaban caer una melena larga color cobre, rojizo brillante.
Sandalias del mismo color de la melena.
En un movimiento que la emoción no me dejó controlar, sin querer muevo una pequeña roca que rueda por la pendiente.
Los dos hombres que estaban de espaldas a mí, se dieron vuelta y todos me miraron.
Haciendo como que yo no existía, siguieron en lo que estaban.
No les importó que yo los estuviera mirando.
Con mucho cuidado y un poco de temor decidí acercarme.
Al no importarles que yo estaba, la curiosidad me dio un poco de confianza y fui despacio hacia ellos.
Cuando me acerqué volvieron a mirarme.
Uno de ellos me pregunta; ¿qué estás haciendo en este lugar?
Lo curioso es que yo sentía su voz adentro de mi cabeza y no le veía mover los labios.
Les dije que todos los niños veníamos a jugar a estos lugares.
El que me habló se dio vuelta, e hicieron comentarios entre ellos.
Como dije, sentía sus voces en mi cabeza y los seguí viendo hablar sin mover los labios.
Estos hombres que eran para mi muy extraño y de aspecto tranquilo, me hicieron sentir que estaba seguro entre ellos.
El mismo hombre que se había dirigido a mí, lo vuelve hacer.
¿Te gustaría ver estos lugares desde el cielo?
Señala todo alrededor.
Yo dude y pregunté.
¿Sin avisar a mis padres?
Siempre su voz en mi mente me dice.
Volveremos antes de que se den cuenta.
Contesté que sí, que iría con ellos.
Se dirige otra vez a mí.
Ven y párate aquí. Los cuatros me rodearon, yo quedé en el medio.
No había pasado más de un minuto, cuando ellos miraron hacia arriba. Yo hice lo mismo y allí estaba.
A poca altura había uno de Los Pájaros de Metal.
Grande, impresionante, parecía más brillante, más de lo que había visto desde lejos.
Allí estaba sostenido en el aire.
Era un disco de metal que tenía muchas ventanillas.
De pronto se abrió una puerta redonda, salió una luz que nos enfocó y empezó a elevarnos.
Por un momento sentí miedo, cuando quise reaccionar ya estaba adentro del Pájaro de Metal.
El mismo señor que había hablado conmigo, me toma de la mano y con voz tranquilizadora me dice, acompáñame que te voy a mostrar todo.
Otra cosa que me llamó la atención en ese momento, era que la voz que sentía adentro de mi cabeza me hablaba en mi idioma, Quechua.
Había grandes paneles con botoneras y luces de colores, algunas intermitentes.
Le pregunté para que son.
Contestó que eran parte del comando del Pájaro de Metal, como tú lo llamas.
Después me llevó frente a una gran ventana y dijo, ¡mira!
Ahí está tu gente, tu pueblo, tu selva y tus mesetas.
Yo miraba, estaba tan emocionado y más cuando alcanzo a ver a los hombres de mi pueblo.
Caminaban uno tras otro rumbo a la selva.
¡Hoy era día de caza!
Los vi como cuando miraba a las hormigas en hilera llevando la comida para su nido.
Cuando les preste atención a las mesetas, me di cuenta que las ranuras o calles que yo jugaba, desde esa altura formaban grandes dibujos.
Arañas, Águilas y otros.
¿Para qué son esas figuras?
Me contestó que eran señales de reconocimiento.
Que únicamente se podían ver desde esa altura.
El Pájaro de Metal empezó a moverse e hizo una recorrida por toda la región.
Y seguía mirando a mi gente moviéndose como hormigas.
El hombre dejó de contar su Historia e hizo un silencio profundo.
Como tocado por una varita mágica se me van las imágenes de la mente y abro los ojos.
Me mira y dice; ¿escuchó y vio claro lo que le he contado?
Conteste que sí; ¡lo escuche y lo vi todo como en un sueño, solo que con imágenes más claras! Habían vuelto todos los ruidos de la plaza que deje de sentir mientras él contaba la Historia.
¿Qué me pasó?
¿Me quede dormido?
Me contestó, ¡algún día lo comprenderá!
Hizo un ratito de silencio y habla; mañana le sigo la Historia.
¡Hasta mañana!
Se levantó y otra vez se va lentamente.
Miro el reloj, ya eran las tres de la tarde.
Estaba tan impresionado por lo que me estaba pasando, que había perdido el sentido del tiempo.
¿Qué hizo?
¿Cómo hizo para yo que perdiera el sentido de la realidad?
¿Por qué mi mente durante el relato se ocupaba de transformar las palabras en imágenes tan claras, que veía todo como si estuviera en el lugar?
Esas preguntas me las iba hacer durante mucho tiempo, sin tener respuestas.
Yo también me fui a mi casa.
Me había olvidado por un buen rato de la Cúpula y España.
Llegué a mi casa y los informativos seguían hablando de lo mismo.
Solamente que ahora eran más los científico involucrados y más las preguntas.
Respuesta ninguna.
Lo más elemental era; ¿que la formaba a la Cúpula?
¿Qué la hacía tan resistente?
¿Qué o quién la hizo?
¿Por qué?
Esas eran las preguntas que se hacían los entendidos
Otro científico decía, el día que tengamos las respuestas para esas preguntas, descifraremos el misterio.
Pasaron las horas y llegó la noche.
Yo también tenía preguntas, y todas sin respuestas.
¡No me podía sacar de la cabeza lo que me estaba sucediendo!
Desde el comienzo pensé que este señor que decía llamarse Túpac Amaru, estaba loco.
Después reconocí que me leía el pensamiento.
Que perdí el sentido de la realidad para que lo escuchara solo a él.
Y lo más increíble, es que reconocí que esa Historia a través de las palabras, la estoy viviendo en imágenes que se forman en mi mente.
¡Era como si estuviera al lado de todo los personajes!
Llegó la hora de dormir y me acosté.
Antes de dormirme ya había decidido no sé si por curiosidad, o porque este señor que dice llamarse Túpac Amaru me estaba convenciendo de que no estaba loco, lo seguiría escuchando.
Como dijo él, para todo hay una explicación.
Al otro día la misma rutina.
Los títulos de los periódicos decían lo mismo del día anterior.
Los científicos no sabían que hacer.
Tampoco los daños que podía causar la Cúpula.
Al no tener comunicación, no tenían información.
La vuelta la hice más rápida que de costumbre.
Parecía un niño que esperaba otro capítulo de un cuento.
No me sacaba de la cabeza a este señor Túpac Amaru.
Como dije antes, parecía un loco pero no un loco común.
Este señor daba la impresión de tener la inteligencia súper desarrollada.
Otro día hermoso muy soleado.
Llegué a la plaza y me senté en el mismo banco.
No tenía idea de lo que iba a pasar.
Tampoco de la sorpresa que me llevaría.
Levanto la vista y lo veo venir.
Cap. 4
Otra vez lentamente se acerca y se sienta.
¡Hola amigo Juaquín!
¿Cómo a pasado?
¡Bien amigo Túpac!
Me mira y lo que parece una leve sonrisa, aparece en sus labios.
¿Juaquín, su corazón sigue fortaleciéndose?
Me siento mejor, le contesté.
¿Amigo Juaquín, quiere que continúe con mi Historia?
¡Me gustaría!
Pero antes quiero hacerle una pregunta.
Usted contó del Pájaro de Metal y que una luz los elevó hacia él.
¿Los elevó la luz?
Como siempre se tomó unos segundos y contesta.
¡No!
No es así, a mí me costó mucho tiempo saberlo.
Mis amigos, los hombres del Pájaro de Metal, dominan una tecnología con la cual pueden dejar sin gravedad, el espacio que marca la luz.
Los pulsos eléctricos del cerebro son la fuente de energía que produce la elevación.
Para nosotros es simple, para la raza humana tienen que pasar muchos años para entender esta tecnología.
Amigo Juaquín, sé que no va a entender todo lo que le digo, pero alguna idea tendrá.
Se quedó en silencio mirando el horizonte, después sigue.
Si no tiene más preguntas seguiré mi Historia.
Recuerda que yo a los ocho años, invitado por estos sorpresivos amigos, viajaba en el Pájaro de Metal.
Yo pensé; ¡como para olvidarme!
Inmediatamente me arrepentí, porqué sobre mi pensamiento dice; ¡nunca olvidara mi Historia!
Y siguió contando.
Seguimos viajando, y el hombre que hacía de mi guía señala todos los territorios de los Incas.
Ahí están los cuatro <Suyos> (región o territorio en Quechua)
Como siempre sus palabras llegaban a mi cerebro, sin emitir sonido.
Yo miré, no me daban los ojos para mirar todo.
Allí estaban los cuatro <Suyos> con sus ciudades.
Todas unidas por largos caminos de piedras hechos por mis antepasados.
Más lejos las dos grandes aguas, <Océanos>
Una de un lado de los <Suyos> la otra del otro lado, pero más lejos.
Le comenté; ¡mi abuelo me contó sobre estas dos aguas!
Mi guía vuelve a señalar; ¡allí tienes el lago <Titicaca>.
Mi padre lo conoció y me contó Historias sobre él.
Si miras más acá, veras a <Machu Picchu> la ciudad donde vives. No me di cuenta que a medida que el hombre me iba señalando cosas, el Pájaro de Metal seguía elevándose.
<Machu Picchu> mi pueblo se veía como una mancha marrón chiquita rodeada de verde.
También pude ver más claro todo el territorio Inca.
Muy emocionado me dirijo a mi guía, al hombre a mi amigo, que me dejara ver a Inti (el Dios Sol).
Sí, me dijo y señala otra ventana más arriba.
Esa ventana se veía negra.
Él explica que si no fuera así, nunca podría ver a mi Dios.
<Inti> aparece inmenso, brillante y con lenguas de fuego tan altas, que parecían brazos gigantes dado órdenes.
Me inclino frente a <Inti> y le doy gracias por todo lo que me está pasando.
Le pido, le ruego que no abandone a los Incas.
No sabemos por qué la <Pacha Mama> (Madre Tierra en Quechua) tiembla tanto moviendo montañas.
El hombre se acerca, pone su mano en mi hombro y con ternura me dice; la Pacha Mama es muy buena, les da formas de vida a todas las razas que habitan en ella.
Es que hay veces que no se puede ir contra la naturaleza y para bien o para mal, se debe aceptar lo que ella dispone.
¡Entendí! Le dije.
Le pregunto a mi amigo.
¿Podría ver a <Quilla (La Diosa Luna)
como vi a <Inti>?
Me miró por un instante y dijo; ¡vamos hacer algo mejor, te llevaré ante ella.
¿Te gustaría?
¡Sí! Dije con entusiasmo.
¿Frente a la Diosa?
¡Sí! Frente a ella misma. Por un momento mi mente de niño, me llevó a pensar que estaba frente al Dios de todos los dioses <Viracocha>
Poder ver a los dioses tan cerca era solamente para un Dios más poderoso.
Mi amigo me mira y sonríe.
¿Túpac tu eres un Dios?
¡No!
Qué bien, tú vas a ver a <Quilla> más cerca de lo que vistes a <Inti>.
¿Eso te hace un Dios?
¡No, amigo!
Me llevó de la mano a un sillón donde me hizo sentar.
Apretó un botón que estaba al lado de él y el sillón se cerró de tal forma que únicamente mis ojos se veían a través de un visor.
¿Tienes miedo Túpac?
¡No! Pensé que era por la confianza que me inspiraba.
Leyendo mis pensamientos me agradece hablando en Quechua.
¡Gracias Túpac!
Este amigo de túnica blanca y melena larga color cobre, se dirige a sus compañeros y les da una orden.
Diríjanse a la nave madre.
Pensé ¿nave madre?
Yo le pedí ver de cerca a <Quilla>
Y la vas a ver, me contesta mi amigo.
El Pájaro de Metal se elevó a gran velocidad, envuelto en llamas.
La vos del hombre de blanco me tranquiliza diciéndome que está todo bien y que esas llamas se producen por la fricción, al salir de la <Pacha Mama>
El viaje duró poco tiempo, lo supe cuando el Pájaro de Metal bajó la velocidad.
Cuando estaba por preguntar si habíamos llegado, el sillón se abre permitiéndome salir.
El hombre de blanco me llama y me conduce hacia una ventana.
¡Mira, allí tienes a <Quilla> tu Diosa!
Allí estaba la Diosa, bella, deslumbrante y extraordinaria.
Me inclino ante ella y le ruego que no olvide a mi pueblo.
La vos de mi amigo en mi cabeza me saca del ruego.
¿Quieres ver a tu Diosa de todos lados?
¡Sí! Contesté.
Entonces daremos una vuelta alrededor de ella.
Lentamente el Pájaro de Metal siguió su vuelo.
Comprendí en ese momento, que en el resto de mi vida no iba a ver tanta belleza.
Otra vez la voz en mi cabeza, la de mi amigo, me avisa que íbamos a entrar a la parte oscura.
En donde la luz de <Inti> no llega.
Yo creía que la luz de <Inti> llegaba a todos lados.
¡Ya ves que no! Dijo mi amigo.
Y entramos en la oscuridad.
La Diosa se veía pero no con claridad, aun así era un lindo espectáculo.
Seguimos avanzando y mi amigo me llama nuevamente. Túpac acércate, y me muestra por otra ventana algo sorprendente.
A lo lejos se veían muchas luces formando un círculo.
Las luces eran tan potentes, que a su alrededor parecía la luz del día.
¿Qué es eso?
No te asustes, me dice mi amigo.
Ese es el Pájaro de Metal madre. A él volvemos cuando terminamos nuestra misión.
¡Es muy grande!
¡Sí! en el entran muchos Pájaros de Metal como en el que estamos viajando.
¿Y por qué se esconde detrás de la Diosa?
Túpac, es para que nadie lo vea.
Y paramos frente a él.
Era hermoso ver ese gigante luminoso sostenido en el espacio.
Seguimos viajando hasta que llegamos a la luz de <Inti>.
Mi amigo me habla nuevamente. Túpac sigue mirando. Nosotros te vamos ayudar a que guardes en tu memoria todo lo que has visto.
Miré por última vez a la Diosa y en silencio, le pedí nuevamente que no se olvide de los Incas.
Le dije a mi amigo que cuando quisiera nos podíamos ir.
Túpac, antes vamos hacer que nunca olvides este viaje.
Me lleva a otro sillón y me hace sentar frente a una pantalla.
Piensa y concentrarte en el viaje desde que salimos de la (Pacha Mama).
Mira la aguja que está en el verde, señalando la pantalla y recuerda todo.
Cuando empieces a recordar, la aguja muy despacio avanzará hasta el rojo.
Cuando termines esta prueba, nunca vas a olvidar este viaje.
Después, volveremos a tu mundo.
Y así se hizo, terminé la prueba y todo fue grabado en mi memoria hasta el último detalle.
Me bajaron del sillón y me llevaron a otro.
Otra vez se cierra de tal modo, que solamente se ven mis ojos por un visor.
El (Pájaro de Metal) a gran velocidad se dirige rumbo a la <Pacha Mama>, que era una figura azul con manchas blancas.
Mi amigo señala la figura y sentí su voz en mi mente.
¡Ese es tu mundo, admíralo.
La emoción fue tan grande que mis ojo se llenaron de lágrimas.
Era un niño, pero sabía que ningún Inca iba a pasar por esta experiencia.
Otra vez el fuego abrasa el (Pájaro de Metal).
Mi amigo dijo, tranquilo esto va a pasar salgamos o entremos a la (Pacha Mama)
Me sacaron del sillón cuando todo se veía más claro.
Los cuatro <Suyo>, las mesetas y las figuras que servían de ubicación.
Tenía a la vista todos los territorios Incas.
El viaje duró poco, pero lo que yo tenía que contar a mis padres, era mucho
Mi amigo se acerca.
¿Te gustó el viaje Túpac?
¡Muchísimo!
No tenía palabras de agradecimiento para expresarles cuanto me gustó.
Solo les pido que se repita.
¿Túpac te gustaría viajar por las estrellas?
¡Claro que sí!
Sin mover los labios su voz sigue entrando en mi cabeza.
Y continua, lo que tienes que hacer, es hablar a tus padres de nosotros y pedir permiso para viajar en el (Pájaro de Metal)
Si ellos te lo permiten, tienes siete días con sus noches para contestarnos.
¿Cómo hago para contestar?
Fácil, vienes al mismo lugar donde partimos, cierras los ojos y te concentras pensando en nosotros.
Deja que tu pensamiento viaje hacia <Quilla> tu Diosa y vendremos a buscarte.
Ya el (Pájaro de Metal) se había detenido.
Quedó suspendido en el aire.
Estábamos cerca de (Machu Picchu) mi pueblo.
Se abre una puerta que da hacia el suelo.
Otra vez la luz baja.
Dice mi amigo, puedes bajar por ella.
Yo lo miré y con gran emoción corrí hacia él y lo abrace.
¡Con voz llorosa, les dije que eran los mejores amigos que tenía!
Su voz en mi cabeza me dijo, ¡también nosotros!
Ahora puedes bajar por la luz. Ustedes conocen mi nombre, quisiera...
Mi amigo no me deja terminar y me contesta, yo me llamo Eyia y señalando a los otros tres, Rónan, Etón y Arion.
Ya conoces los nombre de los cuatro.
Bajé por la luz moviendo el brazo, saludando.
De pronto el (Pájaro de Metal) se eleva un poco y se aleja a gran velocidad, hasta que lo perdí de vista.
Cap. 5
Recuerdo que cuando este amigo Túpac contaba su Historia desde niño, que tenía más de quinientos años, yo perdía el sentido de la realidad y entraba como un testigo invisible.
Veía todo tan claro que parecía que también participaba en su Historia.
Otra vez la pregunta.
¿Cómo hacía para que sus palabras se transformaran en imágenes, en la cual yo formaba parte?
Para preguntas como estas él me contestaba, el ser humano solamente usa el diez por ciento de la capacidad de su cerebro.
Nosotros usamos el ochenta por ciento de la capacidad de nuestro cerebro.
Su cerebro recibe el veinte por ciento de oxígeno.
En nuestro Planeta, el cerebro recibe el sesenta por ciento de oxígeno.
¡Cuanto más destruyan este Planeta, menos oxígeno!
Cuando termine de contar mi Historia sabrá un poco más de su cerebro y verá la diferencia, recuérdelo.
¡Y vaya si lo recuerdo!
Dejemos que Túpac siga contando su Historia.
Después que dejé de ver al (Pájaro de Metal) corrí, corrí tan rápido por esos caminos hasta llegar a la ciudad.
Era mucha la ansiedad y desesperación por contarles a mis padres la aventura que había tenido, que no me di cuenta que ya estaba en mi casa.
¡Padre, madre!
Al llamado vino mi madre.
¿Dónde está mi padre?
No se encuentra.
¿Dónde está?
Está reunido con otros guerreros y el Inca <Huayana Cápac> (el Inca que gobernaba)
¿Qué te pasa hijo?
¿Por qué estás tan ansioso?
¡Madre, si supieras la aventura que tuve, me entenderías!
¡Cuéntame hijo!
Yo quería contarle a los dos.
¡Tu padre va a demorar hijo!
Están reunidos para saber por qué la (Pacha Mama) tiembla tanto.
Todos los guerreros creen que trae malos presagios.
¡Madre, yo y mis amigos podemos ayudar!¡Ellos son muy inteligentes!
¿Qué amigos?
¡Los hombres del (Pájaro de Metal) son mis amigos.
¡Pero hijo!
Tu padre ya te explicó, los (Pájaros de Metal) juegan en el cielo, nunca bajan.
¡Bajaron madre!
¡Yo los conocí, son mis amigos!
Por un momento mi madre pensó que esos presagios ya habían empezado a tener efecto, haciendo imaginar a los jóvenes.
¡Madre, he viajado en el (Pájaro de Metal)!
He visto desde una altura más allá de las nubes a los cuatro <Suyo> y todas las ciudades unidas por los caminos.
¡Madre! He visto las aguas grandes que rodean nuestros <Suyos>. ¡Las aguas grandes que hablaba el abuelo!
También vi el lago <Titicaca>, que tantas veces habló mi padre.
De esas alturas he visto a (Machu Picchu) nuestra ciudad.
Vi esas grietas largas que están sobre las grandes mesetas.
¡Madre mía! Forman figuras, Arañas Pájaros, Monos y otros.
Mi amigo Eyia dijo que son figuras de reconocimiento, que solo se ven desde esa altura.
Después le pedí a Eyia mi amigo, que me dejara ver a <Inti>.
El abrió una ventana que se veía negra.
Mi amigo me dijo que era la única forma de verlo y allí estaba.
Sus grandes brazos de fuego se movían para arriba y abajo, como queriendo decir algo.
¡Yo le pedí a (Inti) que no se olvidara de nosotros.
Después le pedí a mi amigo ver a (Quilla) la Diosa, como había visto a (Inti).
Para verla de cerca me llevó ante ella.
Allí estaba, esbelta y preciosa, más que nunca.
También le pedí a la Diosa que no nos olvidara.
Pasamos por la parte oscura de<Quilla> y vi un (Pájaro de Metal) más grande que (Machu Picchu)
Mi amigo me dijo que era el (Pájaro Madre).
Que cuando terminen la misión, los pájaros chicos se guardan adentro.
¡Madre, después me trajeron de vuelta!
¡Madre mía, para salir y entrar a la (Pacha Mama), el (Pájaro de Metal lo hizo en llamas.
Si mis amigos me invitan a viajar de nuevo, padres míos ¿ustedes me dejarán?
Mi madre con cara muy triste me contesta.
Si Túpac, pero primero tienes que contar todo a tu padre.
Mi madre me contestó sin pensarlo.
Ella solamente pensaba, como un niño de mi edad podía tener tanta imaginación.
Pensó que cuando le contara a mi padre, le iba a decir que lo había imaginado todo.
¡Mi padre nunca me mintió, me enseñó a no mentir jamás.
Ese día mí padre siguiendo las órdenes del gran Inca (Huayana Cápac), salía con mil guerreros a recorrer los cuatro<Suyo> en busca del mal que podían estar anunciando los temblores de la (Pacha Mama)
La recorrida de mi padre iba a durar muchos días.
Yo tenía siete días y noches para avisarles a mis amigos, si o no viajar con ellos.
Mi madre se quedó sentada en el suelo, como todos los Incas.
Su cara decía de su preocupación por lo que me podía estar pasando.
Después que le cuente a mi padre de mi aventura, quizás acepte la ayuda de mis amigos.
Ellos pueden ver desde muy alto todo el territorio.
Como me enseñaron que la naturaleza puede hacer que la (Pacha Mama) tiemble,
nos dirán por qué.
Mi madre me escuchaba y a todo decía sí.
Pasaron cinco días y no sabíamos nada de mi padre.
Le pregunté a mi madre; ¿si yo no puedo hablar con mi padre, me dejarías viajar con mis amigos?
Me contestó que sí.
Pero ese si fue pensando que era cosa de mi imaginación.
Yo sé que pensaba que cuando hablara con mi padre, se mi iba a ir todo de la cabeza.
Yo no lo entendí así, era un niño y la aventura era real.
Ese si de mi madre, para mí fue muy en serio.
Al otro día le dije a mi madre, voy hablar con mis amigos.
Ella sabía que yo iba todos los días a jugar con los animalitos de la selva y no le dio importancia, a eso de mis amigos.
Corrí mucho hasta que llegué al claro donde me dejaron los hombres de blanco.
Hice lo que me dijeron.
Me senté en el suelo y cerré los ojos.
Me concentré en mis amigos y traté que mi mente viajara hacia el cielo.
Me esforcé mucho, pero no fue suficiente.
Faltaba poco para que llegue la noche y ellos no aparecieron.
Otra vez a correr para llegar a mi casa antes que oscurezca.
Llegué cansado y apenado porque mis amigos no vinieron.
Mi madre me miró con tristeza.
¿Qué pasó Túpac?
Madre, no vinieron mis amigos.
Se acerca, me hace una caricia y con lastima me dice, ¡ya van a venir!
Al otro día sucedió lo mismo.
Me despedí de mi madre y salí corriendo hacia la selva.
Llegué al lugar de la comunicación.
Volví a sentarme, miré hacia el cielo derecho a donde estaba <Quilla>, que apenas se veía confusa entre las nubes.
La miré fijamente y esforzándome hice que mi mente mandara el mensaje.
Lo hice con tanta firmeza, con tanta intensidad, que por un momento me pareció que me iba a explotar la cabeza.
Yo seguía concentrado mandando el mensaje, hasta que vi que a la luz de <Inti> algo muy brillante se acercaba.
Era el (Pájaro de Metal) de mis amigos.
Nuevamente lo tenía a poca altura, brillante, hermoso.
Se abre la puerta y baja la luz.
Siento que una voz me dice, entra en ella.
Era la voz de mi amigo Eyia.
Fui hacia la luz y entré en el (Pájaro de Metal).
Con abrazos saludé a todos.
¿Pediste permiso a tus padres?
Preguntó Eyia.
A mi padre no, porqué se fue de viaje por mucho tiempo.
Mi madre me dio el permiso para viajar con ustedes.
Antes quiero pedirles......
Mi amigo no me dejó terminar de hablar y acariciándome la cabeza me dice, sabemos lo que nos quieres pedir.
Nosotros no podemos, no debemos intervenir en la vida de los mundos que visitamos para estudiar y evaluar.
Lo que estamos haciendo ahora, cuando tengas la madurez de entender lo entenderás.
Le entendía todo, pero sus labios seguían sin moverse.
Todo lo sentía en mi cerebro.
En ese momento la curiosidad fue más fuerte que la preocupación y pregunté.
¿Que son los Mundos?
Se sonrieron todos y Eyia contesta.
Para que tú entiendas, los Mundos son las grandes (Pacha Mama) que hay en la inmensidad del cielo. Ahora escúchame Túpac, la ayuda que le podemos dar a tu gente los Incas, es hacerte muy inteligente.
Con tu inteligencia, más todo lo que aprenderás con nosotros, podrás hacer de tus padres y de todo los Incas la raza más poderosa en sabiduría en este Mundo.
El (Pájaro de Metal) suavemente empezó a elevarse.
Yo no me di cuenta, porque otra vez la curiosidad se impuso.
Le miraba los ojos a mi amigo, eran de color cobre, igual a su melena. Con un arito en el medio, color negro.
Al mirar daban confianza y seguridad.
Entonces reaccioné.
¿Ya estamos volando?
Todos sonrieron y contestaron a la vez.
¡Sí! Eyia me vuelve hablar señalando una ventana, si miras por esa ventana verás todo el territorio Inca.
Túpac, como te enseñamos manda un mensaje a tu madre.
Dile que estas bien, que pronto volverás.
Y así lo hice, me concentré pensando en mi madre y con ojos llorosos dije, ¡madre pronto volveré con mucha sabiduría!
¡Estoy bien!
Antes de retirarme de la ventana veo sobre una de las aguas grandes, cuatro puntos que se movían rumbo al territorio Inca.
Le pregunto a Eyia.
¿Qué es eso?
Túpac, eso es uno de los problemas que enfrentaran los Incas.
No te preocupes, tu padre y sus guerreros lo solucionaran.
Mi amigo hizo una seña a sus compañeros y me pusieron en el sillón de seguridad.
El (Pájaro de Metal) va hacia el espacio a gran velocidad envuelto en llamas, directo a <Quilla> la Diosa.
En poco tiempo estábamos frente al (Pájaro Madre).
Se abre una inmensa puerta y entramos en él.
¡Era como entrar a una gran ciudad!
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De pronto Túpac Amaru dejó de contar su Historia.
Yo despierto, como que un despertador interno sonara para despertarme.
Túpac me pregunta si su Historia del pasado me estaba quedando clara.
¡Sí Túpac, lo vi y lo oí todo!
Y vi algo que usted no vio.
Cuando se alejó hacia la selva su madre lloró, lloró mucho porque creía en los presagios y creyó que se estaba volviendo loco. Si amigo Juaquín, hubieron muchas cosas que yo no supe de niño, pero todas las cosas que no supe las aprendí y entendí a medida que iba creciendo.
Otra vez se quedó en silencio mirando el horizonte.
De pronto habló, amigo debo irme, mañana seguiré la Historia.
Me dio una palmada en el hombro y como siempre se fue lentamente.
Yo hice lo mismo.
Llegué a mi casa, prendí el televisor y busqué un canal de noticias.
Quería ponerme al tanto de lo que seguía sucediendo en Europa con la Cúpula.
Las últimas noticias eran que helicópteros y aviones patrullaban todo el espacio aéreo de España.
Veían que en que en los techos de los edificios más altos, la gente se agrupaba con grandes pancartas.
Unos pidiendo auxilio y otros avisaban que casi toda España se estaba quedando sin oxígeno.
Los científicos decían que si no se encontraba una solución en sesenta días podría ser un genocidio.
También coincidían en que una explosión nuclear en un lugar no habitado, podría ser la solución.
Si la gente que estaba en los techo de los grandes edificios con pancartas podían comunicarse, nosotros lo podemos hacer desde los helicópteros.
Comunicarles que desalojen el lugar elegido para la explosión.
Por ahora no hay otra forma de comunicación.
En eso todos estaban de acuerdo.
Los científicos que no estaban de acuerdo con una explosión nuclear, decían que se tenía que buscar otra solución.
Agregaban, que podía ser un capricho de la naturaleza y desaparecer en cualquier momento.
Pero esa idea carecía de fundamento.
Si se trataba de la naturaleza.
¿Por dónde empezar?
Llegué a la conclusión de que el tema de la Cúpula, era cada vez más complejo para los científicos.
Pasó el día y a la noche me acosté pensando en este fantástico amigo Túpac y su Historia. Me dormí haciendo la misma pregunta de siempre.
¿Cómo hacía para que yo este adentro de su Historia compartiéndola?
No tenía respuestas.
Al otro día lo de siempre.
Desayuné y salí hacer mi caminata. Pasé por el Kiosco de periódicos y leí todos los titulares. Decían más o menos lo mismo que yo me enteré por televisión el día anterior.
No habían avanzado nada sobre la creación o aparición de la Cúpula.
Hice mi caminata, volví a la plaza y me senté en el banco de siempre.
Esperé que llegara mi amigo Túpac, que ya no era el loco que yo creí en el primer momento.
Era un hombre completamente normal.
En cuanto a su Historia, ya no puedo tener dudas.
Cómo voy a tenerla si yo estoy viviendo la misma.
Estaba tan metido en mis pensamientos que no lo vi llegar.
Cap. 6
¡Buen día amigo!
¡Buen día Túpac!
No lo vi venir.
¿En que estaba pensando Juaquín?
Pensaba en su Historia.
¿Todavía no me cree?
¡Claro que le creo! Yo creo en todo lo que veo y en su relato lo vi todo.
Túpac, amigo me gustaría que antes de seguir su Historia, me explicara cómo es que esas naves interplanetarias pueden viajar a la velocidad de la luz por el universo.
¿Qué fuente de energía utilizan?
¡Usted me dijo que viajó a esas velocidades!
Si Juaquín, viajé y seguiré viajando.
Voy a tratar que las respuestas sean lo más sencillas posibles para que usted las entienda.
Hablemos de velocidad.
Si usted viaja en un auto, viajará a la velocidad que da el mismo.
Si lo hace en un avión, obtiene el mismo resultado.
Pero si usted conoce una tecnología que le permite viajar en la luz y acelerarla, viajará a la velocidad de ella o más.
En cuanto a la fuente de energía, es el producto de cualquier estrella ardiente.
En este caso su Sol.
Su gran potencia es convertida por otra tecnología en energía para movilizar nuestras naves.
¡Si Túpac, pero la luz de Sol tiene límites!
¿Y después?
Juaquín, en la parte del universo que conocemos nosotros hay miles de Galaxias y millones de sistemas solares.
Siempre hay una estrella ardiente produciendo luz a grandes distancias.
¿Usted tiene celular?
No tengo, Túpac.
¿Los conoce?
¡Sí!
Nosotros viajamos como la señal del celular.
Cada sistema tiene una estrella ardiente.
Esa es la antena que nos da la energía para llegar a nuestro destino.
Claro, para saber todo tendría que conocer todas las tecnologías con que nos manejamos.
¿Ha entendido lo que le expliqué Juaquín?
No mucho Túpac, pero me dio una idea de todo.
Ahora puede seguir con su Historia.
Quedó un rato en silencio y después siguió contando.
Ya estaba adentro del (Pájaro Madre).
Mi amigo Eyia me llevó a recorrer parte del Pájaro.
En todo el recorrido me iba mostrando y explicando todo lo que me llamaba la atención.
Llegamos a un compartimiento y dice, este es el lugar donde vas a pasar casi todo el viaje.
¿Cuánto durará el viaje?
¿Cuándo veré a mis padres?
Pronto, muy pronto contesta Eyia.
En ese momento no sabía que ver a mis padre en persona, no iba a suceder jamás.
Mucho tiempo después sabría la verdad.
Mi amigo Eyia vuelve hablar.
Siento su voz en mi cerebro que dice, te prometimos que te haríamos el ser más inteligente de tu mundo. Hoy mismo empezaremos a alimentar tu cerebro de sabiduría.
Siéntate en este sillón y vas conociendo tu lugar de estudio.
Enseguida vendrá Etón, el será tu maestro.
Ahora me retiro y se va sonriendo.
Por un rato me quedé solo observando todo lo que había en el lugar.
Había paneles con botones de todos los colores.
Frente a mí, dos ventanas brillantes.
Después supe que eran pantallas de información visual.
Llegó Etón él va ser mi maestro, el que alimentará mi cerebro de mucha sabiduría.
¿Estas contento Túpac? Sentí su voz en mi cabeza.
¡Sí!
Pero estoy un poco nervioso.
Es normal dice y sigue, todo lo desconocido pone nervioso hasta que lo conoces.
Mientras me hablaba me iba poniendo dos orejeras.
Me dijo por ahí va a salir su voz, la que te dará una explicación a todas las preguntas por lo que vas a ver.
Me aclaró que en todo el aprendizaje se hablará en mi idioma, Quechua, con palabras existentes y las que existirán después.
En ese momento sentí que el (Pájaro de Metal Madre) se empezaba a mover. Etón dice; ¿quieres ver de nuevo a <Quilla> tu Diosa.
Daremos una vuelta alrededor de ella, admírala.
Mientras que escuchaba su vos vi que apretaba un botón y aparecía en la ventana frente a mi la Diosa, deslumbrante y bella.
Volví a pedirle por los Inca.
El (Pájaro de Metal) dio una vuelta y se fue alejando.
Más lejos vi a mi mundo y me pregunté en silencio, ¿qué será de mis padres?
Me prometí que aprendería mucho, sería muy inteligente y volvería pronto.
Olvidé que Etón escuchaba mis pensamientos y siento su voz en mi cerebro.
¡Para cumplir esas promesas, hay que empezar a estudiar ahora!
Ya tenía puesto lo que le llamé orejeras.
Ahora me estaba colocando lo que parecía un gorro con luces.
Me explica que era para asegurar que todo lo que aprendiera quedara en mi memoria.
Me dice, que solamente mire la ventana, que desde ahora le llamaremos pantalla.
Túpac, escucha solamente mi voz.
La pantalla se pone brillante y aparece la imagen de mi mundo.
La voz de Etón dice, como vez este es tu mundo, es redondo.
En en futuro no muy lejano todas las razas lo llamaran Planeta Tierra.
Con el tiempo se dividirá en cinco partes o territorios con sus correspondientes aguas.
Todas las razas de la Tierra a los territorios los llamarán Continentes.
Las imágenes iban cambiando de acuerdo a lo que Etón me explicaba.
El sigue, en cada Continente se formaran países que en la mayoría hablaran su propio idioma.
Los Continentes tendrán sus propios nombres.
Se les llamarán, Europa, Asia, África, Oceanía y América.
En este último está tu territorio o <Suyo> como lo llaman los Incas. Este territorio se transformará en un país que se le llamará Perú.
En la imagen aparece el territorio América y marcado el lugar que se llamará Perú.
La voz de Etón me dice.
Túpac, para terminar esta primera lección veras en pantalla las razas que habitan en este gran territorio.
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Y como salido de un sueño vuelvo a la realidad.
Como siempre mi amigo Túpac a mi lado.
Túpac amigo, en algún momento me explicará cómo veo y estoy adentro de su Historia. ¡Si Juaquín, se lo explicaré a su debido tiempo.
Se levanta y dice, hasta mañana amigo.
Se aleja otra vez lentamente.
Yo me quedé un rato más analizando su Historia, más asombrado que nunca.
Después me fui a casa.
Mientras almorzaba puse un canal de noticias. Se seguía hablando de la Cúpula y el mal que estaba causando.
La novedad era que los científicos habían decidido causar una gran explosión en un lugar no habitado y tratar de romper la Cúpula.
La explosión no iba a ser nuclear, para evitar efectos secundarios por la radiación.
En todas las ciudades españolas la gente arriba de altos edificios con grandes pancartas pedía auxilio al mundo entero.
¡Hagan algo por favor!
¡El oxígeno en los hospitales se estaba terminando!
La información decía que los franceses en helicóptero, estaban fotografiando los techos de los edificios para informarse de lo que decían las pancartas.
¡Toda una tragedia pensé!
¿En que terminará?
Pasó el día y llegó la noche.
Y me fui a dormir con un solo pensamiento, Túpac y su asombrosa Historia.
También pensé, ¿en que terminará?
Al otro día lo mismo, caminé y leí los titulares de los periódicos.
Decían casi lo mismo del día anterior.
Después volví a la plaza al mismo tiempo que mi amigo Túpac.
¡Buenos días Juaquín!
¡Lo mismo para usted, Túpac!
Cap. 7
Juaquín, me quedan dos días para terminar de contar mi Historia, después me iré.
¿Adónde Túpac?
Partiremos e iremos a visitar otros Planetas que tenemos en estudio y evaluación, antes de llegar al nuestro.
¿Quiénes los vienen a buscar?
¿Cuál Planeta es el suyo?
Juaquín, deje que termine de contar mi Historia y en ella encontrará todas las respuestas.
Y me sigue contando. En el compartimiento de estudio, Etón me está haciendo conocer mi propio Planeta.
En el Continente que se llamará América, la pantalla me mostraba todas las razas que lo habitan.
Las que más me llamaron la atención, fueron dos razas que habitan cerca del territorio Inca.
Los Aztecas y Mayas, así aparece en pantalla.
Sus costumbres, culturas y muy estudiosos del cielo y las estrellas.
Yo seguía escuchando la voz de Etón grabando en mi cerebro.
Y así fui aprendiendo como era mi Planeta con sus razas, costumbres y culturas.
La voz de Etón seguía en mi cabeza diciéndome, Túpac dejaremos por ahora las lecciones sobre tu mundo.
Ahora vendrán Arion y Ronán ellos serán tus maestros de viajes espaciales.
Te repito que todas las explicaciones serán habladas en <Quechua> tu idioma, con palabras y términos que hoy se usan y se usarán en el futuro.
Etón me acarició la cabeza y se retiró.
Quedé solo y otra vez me preguntaba.
¿Cómo estarán mis padres? ¿Se preguntarán que me pasó?
¡Lloré, lloré mucho. Estaba tan metido en mis pensamiento que no los oí llegar, eran Arion y Ronán.
Dice Ronán, Túpac sé que extrañas a tus padres.
Agrégale al llanto un mensaje, dile que los extrañas, que estás bien y que pronto los verás.
Entre lágrimas le contesté que estábamos muy lejos.
Arion que escuchaba agrega, mientras encendía una pantalla.
Ahí tienes tu mundo y el lugar donde están tus padres.
Túpac, cuando se tiene un sentimiento tan profundo como el que tienes, tu cerebro puede mandar mensajes a cualquier parte del universo.
Mientras Ronán coloca sobre mi cabeza lo que dijo ser un instrumento que hará que la fuente de energía de mi cerebro, tenga más poder.
Túpac, muy pronto no precisarás este instrumento.
Ronán señala la marca donde están los Incas.
Túpac, mira el lugar y piensa en tus padres con el mismo sentimiento que te encontramos al llegar y manda el mensaje.
Ellos salieron del compartimiento y me dejaron solo.
Dirigí la mirada hacia la marca que ubicaba a mi gente.
Fue tan grande la emoción, que me provocó más llanto.
Impulsé mi pensamiento con las fuerzas que me daban las ganas de verlos, hablarles y llorando mandé el mensaje.
¡Padres míos, estoy bien y pronto volveré siendo el más inteligente de la <Pacha Mama> como ustedes lo desean.
Terminado el mensaje entró Ronán.
¿Estas más tranquilo?
¡Si, Ronán!
Se acercó a la pantalla y cambió la figura.
Apareció parte del universo con muchas estrellas.
La voz de Ronán en mi cabeza me dice, Arion no va a estar en las lecciones de viajes espaciales, porque debe atender otros asuntos en la nave.
Desde ahora, a lo que tú le has llamado <Pájaro de Metal> le llamarás por su verdadero nombre.
Nave espacial o del Espacio.
Ronán señala la figura en la pantalla y dice, lo que estamos mirando es el Sistema Solar en el que se encuentra el Planeta Tierra.
¡Mira a <Inti> el Sol o Estrella Ardiente! Señalaba a la estrella más grande.
Con su poder de atracción, mantiene en su órbita a todos los Planetas y sus satélites.
Por ejemplo la Luna o<Quilla> como tu la llamas.
A este conjunto de Estrellas, Planetas y sus satélites, en tu mundo se le llamará Sistema Solar.
Ronán, mi padre me dijo que el Dios <Inti> tiene el poder de mover las Estrellas a su antojo.
Túpac, tu padre tiene razón.
En lo único que se equivoca, es que no hay Dioses.
Un poco molesto le contesté.
¡Cómo que no hay Dioses!
¡<Inti>, <Quilla> y el Dios de todos los Doses <Viracocha> ¿no existen?
¡No, Túpac!
Vas a tener las respuestas a medida que vayas aprendiendo.
No te molestes, porque molesto no aprendes.
Dejemos este tema para más adelante.
Sigo sintiendo la voz de Ronán en mi cabeza.
En este Sistema Solar, el único Planeta que tiene las condiciones de crear vida es el tuyo, la Tierra.
De cualquier forma, a todos los Planetas los tenemos en estudio y seguiremos observando la evolución.
Ronán pulsa otro botón y aparece en pantalla lo que parece un Espiral lleno de estrellas muy brillantes.
En algunos lados estaba cubierto de lo que parecía humo.
El inmenso Espiral giraba en sí mismo viajando en el espacio.
Ronán me explica, esta figura que estas mirando se llama Galaxia y está compuesta con cantidades incontables de elementos como Estrellas, Planetas, Asteroides, Meteoros, Cometas, Lunas como <Quilla>
y también incontables residuos estelares que viajan por el universo.
Planetas y Estrellas ya sabes lo que son.
Meteoros y Asteroides para que tu entiendas por ahora, son piedras viajando en el espacio.
Algunas de tamaños muy grandes.
Los Cometas también viajan en el espacio.
Pueden estar formados por piedras de hielo y una cola de gas que van dejando una larga estela brillante. Yo le comento que a los Cometas ya los conocía. Cuando pasaban por el cielo de los Incas, demoraban mucho en desaparecer. Si Túpac, con los meteoros pasa lo mismo. Algunos muy chiquitos entran en la atmósfera de la Tierra.
Túpac ya conoces lo que es una Galaxia.
Dejaremos las lecciones de teoría por ahora.
Seguiremos viajando y entraremos en otro Sistema Solar.
Veremos Planetas que venimos observando su evolución.
Continuamos el viaje y como dijo Ronán, fuimos visitando Planetas en cada Sistema Solar de esta Galaxia.
A algunos Planetas que visitamos, Eyia y Ronán me llevaron a observar y evaluar, como lección en viajes Espaciales.
Viajamos rodeando cada Planeta, en una de las naves Espaciales de reconocimiento.
Después del reconocimiento, volvíamos a la Nave Madre.
De esa forma mi cerebro se iba alimentando de sabiduría cada vez más.
Otra vez vuelvo a pensar en mis padres.
¡Cómo los extraño!
¡Si supieran del viaje que estoy haciendo!
¡De todo lo que estoy aprendiendo!
¡Cuando lleve este conocimiento a mi mundo, el Inca será el hombre más inteligente de la <Pacha Mama>.
La voz de Ronán me saca de mi pensamiento.
Túpac mira esa puerta, y apretando un botón de la misma se abre.
Adentro hay una cama protegida con una tapa transparente.
Hasta ahora hemos viajado a altas velocidades que no afectan tu organismo.
Para cruzar de una galaxia a otra, la nave aumentará a la velocidad de la luz.
¡Viajaremos en la luz!
Es necesario protegerte.
Cuando la nave viaje a esa velocidad, tú estarás adentro de esa Cápsula.
Dormirás por un tiempo.
Todos dormiremos hasta llegar a nuestro Sistema de la Estrella Ardiente.
¿Ronán cuál será nuestro destino?
¿Quién guiará la nave?
Ronán me contesta las dos preguntas.
Nuestro destino está al final de la segunda Galaxia.
Ahí hay un Sistema Solar mucho más grande que el Sistema en donde esta la Tierra, tu mundo. La Estrella Ardiente que nos da vida, es muchas veces más que grande<Inti> el Sol que conoces.
Su atracción es tan poderosa, que mantiene girando en su órbita cantidades de Planetas parecidos a la Tierra.
Nuestro Planeta está a una distancia de la Estrella Ardiente que lo hace más vulnerable a la vida.
Preguntaste; ¿quién guiará la nave?
La nave se guiará sola. Tiene un cerebro inteligente con tantas tecnologías en su memoria, que es capaz de hacer viajes a distancias inimaginables.
Posee un sistema de protección que puede tolerar grandes impacto y advertir a mucha distancia un meteoro que pudiera cruzarse en su camino y así poder evitarlo.
Esta nave recibe información de espacio que va cruzando, la analiza y guarda en su memoria.
¿Ronán cómo es que la nave sola puede evitar los choques con distintos objetos.
¿Túpac, tú conoces los Murciélagos?
¡Si aparecen en las noches de <Machu Picchu>, son ciegos.
Para que tú entiendas, los Murciélagos tienen un sistema de Radar que no les permite chocar con nada.
Ese sistema de Radar lo tiene la nave, solo que es tecnológicamente más avanzado y más inteligente.
También tiene un sistema de alimentación de energía que cada vez que cruza un sistema de Estrella Ardiente, se abastece automáticamente de su potencia.
¿Tienes otra pregunta, Túpac?
¡Sí, tengo! ¿De dónde sale el oxígeno que estamos respirando?
El oxígeno es artificial.
Producto de composiciones y pruebas en nuestros laboratorios.
El oxígeno que respiramos está compuesto con productos sintéticos.
Estos productos se gasifican convirtiéndose en un gas invisible con las propiedades del oxígeno, al cuarenta por ciento y no al sesenta como tenemos en nuestro Planeta.
Pero es suficiente para mantenernos con vida.
Túpac, yo se que esta explicación no te aclara mucho la pregunta, pero te queda claro que el oxígeno que respiras en la nave es producido por nosotros.
En el tiempo que estés a nuestro lado, aprenderás todos los detalles que define la ciencia.
Ronán mientras termina su explicación me iba colocando aparatos en las orejas.
Túpac, desde ahora no les llamarás más orejeras, les llamarás auriculares.
Con ellos puesto entrarás a la Capsula.
Cuando estés acostado sentirás dormirte.
Por esos auriculares tu cerebro seguirá recibiendo información alimentando cada vez más tu memoria.
Por esas rejillas que están en tu cabecera saldrá el oxígeno con todas las Proteínas, Vitaminas y agua suficiente como para que tu cuerpo se alimente y llegues a destino tan sano y fuerte como ahora.
Como siempre sentía sus palabras en mi cerebro.
En su boca ningún sonido, pero yo lo seguía escuchando.
Antes que se cierre la Capsula, ¿Túpac tienes algo para decirme?
¡Si, Ronán!
¿Alguna vez podré hablarte con el pensamiento?
¡Ya lo estás haciendo Túpac!
Tú me escuchas en tu cerebro y yo escucho tus pensamientos.
Solamente tienes que pensar en lo que me quieres decir y yo te sentiré.
Ronán, prométeme que cuando lleguemos a tu mundo me explicarás porqué no hay Dioses, como me aseguraste.
¡Prometido Túpac!
Me hace una caricia con mucho cariño y dice, ¡buen viaje!
Le digo lo mismo.
Se sonríe y cerrando la puerta transparente, se va.
Al mismo tiempo que la nave alcanza la velocidad de la Luz, yo semidormido sigo mi aprendizaje.
Esta vez es la voz de Arion la que siento como maestro.
Estas lecciones se tratarán de los números e idiomas.
Los números en tu mundo se identifican con figuras o símbolos que significan cantidad.
Y en mi mente, como en una pantalla veo las figuras de los números. Con números se forman porcentajes, fórmulas, combinaciones y equilibran.
La primera figura es cero, no hay unida.
La segunda es uno, una unidad.
La tercera es dos, dos unidades.
Las siguientes son tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y nueve, todas representan lo mismo, cantidades de unidades.
La cantidad de un todo, se puede formar combinando números.
A esas combinaciones de números en algunos casos, se identifican como Cifras.
Las combinaciones son infinitas.
A este sistema de combinar números y obtener resultados, en tu mundo se le llama Matemática.
Con la Matemática encuentras todas las respuestas a sumar, restar, dividir y a solucionar problemas en casi todas las ramas de la educación.
Por mucho tiempo sentí que se grababa en mi memoria todo lo relacionado a la Matemática y sus derivaciones.
La voz de Arion dice, todo lo que aprendiste te servirá para determinar que lo que puedas crear tenga un buen resultado.
Con el tiempo iremos avanzando en este tema.
Ahora pasaremos a las lecciones de idioma.
Idioma se le llama a la forma exclusiva de la palabra en cada raza.
Cada raza usa palabras distintas, queriendo decir lo mismo con distinto acento.
Por ejemplo; Uava en Quechua, es niño en español.
Y Arion sigue, de los dos idiomas que nombramos uno ya lo conoces, Quechua.
Las lecciones seguirán con dos idiomas, el Español que lo precisarás cuando vuelvas a tu planeta y el otro es Zampho nuestro idioma.
Por largo tiempo las lecciones de los dos idiomas fueron grabadas en mi memoria.
Túpac, no te preocupes si no recuerdas nada de lo que aprendiste. Todas las respuestas, todo tu saber aparecerán en el momento que lo necesites. Tu memoria reaccionará ante la incógnita. Contestarás a todas las preguntas que te hagan o que te hagas, basado en lo que aprendiste
Yo seguía dormido y la voz de Arion era un tranquilizante.
Cuando Arion dio por terminada las lecciones dijo, ya eres un poco más inteligente Túpac.
La voz de Arion se dejó de escuchar.
Yo me quedé en silencio, seguía dormido. En el sueño traté de recordar lo que había aprendido.
¿Que había en mi memoria?
No recordé nada.
Desperté cuando aparecieron mis cuatro amigos.
Abren la tapa transparente y me sacan.
¿Ya terminamos el viaje?
¡No! Me contestaron. Eyia dice, ya llegamos a la segunda Galaxia y estamos entrando al primer sistema de una Estrella Ardiente.
¿Cómo pasaste en el viaje Túpac?
¡Bien!
Como compañero y maestro lo tenía a Arion.
¡Si lo habré pasado bien!
Todos rieron.
¿Túpac, quieres acompañarnos a hacer un reconocimiento y evaluación de dos Planetas.
¡Sí! Conteste.
¿Ronán, cuanto tiempo estuvimos viajando y durmiendo?
Túpac, el tiempo que pusimos es de un año espacial a la velocidad de la Luz.
No sé por qué no me sorprendí, cuando mentalmente empecé hacer cálculos matemáticos y dije, en mi Planeta serían diez años terrestres para llegar a la segunda Galaxia.
Así que la nave viajó a trescientos mil Kilómetros por segundo.
Tiempo terrestre.
Mis cuatro amigos me quedaron mirando.
Los rostros de satisfacción daban la impresión de que estaban creando el tesoro más preciado.
Todos me felicitaron.
Advertí que todo lo que estaba grabado en mi memoria, mi mente lo manejaba razonando. Me di cuenta que todos mis conocimientos irían saliendo de acuerdo a las situaciones que se presentaran.
¡Tengo hambre!
Fuimos a un salón donde estaban seis tripulantes de la nave alimentándose.
Me sirvieron en una bandeja un trozo de lo que parecía chocolate.
En un recipiente chiquito agua.
Eyia dice, después de tanto tiempo sin comer comidas sólidas, tienes que ir acostumbrando al estómago alimentándolo poco a poco.
Yo lo miré y pensé, ¡está bien!
Él sonríe y siento su voz en mi cabeza.
¡Muy bien, con algo se empieza!
Sin darme cuenta le hablé con el pensamiento y en su propio idioma.
Estaba tan sorprendido como él.
Aclárame Etón, si la duración del viaje a la segunda Galaxia fue de un año espacial y este significa diez años en la Tierra.
¿Por qué yo estoy igual?
Etón dice sígueme y me conduce frente a una pantalla.
Toca unos botones y aparezco yo en dos planos.
Señala al primero, este como ves eres tu hoy.
Este otro...
Me adelanté y dije, ¡es mi padre joven!
¡No Túpac!
Eres tú si estuvieras viviendo en el Planeta Tierra.
Miro las dos figuras y no podía creerlo.
Túpac, aquí se aplica la Ley de la Relatividad. A más velocidad menos tiempo.
En el espacio, a la velocidad en que viajamos el tiempo se acorta.
El Planeta Tierra viaja lento frente a las velocidades que viajamos en el universo,
Recuerda, a más velocidad menos tiempo.
En el espacio hoy tienes nueve años y seis meses.
En la Tierra tendrías diecinueve años.
La diferencia la ves en las figuras.
Tienes todos los datos para sacar tus propias conclusiones.
Etón te prometo que haré mi propio análisis. Me dirijo a Ronán.
Ronán, no olvides que tienes que explicarme lo que me dijiste de los Dioses.
Que no existen.
Te lo explicaré Túpac.
Siéntate, te haré una pequeña Historia.
¡Pon mucha atención!
Nuestra especie viene estudiando y analizando muchos Planetas desde hace más de quince mil años.
Al que más le pusimos atención, es al Planeta Tierra, tu mundo.
Desde que el ser humano quiere hacer uso de razón, creía que las adversidades eran provocadas por un ser malo que los castigaba, que no veían pero estaba.
Sus cerebros por falta de conocimiento, no hacía que sus mentes razonaran.
Un movimiento de tierra, inundaciones, grandes vientos o un rayo prendiera fuego un bosque, era suficiente para pensar que un ser malo los castigaba.
La gran ignorancia por falta de conocimiento los hizo crear otro ser que los ayudara contra el ser malo.
¡Un creador un ser bueno!
Por supuesto, ese ser no debería verse y poder luchar contra la maldad.
Es el nacimiento de todos los Dioses y Demonios.
Los buenos y los malos.
Después aparecieron los intermediarios. Iglesias, Templos y otros.
Decían que traían la palabra de Dios.
También los que representaban al Diablo o Demonio traían su palabra.
Todos, unos y otros manejaban grandes fortunas manipulando ignorancia.
La influencia de estos manipuladores están haciendo que los seres humanos se maten entre sí para hacerse de más creyentes.
En este momento en nombre de Dios se están matando pueblos enteros, por el solo hecho de no aceptarlo.
Túpac, te contaré algo que te puede hacer razonar de una forma u otra.
Hace tres mil años terrestres una nave de reconocimiento nuestra llega a la Tierra.
En su llegada y partida lo hacía con una explosión y grande llamaradas.
Accidentalmente nos encontramos con seres humanos que estaban cazando.
Cuando nos vieron nos recibieron y trataron como si fuéramos Dioses. Nos hacían reverencias como a ellos.
No hubo forma de hacerles ver y creer que no éramos Dioses.
Así lo creyeron y nos despidieron como tal.
No quisimos interferir en sus vidas y nos fuimos lo antes posible.
Durante muchos años llevaron ofrendas al lugar del encuentro.
Túpac, tú mismo nos creíste Dioses.
Pero te demostramos que no se precisa ser un Dios para ver de cerca a <Quilla>o <Inti> los Dioses Inca.
Estas adquiriendo todos los conocimientos nuestros.
Con lo que llevas aprendido ya eres el más inteligente de los Incas.
No solo de los Incas, de la Tierra.
¿Por eso eres un Dios?
¡No lo creo!
Este hecho que te termino de contar, no es para que determines que no hay Dioses o que los hay.
Es simplemente un conocimiento más, que te lleve a la verdad.
¡Ronán, me aseguraste que no hay Dioses!
Si Túpac te lo aseguré, es verdad.
Quiero que entiendas que mis experiencias nacen de conocer mucho del universo.
Saber de Planetas que a través del tiempo en forma natural, cumplen cambios en procesos sin la ayuda de Dioses.
¿Ronán, como sabes que no son Dioses los que procesan?
Porque conocemos las materias y sus procesos de cambios.
Somos una especie basada en la ciencia y la ciencia no nos permite analizar, más que lo que es lógico.
Lo que no vemos o sentimos no significa que no existen, porqué tenemos instrumentos que lo prueban.
Sabemos que no hay Dioses por qué no los vemos ni lo sentimos y no tenemos instrumentos para ninguna de las dos cosas.
¡Somos científicos, Túpac!
No tenemos el sentimiento, y menos imágenes de Dioses
Ahora no vas a decidir cuál es la verdad.
Los estudios e inteligencia te ayudaran a llegar a ella.
Cuanto más largo sea el camino del conocimiento, más corto será el razonamiento.
¡No lo olvides!
Mis amigos son de una especie que siempre hablan con la verdad.
No conocen mentira, maldad o engaño.
Cuando yo los conocí, también creí que eran Dioses.
Pensé que únicamente los Dioses podían llevarme a ver otros Dioses, como <Inti> o <Quilla>.
Cuando mis amigos me hablan lo hacen con la mirada directa hacia mis ojos.
Sus ojos color cobre brillante, miran como queriendo que cada palabra entre en mi cerebro y queden grabadas en mi memoria. Y lo logran!
¿Ronán, por qué ustedes no hablan con la boca?
Nuestra especie no tiene Laringe, Diafragma ni Lengua.
Nacimos con un sentido de comunicación única.
Nuestros cerebros producen y reproducen señales y las convierten en palabras que solo nosotros escuchamos y reconocemos.
¡Yo les escucho y les hablo con el pensamiento!
Es verdad Túpac, cuando dije nosotros, también estabas incluido.
¡Ya eres uno de nosotros!
Estábamos sentados en la sala de descanso.
Cuando de pronto llega Arion. Ronán Túpac ya estamos en la zona, los esperamos en el salón de apronte.
El salón de apronte era donde nos ponían los equipos que se usan para entrar a los Planetas que producen poco o nada de oxígeno.
¡Mis amigos me prometieron llevarme, me servirá de experiencia!
¡Y así lo hicieron!
En la nave de reconocimiento fuimos al primer Planeta recorriéndolo a una altura programada.
Ronán frente a una pantalla tomaba notas.
Después de un rato de observación, de la pantalla sale una orden.
¡Pueden bajar!
La nave alcanza la velocidad para entrar al Planeta.
Como una bola de fuego entra en él.
Desde la nave se eligió el lugar apropiado para posarla.
Bajamos Eyia, Arión y yo.
Ronán y Etón quedaron en la nave. Eyia me comenta, todavía es un Planeta joven, muy poca humedad. El instrumento marca el tres por ciento de oxígeno.
Se tomaron otras mediciones para llevar a la nave y evaluarlas.
Estuvimos haciendo observaciones hasta que Arion dijo, nos estamos quedando sin luz. En esta parte empieza la oscuridad.
Tenemos que irnos y emprendimos la retirada.
La nave otra vez como una bola de fuego se eleva hacia el espacio.
Y adentro de la Nave Madre mis cuatro amigos y yo comentábamos lo del viaje.
¿Te gustó el viaje Túpac?
¡Si Ronán!
La emoción no me dejaba hablar.
Cuando me sentí más tranquilo, pregunté a Ronán. ¿Cuándo podré contar a mis padres esta aventura?
¿Cuándo los veré?
Entonces Ronán hace algo inesperado.
Me lleva a otro compartimiento.
Túpac, esta es la sala de observación a distancia.
Como la distancia entre la nave y el Planeta Tierra es muy grande, la información en imágenes lleva mucho tiempo en llegar.
Las imágenes que vas a ver en pantalla se reciben ahora, pero salieron hace catorce años terrestres.
Después que Ronán ajusta la señal, se empieza a ver mi mundo y los territorios Incas. La imagen se acercó tanto que llego a reconocer a mi ciudad, <Machu Picchu>.
Sigue acercándose y veo a mi gente caminando por la selva de Vilcabamba. El acercamiento de la imagen no fue tanto como para reconocer a alguien
¡Parece que tu gente salió de cacería! Dice Ronán!
Yo miraba sus vestimentas.
¡No, no están de cacería!
Vilcabamba no es zona de cazar.
Es en donde mi padre y sus guerreros se aprontan para la guerra.
Sus vestimentas son para la guerra.
¿Cómo sabes que es la selva de Vilcabamba?
Por qué es una montaña muy conocida por los Incas.
Mi padre me llevó a conocer toda el área de la montaña y su selva.
¿Ronán, por qué se va la imagen?
Te explico Túpac, se desaparece porque la imagen es tomada por una nave de exploración que recorre ese Sistema Solar y se aleja del lugar.
Esa nave es la que manda información de todo ese Sistema.
¿Cuándo volveré a ver mi mundo?
Tienes que tener paciencia, Túpac.
Hay que esperar que la nave pase de nuevo por ese lugar del Sistema.
¿Y cuánto demora?
Yo te avisaré.
Mientras tanto la Nave Madre a gran velocidad se iba acerando al otro Planeta
que teníamos que evaluar.
Llega Eyia y nos avisa que tenemos que reunirnos en el salón de apronte.
Y así lo hicimos, todo como en el Planeta anterior.
Observamos, evaluamos y volvimos a la Nave Madre.
Después de un buen descanso, dice Arion, ahora nos espera un viaje muy largo.
Pasaremos por cuatro Estrellas Ardientes recargando la nave, después nos dirigiremos sin parar a nuestro destino, el Planeta Zampho. Les avisaré cuando llegue el momento de ir cada uno a su compartimiento.
Pasamos largo tiempo mirando por una pantalla lo que nos iba mostrando el universo.
Lo que yo no entendía de lo que veía, Ronán me lo explicaba.
Arion nos dijo que era el momento de volver a nuestros compartimientos.
Mi amigo Eyia me acompaña al mío.
Cuando estábamos en mi compartimiento.
Me pregunta.
¿Qué tienes Túpac?
Te noto triste.
Es que extraño a mis padres y me duele que ellos no sepan de mi aventura, de todo lo que estoy aprendiendo.
Túpac, por la distancia que hay entre la nave y tu mundo, los mensajes demoran mucho más pero llegan.
Manda los mensajes a tus padres. Cuanto más mensajes, más poderoso será tu cerebro.
Se te hará cada vez más fácil y los mantendrás informado.
Mientras Eyia me hablaba me aprontaba para entrar en la Cápsula.
Dice, ahora tenemos un viaje muy largo hasta llegar a nuestro Planeta.
Seguirás teniendo lecciones durante el viaje.
El aprendizaje seguirá grabándose en tu cerebro.
Cuando lleguemos serás un joven tan inteligente como los nuestros.
Te repito, manda mensajes a tus padres y cuenta tus aventuras.
Eyia se despidió.
¡Hasta pronto!
Yo me quedé pensando.
¿Cuanta información tendrá mi memoria?
Como dijo Etón, todo lo que has aprendido saldrá en el momento que lo precises.
La vos de Arion se empezó a oír en mi cabeza y las nuevas lecciones empezaron.
Con su voz, el sueño se apodera de mí.
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Y yo Juaquín, como saliendo de un sueño, otra vez me encuentro con la realidad.
La gente en la plaza seguía con su vida diaria.
Túpac Amaru sentado a mi lado.
¿Entiende mi Historia amigo mío?
Como ya se lo dije Túpac, no solo la entiendo, también la vivo como un testigo invisible cada momento.
Túpac, usted me prometió que me explicaría como hace para que yo presencie la experiencia vivida por usted hace tantos años.
Juaquín, todo a su tiempo, mañana le contaré la última parte de la Historia y le prometo que todas sus preguntas serán contestadas.
Mañana también terminaré mi misión en este Planeta.
¿Cuál es su misión Túpac?
Ya le dije Juaquín, mañana tendrá todas las respuestas.
Se levantó y me saludó con su mano izquierda en mi hombro derecho.
¡Es usted una buena persona Juaquín!
Se fue otra vez lentamente.
Lo que sentí en ese saludo, nunca pude explicármelo.
Lo que sentí después si, más vivo, joven y con más fuerza. Aunque ya se había hecho tarde me quedé un rato más sentado en la plaza.
Llegué a pensar que me estaba volviendo loco.
Y seguía la pregunta.
¿Cómo yo podía viajar en una nave espacial a trescientos mil Kilómetros por segundo y ser el único testigo después de quinientos años?
¡Es de locos!
No podía negarlo porque se que no fue un sueño y estoy seguro que lo vi y viví todo.
Esperaré hasta mañana y como dijo Túpac, sabré el final.
También me fui despacio a mi casa.
Ya era tarde, nada de ganas de almorzar.
Encendí el televisor y puse el canal de noticias.
Las de siempre, pero más graves.
Toda Europa se estaba involucrando.
Ya no sufría las consecuencias España solamente.
Francia y Portugal que estaban pendiente de lo que sucedía a España, brindaban toda la ayuda posible.
El gran temor era que la Cúpula fuera a extenderse a los países limítrofes.
Los científicos que no sabían que originaba o que fuente de energía producía la Cúpula, también tenían el mismo temor.
Desde los Helicópteros franceses por intermedio de pancartas, se les avisaba a todos los ciudadanos que estaban sobre los techo de los edificios, que evacuaran todos los campos del norte.
Los científicos habían decidido cuál era el mejor lugar y de menos riesgo para la explosión.
Yo sé que esta tragedia en España es muy preocupante para cualquier ser del Planeta.
Pero yo tenía otra preocupación y no me la podía sacar de la cabeza, Túpac y su Historia.
Yo la estaba viendo desde un lugar donde nadie me veía.
Yo era el testigo oculto.
¿Cómo pude estar ahí?
Viajé junto a Túpac por gran parte del universo a velocidades que el ser humano actual ni en sueños lo lograría.
Llegó la noche y me fui a dormir.
Me dormí después de mil preguntas y muy pocas respuestas.
A otro día seguí con la misma rutina. ¡Me sentía cada vez mejor de mi corazón.
Caminé los dos Kilómetros ya previsto y volví a la plaza.
¡Otro día primaveral, esplendido!
Gente que pasaba hacia su trabajo y otros se sentaban simplemente a tomar el Sol. Hoy iban a suceder dos acontecimientos, el primero, se terminaba la Historia.
El segundo, mi amigo Túpac se iría tal vez para siempre.
Como lo dije antes, estaba sintiendo lo mismo que un niño esperando el final de un cuento.
Mucha ansiedad y curiosidad.
Levanto la vista y lo veo venir.
Mi amigo Túpac Amaru hijo se acercaba lentamente.
Dije su nombre completo por qué no tenía ninguna duda de su Historia y procedencia.
¡No podía tener dudas, si yo mismo estaba viviendo su Historia!
¡Buen día Juaquín! ¡Lo mismo para usted Túpac!
Cap. 8
Me comenta, este día debe ser el más hermoso desde que nos conocimos.
¿Será por qué es el último?
Hoy termino mi Historia y espero que todas sus preguntas sean contestadas.
Las respuestas vendrán con solo vivir la Historia como lo ha hecho hasta ahora siendo el testigo invisible.
Juaquín, si no tiene ningún comentario le empezaré a contar el final.
¡Estoy ansioso por saberlo Túpac!
Yo seguía en el compartimiento.
Empecé a despertar al mismo momento que la voz de Arion se dejaba de oír.
¿Cuánto habré aprendido esta vez?
El compartimiento se abre y entra Ronán, me saca de la capsula y desconecta los instrumentos.
Los que enriquecían mi memoria y los que alimentaban mi estómago.
¿Te sientes bien Túpac?
¡Sí!
¿Cuánto tiempo estuve en la capsula?
Túpac, ahora tendrás dos sorpresas, la primera ya tienes trece años entre los terrestres y los del espacio
¿Cuantos tendría en mi Planeta?
Has tus propias ecuaciones, estás capacitado para hacerlo.
Lo sentía en mi cerebro mucho más claro y mis pensamientos iban al suyo con más facilidad.
Estábamos comunicándonos sin hablar, en perfecto idioma Zampho.
Pensé en lo que dijo Etón, toda tu sabiduría saldrá en forma natural cada vez que lo necesites.
Hice mis cálculos, velocidad, tiempo y espacio y logré la respuesta.
Ronán, según mis cálculos en mi Planeta tendría cincuenta y ocho años.
¿Está bien?
¡Muy bien Túpac!
Ahora acompáñame, iremos por la otra sorpresa.
Fuimos hasta el salón comedor donde se encontraban mis otros amigos mirando una pantalla grande. En ella se veía muy lejos un Planeta.
Ronán me dice, ¡ese es Zampho nuestro Planeta!
Nos acercábamos y más grade se veía.
¿Ronán, por qué el Planeta se ve de un lado azul y blanco y del otro color cobre?
Túpac, de un lado son Océanos y nubes, del otro, desiertos de arena con cobre.
¡Veo al Planeta girando alrededor de una gigante Estrella Ardiente!
Ronán, me da la impresión de que el Planeta avanzara rodando en la órbita de esa gran estrella.
¿Es lo que veo?
¡Si Túpac!
Zampho no es como la Tierra que cumple con dos movimientos, traslación y rotación.
Zampho tiene tres movimientos en su recorrido en la órbita de la Estrella Ardiente, traslación, giro en si mismo y rotación.
No tiene lados donde no da el calor de la Estrella Ardiente.
No tiene Polos de hielo.
Es diez veces más grande que la Tierra.
La Estrella Ardiente es cien veces más grande que el Sol que ilumina la Tierra y mantiene en su órbita cientos de Planetas.
El más apto para la vida es Zampho.
Túpac no olvides que los cálculos que hago, son los mismos que hacen en tu mundo. ¡Si, Ronán!
Ronán seguía dándome datos de este Sistema y mi cerebro almacenaba información en mi memoria.
A medida que la nave avanzaba a una velocidad extraordinaria, Zampho se acercaba.
Cada vez más grande e impresionante era ver aquel coloso que avanzaba en el espacio rodando, balanceándose lentamente de derecha e izquierda.
La nave se encargaba de que las imágenes se vieran más grandes y los movimientos del gigante Planeta, lentos y seguros.
Eyia dice, muy pronto conocerás nuestras costumbres y sistema de vida.
Sabrás que nuestra especie, única en esta parte de universo no conoce maldad, odio ni ninguna clase de mal para lograr sus objetivos.
En todo momento la mentalidad de nuestra especie está pendiente del bienestar de los demás.
Ahora nos ocuparemos de la atención que requiere la nave.
Túpac tu puedes recorrer los sitios de ella que no conoces, sin tocar nada.
Mientras tanto nos iremos ocupando de preparar todo para la llegada a la órbita del Planeta.
Después esperaremos que la nave esté en posición para que entre en él. ¿Qué es que tenemos que esperar para entrar en el Planeta?
¡Buena pregunta Túpac!
Tenemos que esperar que el movimiento de rotación del Planeta este en línea y a favor de la entrada de la nave.
De lo contrario chocaríamos como un gran Meteoro o nos despediría nuevamente al espacio.
Cualquiera de las dos cosas sería terrible para la nave y su tripulación.
¿Entendiste Túpac?
¡Si Eyia!
La nave seguía acercándose a gran velocidad al fabuloso Planeta.
¿Eyia, que tiempo nos llevará llegar a Zampho?
El tiempo que nos llevará para que tu lo entiendas, es un año terrestre o doce Lunas como te enseñaron tus padres.
Amigo mío, háblame de tu raza y origen.
Túpac es una Historia muy larga.
Eyia, para llegar tenemos un año terrestre.
¡Tenemos tiempo!
Está bien Túpac, escúchame.
Nuestra especie no es de origen de Zampho.
Se formó en otro Planeta de otra Galaxia.
Después de millones de generaciones nuestros científicos que venían evaluando el sistema de esa Estrella Ardiente donde estaba el Planeta que habitábamos, haciendo cálculos se dieron cuenta que dicha Estrella con su fuerza de atracción, nos estaba llevando hacia ella.
Y otros Planetas cercanos serían atraídos también. La gran presión que ejercía la atracción de la Estrella, haría que en poco tiempo nuestro Planeta explotara. Esta inmensa explosión en la Tierra se le llamará <Súper Nova>.
Cuando nuestros científicos entendieron que ese final era eminente, decidieron formar un equipo de exploración y salir a recorrer parte del universo para buscar un Planeta con expectativa para la vida.
Otros científicos que venían trabajando en una fuente de energía producto que emanaba de los rayos de la Estrella, decidieron que era el momento de probar esa energía.
La finalidad era que nuestras naves viajaran con la Luz y a la velocidad de ella aprovechando su fuente de energía.
Se forma una expedición de buenos científicos.
Se eligen veintidós de los mejores dirigidos por el maestro científico Eyia Zampho.
Lo escuchaba con mucha atención y le comento, ¡tienes el mismo nombre!
Si Túpac, me pusieron su nombre en honor a él.
Quiero aclararte que lo que te estoy contando sucedió hace cincuenta mil años terrestres.
Con ese sistema de energía la expedición sale a recorrer parte del universo en busca del nuevo Planeta.
Todo salía como los científicos lo habían planeado.
La nave entraba y salía de los sistemas de las nuevas Estrellas Ardientes, recargando su fuente de energía En el viaje se iban perfeccionando las múltiples funciones con que contaba la nave.
Su cerebro tenía una capacidad de memoria infinita.
Analizaba y deba datos concretos de lo que observaba.
Uno de los datos que los científicos le ponía más atención, era la cantidad de oxígeno que producía el Planeta en estudio. En cuanto a la velocidad superó todas las expectativas, alcanzó la velocidad de la Luz.
Su cerebro grababa en su memoria el recorrido haciendo un diagrama o mapa, que le permitiría volver sin contratiempo.
Y así Túpac, encontraron el Planeta que habitamos.
Reunía todas las condiciones, sobre todo el oxígeno al sesenta por ciento.
Se le llamó Zampho en honor al científico descubridor.
Miles de naves fueron perfeccionándose al mismo tiempo que emigraba nuestra especie.
Nos llevó evacuar el Planeta, más de cinco mil años terrestres.
Tres mil años terrestres después, la nave de observación que giraba alrededor del Planeta que habitaban, les mandaba la última imagen.
Se cumplía lo que los científicos habían calculado. La gran explosión, una Súper Nova. Después vendrían otras.
La gran potencia de atracción de la Estrella Ardiente que mantenía cientos de Planetas en órbita, iba a sacudir ese sistema y hacer un caos en la Galaxia.
Túpac, si entendiste lo que te he contado, ya conoces el origen de nuestra especie.
¿Eyia, siguen teniendo naves que exploren el universo?
¡Gran parte de él Túpac!
Ahora te adelantaré algo de nuestra civilización, culturas y costumbres.
Nuestra especie se formó como una raza de aspecto muy poco diferente entre sí.
A pesar de ser muy parecidos, tenemos diferencias que nos individualizan y reconocemos.
Tenemos una cultura que se basa en la investigación, aprendizaje y proveer de mucha información a nuestros cerebros.
Desde niño vamos creando buenos científicos. ¿Eyia yo soy un ejemplo de esos niños?
Claro Túpac, tu eres el terrestre más inteligente, tanto como un joven de Zampho.
Te sigo contando, los niños viven su infancia jugando y estudiando a la vez.
Todo juego les lleva información a su cerebro alimentando su memoria.
Cuando llegan a la adolescencia, que es el momento que pueden aparecer focos de malos pensamientos, se les practica una pequeña intervención quirúrgica a la parte del cerebro que la produce.
¡Yo lo miré alarmado! ¿Eyia, a mí me va a pasar?
¡No Túpac!
Tú no eres uno de nuestros jóvenes.
Ya eres uno de nosotros y serás un joven sin cambios.
Te aclaro que el adolescente en la intervención quirúrgica no siente dolor ni se le toca.
Todo lo hace un instrumento, produce una señal que entra al cerebro, ubica la parte productora de malos instintos y la anula.
El adolescente sigue su vida normal con el beneficio de no hacer mal a nadie y menos a él.
Así erradicamos toda mala intención desde niños.
Nuestras ciudades y naves están protegidas contra cualquier ataque natural o invasor.
Nosotros no tenemos armas de guerras.
Nunca fuimos atacados y si lo fuéramos los sistemas de protección se activarían y nuestras ciudades se harían impenetrables.
¡Eyia en las ciudades Incas hay mucha gente mala!
Mi padre y sus guerreros siempre las combatieron.
Si Túpac, hay mucho terráqueos malos que siempre están pensando en que sus logros tienen que ser ganados con guerras.
Por eso los observamos y analizamos sin intervenir en sus formas de vida.
¡Eyia, sin embargo ustedes me trajeron!
¡Túpac tu eres especial!
Vimos tu interés en saber y analizamos tu cerebro.
Te sentimos como uno de nosotros.
El momento que nos encontraste, también fue especial.
El motivo porque te pedimos que le pidieras permiso a tus padres para viajar, fue el más importante de los motivos.
Nunca nos habíamos involucrado en la vida en otros Planetas.
¿Eyia, cual es el motivo más importante?
Todavía no puedo hablarte de ello.
¡No lo entenderías!
Seguí creciendo, estudiando y esa pregunta se contestará sola.
Solo piensa que eres Terráqueo y serás el eslabón que unirá dos mundos.
Ahora vete a tu compartimiento, pide tus alimentos y sigue estudiando
Túpac, también recuerda lo que ya te dijimos, todas las palabras que empleamos en las lecciones se usan y usarán en la Tierra, tu mundo
Así lo hice, fui a mi compartimiento, prendí la pantalla y empezaron mis lecciones.
No tenía ganas de alimentarme.
Pasó el tiempo, la nave seguía avanzando a gran velocidad.
En una pantalla íbamos mirando la parte del universo que atravesábamos.
Cuando veíamos un Asteroide o Meteoro que podía atravesarse en el trayecto de la nave, ella cambiaba su curso
Cuando desaparecía lo que ella consideraba un peligro, volvía al rumbo programado.
Era un viaje de mucho aprendizaje.
Yo seguí alimentando mi cerebro a tal punto, que no sabía cuanta sabiduría había en mi memoria. Pero como dijo Etón, muchas veces tu inteligencia y sabiduría saldrán en los momentos que lo necesites.
Y en el viaje comprobé lo que decía Etón.
Llegó el momento que en todas las conversaciones y planteos del viaje, la tripulación me integraba. Así pasó el tiempo, la misma rutina, estudio y conversaciones en tres idiomas, Quechua, Español y Zampho.
No hacía ningún esfuerzo para dirigirme mentalmente.
Me dirigía a todos con solo mirarlos, pensando en lo que quería decirles.
Me escuchaban y los escuchaba.
Ya había pasado tiempo desde que Eyia me dijo que para llegar a destino faltaba un año terrestre.
Aparece en pantalla Ronán diciendo: todos a sus compartimientos.
Vamos a entrar en nuestro Sistema de la Estrella Ardiente y la nave aumentará al doble su velocidad.
¿Eyia por qué al doble de su velocidad?
Túpac es necesario para que la fuerza de gravedad de algún Planeta no nos atraiga.
Potencia, velocidad y distancia, es la clave para escapar de la atracción de un Planeta.
Haz tu cálculos Túpac, tu puedes hacerlo
Cierren sus puertas, agrega Ronán.
Antes que yo pregunte Eyia me dice, es para que la fuerza de gravedad no se altere en los compartimientos.
Nos fuimos todos a nuestros lugares.
Cuando entré en mi compartimiento ya la pantalla mostraba la imagen del Planeta Zampho.
¡Hermoso, gigante!
Otra vez pensé en mis padres.
Estaba por caminar en un Planeta lejano, desconocido y era el único de mi mundo que lo iba hacer.
¡Mis padres sin saber de mi experiencia!
Otra vez me puse a llorar desconsoladamente.
Quise mandarles un mensaje, pero mi cerebro se negó bajo tanta presión.
Logré calmarme y mi mente me indicó que era el momento.
¡Me concentré y mandé el mensaje!
¡Padres míos los extraño, los quiero y los veré pronto!
Después más tranquilo pensé, los mensajes mentales son más rápidos que la velocidad de la Luz.
¡Muy pronto sabrán de mí, si es que viven!
Adentro de ese Sistema de la Estrella Ardiente nos cruzamos con muchos Planetas.
Pasó el tiempo y en el momento que pensaba cuando llegaríamos, en la pantalla aparece el coloso Zampho avanzando, rodando, balanceándose ciento ochenta grados.
La voz de Arion anuncia, ya estamos en la órbita de nuestro Planeta.
La nave esperó que el Planeta se pusiera en línea de entrada y entró en su atmósfera a mucha velocidad.
Producía por la fricción inmensas llamaradas.
Después de pasar del espacio exterior al interior baja la velocidad hasta quedar suspendida en el aire.
Lentamente despacio se posa en una base lisa de piedra.
La pista en donde se deposita tiene diez Kilómetros por diez Kilómetros, un verdadero cuadrado.
Miré por la ventana y lo que vi me dejó asombrado.
Cientos de hombres, mujeres y niños esperaban la llegada de la nave. Todos se veían iguales, túnicas blancas, cabellos color cobre y zapatillas del mismo color.
Eyia se acerca a mi lado y dice, ¡Túpac te esperan!
¡Este es el recibimiento que te hace mi raza!
Yo seguía con mi asombro.
Levanté la vista y miré más arriba, en el aire volaban naves chiquitas.
Eyia se dio cuenta de lo que me llamó la atención.
Señalando hacia ellas me dice, ¡son vehículos particulares del aire!
¡Nosotros nos movilizamos en ellos!
También tenemos vehículos que ruedan por las calles.
Llegó el momento de descender y lo hicimos por una rampa mis amigos y toda la tripulación.
El recibimiento fue inolvidable.
Al pasar todos me tocaban, no como algo raro.
Yo sentía el cariño y afecto que me demostraban.
Había mucho silencio, pero el entusiasmo y la algarabía yo la sentía en mi cerebro. Todos levantaban los brazos en señal de bienvenida.
Hombres y mujeres tenían poca diferencia, ellos calvos y de melenas largas como mis amigos.
Ellas de cabellos cortos enrulados color cobre que les cubría todo el cráneo.
Las vestimentas eran todas iguales.
Con el tiempo me di cuenta que el mundo Zampho era una especie única.
No podía haber otra en el universo.
Salimos del lugar en un vehículo que rodaba.
Mis cuatro amigos viajaban a mi lado.
Y la que después supe era la compañera de Eyia me iba informando de todo lo que veía.
Pasamos por muchas ciudades.
Una de las cosas que me llamaron la atención, era que las viviendas estaban como suspendidas en el aire.
Apoyadas en cuatro o cinco de lo que parecían palos finitos.
¿Ronán por qué todas las viviendas están suspendidas y apoyadas en palos finitos?
Túpac no son palos finitos, son vigas verticales de apoyo.
Casi todas nuestras viviendas están como flotando, porqué le damos mucha importancia al pasaje de aire.
Cuando el aire pasa sin obstrucción, el oxígeno más rápido se renueva.
Seguimos viajando hasta llegar a una ciudad con las características de todas.
Lo único que la diferenciaba de las otras, era que la rodeaban unas torres de mucha altura.
Señalándolas pregunto. ¿Ronán para que son y por qué tan altas?
Túpac, estas torres están colocadas estratégicamente rodeando toda la ciudad.
Existen muchas en todas las ciudades del Planeta.
En las puntas tienen poderosos Radares que detectan si algún objeto extraño se acerca al Planeta.
También tienen antenas que reciben señales de imagen y sonido de gran parte del universo. Iba muy atento observando todo lo que veía en el camino.
Mucho silencio.
El zumbido bajito que producía el vehículo en su marcha, era el único ruido permanente.
Eyia paró el vehículo rodador frente a lo que dijo, ¡esta es nuestra vivienda!
La vivienda era como casi todas, sostenidas por varias vigas verticales a una altura de seis metros, (medida terrestre).
Bajamos del vehículo, Eyia su compañera y yo.
Mis otros amigos nos saludaron y se fueron en el vehículo.
La compañera de Eyia me mira sonriendo con simpatía. Su voz en mi cerebro me dice, me llamo Kus y por ahora te quedarás con nosotros.
Usando el idioma Zampho en voz alta y riéndome le contesté.
¿Y adónde voy a ir?
Hasta ahora no me había escuchado hablar con palabras sonoras.
Y empezó hacer muecas de mucha risa en su cara.
Nos acercamos a la vivienda.
Eyia me dice que me pare adentro de un círculo que había en el piso.
Los tres lo hicimos. Kus apunta hacia arriba con algo que tenía en la mano. Disparó un rayo de luz y bajó otra que cubrió el círculo.
Igual que en la nave, nos llevó hacia arriba y entramos en la vivienda.
Con Kus como guía, me fue mostrando toda la vivienda.
Los dormitorios, salón de descanso y donde hacía los alimentos.
Después pasamos a lo que Kus llamó el salón de estudio e investigaciones, donde Eyia y ella trabajaban.
¡Desde hoy en adelante será el tuyo también Túpac!
La vivienda me gustó mucho, pero lo que más me impactó, fue el salón de estudio.
Instrumentos de todo tipo, pantallas de comunicación muchas.
¡Túpac!
¿Si Eyia?
Veo el entusiasmo en tu rostro cuando paseas tu mirada por el salón de estudio.
Quiero que sepas, que aquí te iniciaras como científico.
¿Qué te parece?
Le contesté con otra pregunta.
¿Aprenderé a usar todos los instrumentos?
¡No lo dudes, Túpac!
Después de un tiempo de descanso yo haré un viaje y Kus te enseñará toda la zona en que vivimos.
Cuando regrese seguiré con mi trabajo y tu empezarás con los estudios.
¿Qué es lo que empezaré a estudiar primero?
Túpac, lo primero que vas a conocer es el cerebro y sus funciones.
Tu maestra científica será Kus.
Y así pasó, transcurrieron días y noches, por cierto mucho más largas que las de mi Planeta.
Un día después de dormir me levanto y encuentro que Eyia se había ido.
¡Nuevo día Túpac!
¡Nuevo día Kus!
Ahí me di cuenta que Kus me estaba enseñando a saludar en la mañana.
¿Adónde fue Eyia?
Kus me contesta, se fue a una reunión de científicos, donde debe explicar por qué no cumplió con el reglamento y las leyes de nuestro mundo.
¿Qué hizo?
¿Qué leyes?
Túpac, el hizo lo que cualquier científico hubiera hecho, pero nuestras leyes dicen que los Planetas en observación deben ser evaluados sin tocar nada y menos traer alguna clase de vida.
Cuidamos que nuestro Planeta no se contamine.
Yo confío en Eyia, todo lo que hace y dice es justo.
¡Es un gran científico, uno de los más reconocidos!
Les explicará de su comportamiento y beneficios de tu llegada.
En estos días saldremos a conocer la zona en que vivimos hasta el día que llegue Eyia.
Después empezarás los estudios.
La voz de Kus entraba en mi cerebro pausada, suave.
Por momentos se sentía tan natural que parecía con sonido. Kus me llevó a conocer la zona y sus habitantes.
Llamaba la atención porque era distinto.
Aun así me trataban con mucho cariño.
Kus me dijo que no dejara de hablar con mi propia voz, a todos nos gusta y no pierdes la práctica.
Yo me di cuenta que a los habitantes de la zona les causaba gracia escuchar mi voz y me entendían.
Cada conversación con Kus era una lección de vida y en muy poco tiempo pasó a ser mi segunda madre. ¡Por qué ella me trataba como un hijo!
Llegó el día en que volvió Eyia.
Las novedades que trajo eran alentadoras.
Había explicado a los científicos gobernantes, el por qué incumplió las leyes trayendo a un ser sin contaminación de habla parlante.
Los grandes científicos lo escucharon y decidieron darle una oportunidad por su trayectoria científica y tratar al niño del Planeta Tierra como uno de nosotros.
¿Eyia qué fue que los convenció?
Túpac hace ochocientos años terrestre mi padre en uno de sus viajes de reconocimiento y evaluación llegó a la tierra. Estuvo más tiempo de lo planeado e hizo unos estudios.
Descubrió que la raza humana y la de Zampho, genéticamente eran iguales. Que la especie humana se procreaba igual a la nuestra.
Las diferencias eran tres.
A los Zamphos nos faltaba el habla parlante.
Nuestros cerebros son más chicos pero con mayor capacidad de entendimiento.
A partir de ese descubrimiento los científicos en medicina trataron de implantar sistemas sonoros a nuestro hablar, sin éxito. Túpac eres el primer joven de habla parlante en este Planeta.
¡Ese es el motivo que los convenció!
¿Eyia, tengo que pensar que puedo ser el que aportará a tu raza el sentido del habla?
Eyia y Kus se miraron.
Sentí en mi cabeza las voces de los dos que exclamaban, ¡ese es nuestro joven!
La sensación de alegría y después tristeza, me invadió.
La alegría, por qué podía aportar a mis amigos algo importante y tristeza porque recordé a mis padres.
¿Qué será de ellos?
¿Cómo estarán?
¿Kus desde tu salón de estudio podré observar mi Planeta?
Me contesta, ¡nuestro salón de estudio!
Dice Eyia, pronto te llevaré a conocer el Centro Espacial y pediremos imágenes del Planeta Tierra y sus razas, en especial la tuya.
Te enterarás de los cambios que hubo en estos cincuenta años.
¿Tanto tiempo pasó?
¡Si Túpac, no olvides que ya tienes casi catorce años!
Me dirijo a los dos.
¿Mientras viva en Zampho, los promedios de velocidad, espacio, tiempo provocarán el mismo efecto comparándolos con los de la Tierra?
Kus dice, muy buena observación Túpac.
Saca tus propias conclusiones.
Todo lo tienes grabado en tu memoria.
Recuerda que este es un mundo que está ubicado en un sistema de una Estrella Ardiente diez veces más grande que el sistema en donde está el Planeta Tierra.
Nuestro Planeta es cuatro veces más grande.
La traslación en la órbita de nuestra Estrella Ardiente, es ocho veces más en tiempo y espacio. Este Planeta viaja a una velocidad cuatro veces más que la de la Tierra.
Kus agrega, si haces las ecuaciones bien tendrás el resultado de cuántos años tienes en este Planeta y cuantos en el Planeta Tierra.
Les prometí que trabajaría en eso y tendría la respuesta a mi pregunta.
Pongo atención que una mirada de Eyia o Kus dirigida hacia un panel pequeño que había en cada habitación, varios cilindros se ponían incandescentes iluminando cada espacio.
¿Eyia, que hace encender los cilindros?
¡Una orden mental Túpac?
La dirijo a un pequeño panel que tiene un censor que cierra un circuito y se activan los cilindros incandescentes.
La fuente de energía que se usa en esta técnica se llamará en tu mundo Corriente Eléctrica.
Nosotros la activamos con una señal mental.
Es otra técnica que aprenderás cuando recibas lecciones del cerebro.
La Corriente Eléctrica es una energía que se puede usar de dos formas, Positiva o Negativa.
En el Planeta Tierra se usará como fuente principal la energía positiva, trasladándola por conductores.
El mundo Zampho se especializó en la energía negativa.
Usando como fuente los átomos producto de los rayos de de la Estrella Ardiente.
Esta corriente negativa tiene tanto poder como la positiva.
La diferencia está en que la corriente negativa que usamos es inalámbrica, al aire, ocupando un lugar como cualquier señal.
Por intermedio de antenas la tomamos y la usamos.
Túpac ya tienes una idea de como nos alumbramos.
Dejaremos este tema hasta que te encuentres con los maestros en la materia.
En la vivienda hay muchas cosas que funcionan con controles o simplemente usando una palabra clave.
En el caso de iluminar una habitación la palabra es Zul, que en el idioma Zampho significa encender.
Túpac, puedes mirar el panel y ordenar mentalmente o con palabras sonoras.
Todos los sistemas de órdenes son computarizados.
Haremos que la computadora ponga el sonido de tu voz en su memoria para que te reconozca.
Túpac, siempre te recordamos que las palabras y términos que usamos son las que se usan y usarán en tu Planeta.
Algún día volverás y estarás al tanto de todos los significados. Ahora descansaremos un tiempo y festejaremos con amigos, dándote la bienvenida a nuestra familia y al mundo Zampho.
Así lo hicieron, me presentaron a todos los amigos.
En todo momento fui uno de ellos.
Nunca me hicieron sentir un espécimen raro.
En una de las reuniones, una joven de mi edad estuvo siempre a mi lado.
Le gustaba oír mi voz sonora y en todo momento me pedía que hablara. Con esa joven llamada Taz nos hicimos muy amigos.
Fue mi guía y me llevó a conocer las ciudades más cercanas.
Podía dirigirme a ella con mi voz natural o con mis pensamientos, de cualquier forma me entendía.
Cuando veía algo que no conocía, me explicaba que era y porqué estaba ahí.
Su aspecto era como el de Kus, solo que era más joven.
Eyia y Kus se sentían muy contentos con nuestra amistad.
Decían que Taz era muy estudiosa e inteligente.
¡Qué bien me hacía ser su amigo!
¡Qué razón tenían!
Pasaron diez días de descanso y de muchas amistades.
Dice Kus, mañana comenzaremos las clases del cerebro y sus funciones.
Recuerda que conociendo tu cerebro aprenderás a darle el máximo de rendimiento.
Una noche muy larga, dormí poco pensando en como serían las clases.
Las noches y los días eran el doble de duración que en mi mundo.
A la mañana siguiente después de alimentarme, me encuentro con Kus en el salón de estudio.
¡Nuevo día Túpac! Su saludo de todas las mañanas.
¡Nuevo día Kus!
¿Cómo has pasado la noche Túpac.
Dormí poco pensando en este nuevo estudio.
Túpac, todo joven pasa por estos estudios y tienes el privilegio de que la científica y profesora es casi tu segunda madre.
Con lágrimas le di un fuerte abrazo y dije, ¡los quiero mucho!
La raza Zampho no usaba como expresión de cariño el abrazo y el mío la sorprendió.
Aún sorprendida me pregunta sonriendo, ¿estas sobornando a la profesora?
Mientras hablábamos me indica sentarme junto a una mesa.
Colocó en mi cabeza dos conductores que salían de un instrumento que estaba en la mesa.
Túpac, este instrumento hará que la reacción, cerebro, mente y memoria sean más efectivos.
¿Kus este instrumento es igual al que me pusieron en la nave?
¡No!
El otro es para grabar en la memoria todo lo aprendido.
¡Ahora mucha atención Túpac!
Se dirige a una de las pantallas y la enciende.
Aparecen dos cabezas, una como la mía y la otra de la raza Zampho.
Vez Túpac, son parecidas.
Adentro hay una pequeña diferencia, nuestro cerebro es más chico.
Aun así pueden obtener las mismas capacidades. A muy poco de nacer tu especie empieza a sentir cuatro de cinco sentidos.
Olfato,..... Es percibir aroma.
Tacto,…..Sentir tocando.
Visión,….es ver
Oír,…......sentir sonidos.
El quinto es hablar, provocar sonidos con la boca transformándolos en palabras.
Se aprende con el tiempo.
La especie Zampho nació con cuatro sentidos.
Nos faltó el habla.
Pero dominamos un sentido oculto en el cerebro de tu raza, que es la comunicación de mente a mente, cerebro a cerebro.
Si Túpac, ya conoces los cinco sentidos primarios que a poco de nacer se destacan.
Cuatro de estos sentidos entran al cerebro de distintas formas.
El quinto como dije es el hablar, se aprende. El cerebro los guarda en su memoria y cuando la mente precisa, toma de la memoria información que analiza y resuelve pasando los resultados a la memoria nuevamente.
También la mente analiza su propia creación.
Puede equivocarse, pero está capacitada para reconocer el error y volver a analizar.
Y así es como se aprende y se toman decisiones.
Cuatro de estos sentidos a los pocos días de nacer, cerebro y mente lo dominan.
El sentido del habla tiene otro principio.
La palabra entra por el sentido auditivo hacia el cerebro, éste la pasa a la mente que la analiza y la guarda en la memoria.
Todo se produce instantáneamente.
Así, tu especie empezó a hablar.
Nuestra especie también nació con cuatro sentidos. Hablar no podemos porque nos faltan los órganos vitales que originan el sonido.
Pero tenemos un sentido de comunicación que ya conoces y prácticas.
Túpac, ustedes nacieron con todos los órganos reproductores del sonido, por eso hablan.
Mira las imágenes y guarda en tu memoria las partes marcadas desde donde nacen los sentidos que ya conocemos y usamos.
Kus, mientras me sacaba el instrumento dijo, en la próxima lección estudiaremos todos los sentidos y propiedades ocultas que hay en un cerebro.
Miré a Kus, la vi tan buena que me sentí ser su hijo y le dije, ¡madre te quiero!
Como a ella le gustaba, con mi propia voz.
Ella me miró con su cara de buena y casi moviendo los labios me contesta.
¡Yo también hijo!
Le salió desde la profundidad de su sentimiento, que a mí me pareció que lo había dicho con voz sonora.
En una oportunidad le pregunto a Kus.
¿Por qué es tan importante conocer el cerebro ante de proceder con otros estudios?
La voz de Kus la sentía en mi cerebro delicada pero firme a la vez.
Las palabras eran como caricias que me daban la ansiedad de aprender.
Túpac, nuestra especie creía que el corazón era el órgano más importante del cuerpo.
Los estudios y la evolución de la medicina, nos hicieron crear un corazón artificial tan perfecto que suplanta al natural sin enfermedades ni deterioros.
Este corazón artificial, produce mejor irrigación a todo el sistema arterial y no se desgasta.
Pero nos dimos cuenta de algo más importante.
Al faltar nuestro corazón natural, no habíamos perdido ninguna de nuestras emociones. Entonces nos preguntamos. ¿Qué orígenes tienen nuestras emociones?
¡Sin él no se pierden!
A partir de ese momento todos los científicos en medicina llegaron a un acuerdo, estudiar más el cerebro.
No se equivocaron, con el tiempo se dieron cuenta que las emociones nacen en él.
No solo eso, también entendieron que el cerebro tenía sentidos que no conocíamos y aparecían involuntariamente.
Lo siguieron estudiando y supieron que esas propiedades eran sentidos ocultos que surgían de los propios sentimientos.
Sentir, concentración y práctica, era la base para obtener cada propiedad o sentido oculto.
Llegamos a la conclusión que del cerebro dependían todo los órganos del cuerpo.
¿Kus, me estás diciendo que podemos vivir sin corazón?
No Túpac, lo que te estoy diciendo es que podemos vivir sin corazón si tenemos un instrumento que lo sustituya.
Si el cerebro se muere el corazón también, porque un cerebro no se puede sustituir, aún.
¿Túpac, entiendes por qué debemos conocer el cerebro y sus propiedades antes de seguir con otros estudios?
¡Entiendo Kus!
Pienso en mis padres y mi gente. ¿Por qué dejaban que esta sabiduría debían tenerla los Dioses?
En este mundo Túpac, no existen Dioses.
Si creyéramos en Dioses no dependeríamos de nosotros.
Toda nuestra Fe está puesta en el cerebro, en la inteligencia y en todo lo que se pueda investigar y saber.
Quedamos en seguir con las lecciones el siguiente día.
Más tarde llegó Taz, que hasta ese momento nos estaba uniendo una buena amistad.
Ella sentía una gran atracción hacia mi y yo hacia ella.
Cuando salíamos de paseo le comentaba que el silencio de la ciudad me hacía extrañar los ruidos de la selva en mi Planeta.
Taz me pedía que le contara como era la selva, como vivíamos.
Le conté de mi gente, nuestras costumbres, de mi madre y el gran guerrero que era mi padre.
Taz me escuchaba atentamente mi Historia de niño.
Una vez me dijo, ¡me gustaría conocer tu mundo!
Le hice una promesa.
Cuando sea un buen científico reconocido por todo el mundo Zampho, prometo que conocerás mi mundo.
Kus y yo te ayudaremos a ser el mejor, me aseguró. Tú estudia mucho.
La voz de Taz era como la de Kus, esperanzadora y llena de paz.
Los dos estábamos para cumplir catorce años.
Yo los años de dos mundos.
Ese día no salimos, nos quedamos conversando Kus Taz y yo.
Ellas me pedían que les hablara con voz parlante, el sonido les hacía mucha gracia.
Eyia llega dándome la noticia de que al día siguiente iríamos al Centro Espacial a buscar las grabaciones de Planeta Tierra.
Taz se despide, se tiene que ir.
Me mira con una sonrisa muy tierna y me saluda como lo hacen los amigos que se quieren en este mundo.
Me toma de la mano y la lleva a su mejilla y con la otra mano acaricia la mía.
Después que Taz se fue, Kus que estaba mirando me dijo, Túpac si sientes el mismo afecto que Taz, salúdala igual.
Los dos al mismo tiempo. Me dieron ganas de salir corriendo atrás de Taz.
Una vez más Kus daba el toque de sabiduría.
¡Madre gracias!
¡Ella me sonrió!
Lo entendí todo, lo vi claro con respecto a las amistades que se apreciaban.
Solo bastaba un toque de mejilla como saludo.
Pero cuando se trataba de querer alguien, madre, padre amiga o compañera, la mano izquierda se posaba en su hombro y la mano derecha acariciaba su mejilla.
La otra parte si tenía el mismo sentimiento, correspondía de la misma forma.
En el hecho se cruzaban los pensamientos y ahí se sentía la diferencia.
Madre, padre, amigo tenían distintos sentimientos, pero querían iguales.
No me costó habituarme a esa forma de expresar lo que sentía. Pasó el día y llegó la noche, a pesar que eran largas dormí todo el tiempo soñando con Taz.
Al día siguiente nos aprontamos para ir al Centro Espacial.
El viaje nos iba a llevar dos días.
Viajamos en el vehículo de Eyia hasta una terminal de donde partían las naves del aire.
¡De ahí derecho al Centro Espacial!
Eyia me comenta que si bien teníamos que recorrer más de dos mil Kilómetros para llegar, llegaríamos en menos de dos horas.
La nave volará a más de mil doscientos Kilómetros la hora.
Eyia me hace los cálculos tomando como referencia mi mundo.
¿Por qué?, dije.
Túpac ya te lo explicamos, todas las referencias a palabras y cálculos se harán de acuerdo a costumbres y enseñanzas de tu mundo.
Nosotros no sabemos si en el futuro quieres irte. Cuando conozcas nuestra forma de medir y hacer cálculos, razonaremos distinto.
Entendí Eyia.
Y subimos a la nave.
Mientras viajábamos yo era el centro de las miradas.
¡Claro era distinto!
La voz de Eyia en mi cerebro me tranquiliza.
¡Ya te acostumbrarás!
Cuando faltaba poco para llegar, Eyia me llama la atención para que mire hacia abajo a lo lejos.
Estábamos llegando a una ciudad con edificios de toda clase de alturas.
Más adelante se veía una superficie gris más grande que la ciudad.
A esta la seguía otra un poco más chica, ocupada con muchas nave del aire de todo tamaño.
Eyia me explica, la superficie gris es el Centro Espacial.
La ciudad, es la que ocupan todos los científicos y sus ayudantes.
El Centro Espacial y su ciudad estaban construidos en un lugar rodeados por selvas y montañas.
Se habían construido en ese lugar por dos motivos importantes, me explica Eyia.
Primero, el oxígeno que la naturaleza producía era al sesenta y cinco por ciento.
Segundo, seguridad que no dan las montañas.
En ellas están las torres que tienen los equipos de protección. Mientras mi amigo me daba las explicaciones de todo lo que veía, la nave llegaba a su destino.
Como suspendida en el aire iba bajando despacito hasta que se posó en el suelo.
Llegamos y un vehículo nos lleva hasta la entrada. Yo seguía siendo el más mirado con curiosidad.
A mi amigo le causaba gracia, sonreía todo el tiempo.
Me mira y dice, va a llegar el tiempo en que no serás mirado con curiosidad, será con admiración y respeto.
¿Por qué, Eyia?
Porque eres el principio del cambio de nuestra especie.
Preferí no preguntar más sobre el tema.
Eyia nunca se equivoca, tendrá sus razones.
Entramos a un espacio techado de mucha altura.
No se veían paredes de separación. ¡Era tan grande el espacio que parecía no tener límites!
En él, había naves de todo tipo y tamaño.
Me llamó la atención una chiquita, no era más grande que mi cabeza.
¿Eyia por qué tan chiquitas y para qué sirven? Túpac, estas pequeñas naves son vigías del espacio.
Hay muchas girando en todas direcciones en la órbita de nuestro Planeta.
Mandan información continua del espacio exterior.
Están provistas de una tecnología muy inteligente.
Son chiquitas, pero ellas lo ven todo y nadie las ve.
¡Es razonable pensé!
Colocadas en lados estratégicos, había grandes pantallas que mostraban varias partes de universo, sus Galaxias y sus Sistemas de Estrellas Ardientes.
Los técnicos y científico pasaban de un lado a otro.
Mientras, caminábamos rumbo adonde se encontraban las grabaciones.
Todos, unos y otros saludaban a Eyia con admiración.
Eyia era muy conocido en el Centro Espacial.
No me llamó la atención que muchos científicos fueran mujeres, porque tenía como referencia a Kus.
¡Túpac, es el momento de alimentarnos!
Fuimos a un lugar donde servían alimentos.
Nos sirvieron los alimentos, los mismos que me sirvieron la primera vez después de partir de mi mundo.
Dije a Eyia, alguna vez podré comer Locro, Carnes, Papas, Mote, Maíz cocido, Ajíes y hierbas o simplemente una pata de Gallina hasta quedar con el estómago bien lleno.
Eyia hizo una mueca de risa que no podía dejar de hacer.
Yo me contagié con su risa, pero con un sonido que en el medio del silencio se oyeron mis carcajadas sobresaltando a todos los presentes.
Después de la sorpresa todos se sonreían causando gracia mi risa sonora.
Terminado el momento gracioso, Eyia ocupa mi cerebro con sus palabras.
Túpac, los estómagos no son depósitos de alimentos. Cumplen una función que es la de digerir los alimentos distribuyendo cada elemento a su lugar.
Los alimentos deben proveer nutrientes, Proteínas, Vitaminas, Oxígeno, Agua y caloría suficientes como para tener un cuerpo con energía y muy saludable.
No es necesario tener el estómago lleno para obtener ese resultado.
Si tienes un cuerpo saludable, tienes el cerebro en las mismas condiciones.
Túpac recuerda, cuerpo saludable, mente y memoria también.
A la vez que te adaptes a esta forma de alimentación, te sentirás física y mentalmente mucho mejor.
¡Ahora aliméntate Túpac!
¡Reconocí que tenía razón!
Recordé que entre los Incas había muchos gordos y en esta civilización no los había.
Pasamos dos días recorriendo parte del Centro Espacial.
Recorrerlo todo significaba mucho tiempo, pero lo poco que vi fue suficiente para darme cuenta que en la parte del universo que la civilización Zampho estaba, no había nada igual.
Los ruidos que se sentían en la Planta de Montaje, eran los de las máquinas.
Por último fuimos al Centro de Grabaciones.
Eyia pidió las de los últimos cincuenta años del Planeta Tierra.
Con ellas en nuestro poder regresamos a nuestra ciudad, y a nuestra vivienda.
El viaje de vuelta fue igual al de ida, con la diferencia que la nave se detuvo a gran altura.
Todos los pasajeros pudimos ver de nuevo esa estructura inmensa que era el Centro Espacial.
Kus nos esperaba con mucha ansiedad, ella también quería ver las grabaciones.
Como ya era tarde lo dejamos para el otro día. Al día siguiente nos alimentamos y aprontamos para ver las grabaciones.
Se enciende una luz azul que alumbra todo el salón.
Kus mira una pantalla chica y anuncia, llegó Taz.
Taz entra al salón y saluda a todos con una sonrisa.
A mi me pone su mano izquierda sobre mi hombro y su mano derecha me acaricia una mejilla.
¡Yo hice lo mismo!
Los dos sentimos una gran emoción con mucho afecto e inmenso cariño.
Otra vez la luz azul ilumina el salón.
Tenemos visitas dijo Taz.
Kus mira la pantalla y exclama, ¡son nuestros amigos!
Taz va hacia la entrada y aparece con Etón, Ronán y Arion.
Ellos querían ver las grabaciones.
Después de saludar con una sonrisa como lo hacen los amigo, se sientan.
Eyia nos señala una pantalla donde salen las primeras imágenes.
¡Y allí estaba la Tierra, mi Planeta!
A medida que la nave exploradora se acercaba, mi mundo se hacía más grande.
Eyia manejando unos controles detiene la imagen y me pregunta. ¿Túpac lo que estas mirando que es?
Fue instantáneo ni lo pensé, pero salió de mi memoria y le contesté, América el Continente.
¡Muy bien Túpac!
Etón me mira sonriente como diciendo, todo está en tu memoria.
Y yo me dije como pensando en voz baja, “el que mal se llamará América”
Todos me miraron por que el pensamiento les llegó.
No sabía nada de lo que iba a suceder, pero si sabía que a esos territorios los Incas nunca le llamamos América.
Eyia con sus controles hizo un acercamiento de la imagen y aparecieron cuatro puntos sobre el agua.
¡Los cuatro puntos que me llamaron la atención cuando iniciábamos el viaje hacia Zampho!
Etón yo vi esos puntos cuando partíamos de mi mundo.
Túpac, eso es la causante de los presagios que sentía tu madre.
Es la razón de que tu padre y sus guerreros salieran a recorrer el territorio Inca.
No encontraron nada, la amenaza estaba lejos.
Mientras hablaba Etón, Eyia seguía acercando más y más la imagen, hasta lo que yo veía como puntos se transformaron en algo que yo no conocía.
¿Qué son esas cosas?
Ronán me contesta, son naves del agua que pueden viajar sobre ellas a grande distancias.
¡Nunca las había visto Ronán!
Ronán sigue, las llaman Barcos y viajan en ellos hombres del otro lado del mundo.
De otro continente llamado Europa.
Entonces vino a mi memoria todo lo que había estudiado sobre otras razas y sus costumbres en mi mundo.
La grabación continuaba.
Nos íbamos acercando a los territorios Incas.
Las imágenes iban tomando tal acercamiento que podía reconocer a mi raza.
No sus rostros, si sus vestimentas.
La nave de reconocimiento se iba alejando y también se alejaba mi gente, mis pueblos y territorios.
Eyia dice, Túpac las próximas imágenes vienen de catorce años después.
Recuerda que es el tiempo que pone la nave exploradora en recorrer la órbita de la Estrella Ardiente Planeta por Planeta.
Otra vez la nave se va acercando al Planeta Tierra.
De nuevo América el continente.
Otra vez el territorio Inca tan cerca como antes.
Pero lo que vi me heló la sangre.
Seres de metal montados en bestias de cuatro patas entraban a la selva con sus brazos en alto. Llevaban en sus manos cuchillos largos de metal.
Más atrás montado en otra bestia un señor de túnica negra, llevaba en sus manos una cruz que también parecía de metal.
Todos corrían detrás de unos cuantos guerreros Incas, cosa que me horrorizó.
Sabía que los guerreros Incas nunca se alejaban de la lucha.
La velocidad de las bestias los alcanzó.
Lo seres de metal sacaron del lomo de sus bestias unos palos y apuntando hacia los Incas, largaban lenguas de fuego y con ellas la muerte.
Los vi morir a todos y yo sin poder hacer nada.
En otro lado, mujeres y niños corrían desesperados.
Madres e hijos enfrentaban la muerte antes que ser capturados.
Otras, con sus hijos se refugiaban en la selva tratando de salvarse.
Mientras la nave se iba alejando las escenas de terror también.
Las lágrimas inundaron mis ojos.
Taz me rodeó con un brazo y con la mano del otro me acariciaba el rostro.
¡Cuánto la precisaba en ese momento!
Túpac, dice Arion, quiero que me escuches muy atento.
Sentí su voz en mi cerebro fuerte, segura y justa.
Nosotros teníamos dudas si debías ver estas imágenes y resolvimos que lo mejor era que te enfrentes a la verdad cuanto antes
Tu gente recibió la invasión más mortífera en su existencia.
La raza invasora es de otro continente con mejores armas.
Los Incas luchan cuerpo a cuerpo, ellos matan a distancia.
Lo que viste como cuchillos largos ellos le llaman Espada con mucho filo.
Los palos que largan fuego, no es así.
Lo que hacen esas armas, es que con una explosión lanzan un pequeño plomo que causan heridas y a veces hasta la muerte.
El señor vestido con una túnica negra le llaman Cura.
Es uno de los representantes de un Dios que ellos veneran.
Las bestias de cuatro patas le llaman Caballos.
Animales que son preparados para las guerras.
Los invasores matando y robando se están apoderando de todos los territorios y sus riquezas en nombre de sus Reyes y el Dios que los protege.
Sus Barcos día a día salen cargados de ricos metales, Oro, Plata y Cobre.
Túpac, lo que no matan sus armas, matan las enfermedades que van dejando en las poblaciones.
¿Arion mis padres están muertos?
De tu madre no sabemos, de tu padre sí.
Está en las montañas con sus guerreros y siguen combatiendo.
¿Ustedes sabían lo que iba a pasar?
Si Túpac, pero como ya te lo hemos dicho, nosotros en otros mundos debemos observar, analizar y no intervenir.
¡Pero lo hicieron!
Salvaron mi vida, lo que no hizo ningún Dios Inca.
Ya sabes que para nosotros no hay Dioses.
En cuanto a que te salvamos la vida no sé, lo que sabemos es que cuando nos encontraste notamos una inteligencia que no habíamos visto en otros niños de ese Planeta.
Ronán tranquilizándome me dice, si sigues estudiando serás uno de los científico más reconocido de este mundo.
Entre lágrimas le prometí que iba a seguir estudiando con más entusiasmo.
Después se hizo un silencio, como respetando mi dolor.
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Yo Juaquín, no me daba cuenta de lo que me rodeaba en la plaza.
Había quedado completamente desconectado del presente, pero consciente de que seguía siendo el testigo invisible de la Historia de Túpac.
Estaba conociendo un mundo que jamás ningún ser humano podría imaginar.
¡Tanta inteligencia, tanta paz!
¡Amigo Juaquín, amigo mío!
La voz de Túpac me trajo a la realidad.
Como salido de un sueño me conecto con el presente.
¿Se encuentra bien?
¡Si Túpac!
¿Me dormí?
No Juaquín, solo estuvo viviendo mi Historia.
Amigo mío la idea era terminar hoy, pero disponemos de dos días más. ¿Qué inconvenientes hubo Túpac?
¡Retrasos Juaquín, solamente retrasos!
Sin hacer más comentarios que un hasta mañana, se va.
Mientras caminaba hacia mi casa mi cabeza daba vueltas sobre lo mismo.
¿Cómo lo hizo?
Estuve en otro Planeta, vi el Centro Espacial, matar a los Incas en las imágenes que vieron Túpac y sus amigos.
Vi a Túpac ser adolescente y llorar por sus padres, el amor de Kus por su hijo casual. El afecto y cariño de su amiga Taz, me hicieron sentir el hombre más olvidado.
¡Nunca pensé que existiera un mundo así!
Y todavía había cosas para sorprenderme.
Quedaban dos días de Historia.
Llegué a mi casa y después de cenar puse un canal de noticias.
Las noticias eran casi las mismas.
El sufrimiento y la desesperación se hacía cada vez más grave.
Lo nuevo era que la explosión estaba programada para el próximo sábado a las veintitrés horas.
Calculé que sería a las dieciocho horas en Uruguay. Estábamos en el día miércoles.
El gobierno Francés aseguraba que para las doce horas del sábado estaría toda la zona elegida para la explosión evacuada.
Esta situación en España con su misteriosa Cúpula, era muy preocupante.
Pero mi preocupación eran los hechos de estos últimos días.
Esta experiencia que estaba viviendo con mi reciente amigo Túpac, me había hecho olvidar mi enfermedad.
Diría que ya no existía, mi corazón estaba sano. Me fui a dormir pensando que un mundo como Zampho, era difícil de creer.
Ya casi dormido se me escapa una exclamación. ¡Yo vi y lo oí todo!
¿Por qué no creerlo?
Cap. 9
Al otro día la misma rutina y volví a la plaza.
Esta vez mi amigo Túpac llegó antes. Estaba sentado esperándome.
¡Buenos días Túpac!
¿Cómo está amigo Joaquín? ¡Bien!
Me senté y hablamos de los días lindos y del buen comienzo de la Primavera.
Juaquín si no tiene ningún comentario seguiré mi relato.
¡No, puede seguirlo!
Después de ver partes de las grabaciones y esperar que mi dolor por lo que había visto se calmara, le pedí a Eyia que no pasará más hasta que yo me sintiera mejor.
Taz seguía calmándome con su cariño.
Mis amigos empezaron hablar de otros temas para distraerme.
Kus dice, hoy es un día de descanso, mañana seguiremos con las lecciones.
Con voz parlante como a ella le gustaba le contesté, ¡si madre!
Después de pasar el día con mis amigos, nos despedimos y todos nos fuimos a dormir.
Al otro día me levanté y Kus ya tenía los alimentos pronto.
¡Nuevo día Kus!
¡Nuevo día Túpac!
Después de alimentarnos fuimos a seguir con los estudios.
Mientras Kus colocaba los dos conductores en mi cabeza, me pregunta.
¿Recuerdas para qué es este instrumento?
¡Si, es para agilizar mi cerebro!
Nuevamente enciende la pantalla y aparece la imagen de un cerebro.
Bien Túpac, ya conoces todos los sentidos que usamos a voluntad.
Ahora hablaremos de los sentidos ocultos que tiene un cerebro.
Un cerebro bien alimentado y oxigenado, puede hacer que la mente traspase límites inimaginables. La clase que empezaremos será la de la Traslación.
Escucha con mucha atención Túpac.
Haremos que la mente lleve la visión al pasado, no en un recuerdo, en un viaje para ver lo que nunca viste.
Los recuerdos son el resultado de lo que has visto o vivido.
La visión viajará en el presente.
Podrás ver todo, hasta lo que no te llama la atención. Te llevará al futuro y verás lo que pasará.
Estos viajes de la visión sirven para obtener mejores resultados en lo que analices.
Lo bueno es que en todos los casos no puedes tocar nada.
Aun si pudieras no deberías, sería como alterar las cosas.
La visión en el caso del futuro sirve para prevenir.
La mente llevará la visión al lugar que determines a una velocidad más rápida que la de la Luz. El cerebro tiene una fuente de energía tan poderosa, que puede hacer que la mente lleve la visión a un lugar elegido sin importar distancias.
Tu sentido de la visión viajará, tomará imágenes de lo que ve y la mente lo mandará a la memoria.
Túpac con este sentido de traslación oculto podrás viajar a generaciones del pasado y futuro.
¿Me has entendido Túpac?
¡Si madre, te entendí todo!
Lo que no me queda claro, si es posible.
Te doy un ejemplo Túpac.
Eres muy joven, tal vez no te sucedió lo que te voy a decir.
¿Nunca fuiste a un lugar que no conocías, y lo ves conocido?
Si madre, una noche soñé que andaba por la selva en un lugar desconocido y en la falda de una montaña estaba la entrada de una cueva con una piedra de cada lado.
Después de mucho tiempo salimos a cazar con mi padre a un lugar muy lejos que yo nunca había ido y encontramos la cueva con las dos piedras.
Le dije a mi padre que yo había visto esa cueva en un sueño.
Él rió y no le dio importancia.
¡Yo te creo Túpac!
Piensa que si tu mente hizo viajar la visión a esa cueva inconscientemente, como será si provocas el viaje conscientemente.
Con mucha concentración y práctica lograrás que el sentido de traslación sea un hecho, como los cinco sentidos naturales.
Poniéndote a prueba lo sabremos.
Kus saca un instrumento de un mueble y dice, esta es una grabadora de imágenes mentales.
La conectó a una pantalla, y sacó dos conexiones que puso una arriba de cada uno de mis ojos.
Ahora veré todo lo que tú veas.
Enciende la pantalla y veo que está sin imágenes.
¡Mírame Túpac!
Miro a Kus que se había puesto al costado de la pantalla y fue sorprendente, en ella aparece su imagen.
Ahora desvía tú vista de mí.
Lo hago y desaparece la imagen. ¡Te das cuenta, voy a ver todo lo que tu veas!
Cierra los ojos y concéntrate, piensa en un lugar conocido o desconocido, presente pasado o futuro.
Cuando la mente ubique ese lugar, deja que la visión viaje hasta él.
Mente y visión, al lugar elegido llegarán instantáneamente.
La voz de Kus en mi cabeza repetía, concéntrate Túpac concéntrate más.
Kus controlaba las imágenes que salían borrosas.
Al mismo tiempo parecía que la señal no podía entrar al lugar elegido. Igual Kus reconoce lo que estaba observando.
Alarmada dice, espera Túpac espera y sal del lugar.
Me desconcentré y abrí los ojos.
De pronto una luz amarilla tintineando invadió la vivienda.
Kus rápidamente enciende una pantalla y aparecen símbolos.
Lee el mensaje y con un teclado contesta.
¡Si, salió de acá, fue un error de un estudiante!
No volverá a pasar.
Al volver junto a mí, le pregunto.
¿Qué hice?
¡Es que intentaste entrar al Centro Espacial!
En ese lugar, ninguna señal puede entrar sin tener el código correspondiente.
La señal que mandaste fue con tanta energía, que los censores de las alarmas activaron los sistemas de protección.
Para Kus ese error no era grave, ella lo arreglaría.
Era muy respetada como científica en el Centro Espacial.
Estaba muy sorprendida, porque sin práctica y si experiencia hubiera tanta energía en mi cerebro.
Después me mostró la grabación del intento de traslación.
¿Túpac como sabes que no es un recuerdo lo que está en las imágenes?
Lo sé, porque quería entrar por el lado que no conocía.
¡No puedo recordar lo que no conozco!
¡Muy bien Túpac!
¡Muy buena observación!
¡Túpac ya sabes que puedes hacerlo!
Precisas mucha práctica y concentración para agilizar tu cerebro.
Tres horas por día practicarás en traslación.
A los diez días sacaremos los instrumentos que te ayudan.
Después lo intentarás sin ellos.
Yo iré revisando las grabaciones de los viajes a lugares que no conoces.
Verificaré si estuviste o lo imaginaste.
Cuando estemos seguros que ya dominas el sentido de traslación, pasaremos a otro sentido oculto.
Túpac olvidé decirte que estos viajes los puedes hacer en pareja.
¡Y se fue sonriendo! ¡Qué padres Eyia y Kus!
¡Los estaba queriendo cada vez más!
Quedé solo, tenía tres horas por día de práctica y concentración.
Le sacaría a mi cerebro el máximo rendimiento.
Fueron pasando los días, yo me concentraba y practicaba sin descanso.
Cada día se me hacía más fácil que mi visión viaje.
A veces lo hacía con Taz mi querida amiga.
Los estudios y vivencias nos hacían cada vez más unidos.
Pasaron los diez días y mi madre científica decide hacer la prueba final.
Me quita los instrumentos de ayuda y solo deja el de grabación que confirmará la verdad.
La voz de mi madre muy suave entra en mi cerebro.
¡Concéntrate Túpac manda al espacio tu visión!
¡Concéntrate y usa tu energía!
Impulsado por la voz de Kus mi cerebro le dio tanta energía a mi mente, que mi visión en segundo recorrió más de quinientos mil Kilómetro. (Medidas terrestre)
Y aparece en pantalla las imágenes de <Inya> la luna más grande en la de órbita Zampho.
Las imágenes mostraban montaña, volcanes y las minas que proveen de metales para la fabricación de naves del Espacio.
Desconcéntrate Túpac, siento la voz de mi madre.
¿Cómo estuve?
¡Hijo mío no sebes lo grade que vas a ser!
Esa expresión fue el reconocimiento más extraordinario que recibí y venía de mi madre científica.
Sentí más entusiasmo para seguir estudiando.
Después vi las imágenes, lo mismo que vio mi visión.
Los sentidos ocultos de un cerebro son varios.
Mi madre y maestra científica me ayudará a sacarlos y a dominarlos.
El pensamiento de mi madre se hace sentir, Túpac sigue estudiando y practicando el sentido de traslación, en unos días seguiremos con otro sentido.
Estaba contento, las imágenes demostraban que yo había visto un lugar que no conocía y nunca me habían hablado.
Pasaron los días y yo seguía practicando, lo hacía sin instrumento de ayuda. Mi cerebro más ágil y mi mente más rápida.
Una mañana.
¡Nuevo día Túpac!
¡Nuevo día madre!
Después de alimentarme mi madre me da un medicamento.
Dice, no olvides que un cerebro bien alimentado y oxigenado es más saludable y lógicamente rinde más.
Todos los adolescentes hacen este tratamiento hasta que un diagnóstico compruebe que el cerebro está fortalecido.
Túpac, hoy empezaremos a trabajar en otro sentido.
¡El instinto!
El instinto es una reacción espontánea del cerebro cuando reacciona frente a una incógnita.
El instinto es previsor de lo que está pasando o puede pasar.
El cerebro lo emplea en el presente o futuro
Algunos animales de tu Planeta lo tienen, nacen con él y aprendieron a dominarle.
Muchas veces habrás visto un animalito en la selva que se para y queda quieto en silencio.
De pronto se va lo más rápido como le es posible.
Lo que sintió ese animalito, es el instinto de lo que podía pasar y activó tres sentidos a la vez, Auditivo Olfato y Protección.
El instinto le salvó la vida de un depredador.
Túpac, si el cerebro por reacción espontánea inconscientemente usa el instinto, también con técnica, concentración y práctica, conscientemente lo puedes dominar como el animalito del ejemplo.
¿Has entendido lo que te he explicado?
¡Si madre!
¡El ejemplo del animalito lo vi muchas veces en mi selva!
Mi madre continúa, todo ser viviente tiene cerebro chico, mediano o grande.
Todos tienen una forma de comunicación con más o menos energía.
Esa energía es producida por las actividades eléctricas del cerebro. La energía produce impulsos eléctricos que se transforman en señales.
La mente toma esas señales y las manda al espacio en forma de comunicación. Esto se produce más en los animales.
Por eso, ellos presienten entre tantas cosas, si lloverá, si habrá viento, catástrofes y todo lo que signifique peligro eminente.
Peces en grandes cantidades se mueven rítmicamente formando un solo movimiento.
Un coro de Ranas que cantan y callan al mismo tiempo.
Todos lo hacen obedeciendo a una señal que capta el cerebro, instinto.
Entonces para poder dominar este sentido oculto y que no sea inesperado, tienes que emplear tres sentidos Auditivo, Olfato y Visión.
Dominando estos tres a la vez el instinto será otro sentido voluntario como Ver y Oír.
Mientras mi madre daba la lección yo hacía apuntes.
¡Túpac tienes preguntas?
¡Si madre!
¿Es muy difícil usar tres sentidos a la vez?
¡No Túpac!
Con mucha práctica y concentración, dominarás uno o varios a la vez.
La mente se ocupará de que el instinto sea un sentido voluntario y no habrá más incógnitas.
Te sorprenderás cuando sientas que todos tus sentidos ocultos o no, los uses voluntariamente sin esfuerzo alguno.
Después de mucho tiempo de concentración y prácticas, se comprobaba el razonamiento de mi madre.
Mi cerebro había desarrollado tanta potencia, que lo que aprendía era absorbido por mi memoria con mucha facilidad.
Aun así mi madre me dijo, de todos los sentidos ocultos que tiene un cerebro bien desarrollado y alimentado como el tuyo, hay un sentido muy difícil de dominar.
Se llama Sentido Interno.
Todos los sentidos detectan lo que te rodea, este no.
Como lo dice el nombre, Interno adentro del cuerpo.
Te daré un ejemplo.
El cerebro tiene un censor natural que activa una alarma que nos avisa que un cuerpo extraño invade un órgano interno.
El aviso aparece con sensaciones no conocidas o pequeños dolores que se acentúan con el tiempo.
Cuando nuestro sistema natural de protección no puede contra el cuerpo extraño, recurrimos al Sentido Interno.
Como se hace es fácil, lo que es difícil es obtener buenos resultados.
Como en todos los sentidos las concentraciones y prácticas son elementales.
Este sentido tiene muchas aplicaciones, pero vamos a tomar dos de ellas como ejemplo.
Las más difíciles.
El corazón natural se cansa y desgasta.
Para que no se canse y desgaste usamos este sentido.
Al corazón por razones involuntarias le llegan de la mente impresiones de otros sentidos que pueden causar variaciones en su ritmo cardíaco.
Estas variaciones involuntarias entre mente y corazón se pueden controlar si dominas el Sentido Interno.
Concentrándote, haz que la mente baje el ritmo cardíaco hasta que el sentido de conservación, sentido oculto que se presenta cuando la vida está en riesgo.
Puedes controlar los latidos de setenta y dos a dos latido por minuto terrestre.
La irrigación de la sangre se hace lenta pero segura.
La terapia dura cuarenta y cinco minutos terrestres. Después de ese tiempo la mente manda una señal y el corazón toma su ritmo cardíaco normal.
Esta terapia se usaba para descansar un corazón enfermo.
Un corazón sano cuanto más trabaja mejor se siente.
La mente por algunas circunstancias puede cambiar involuntariamente el ritmo cardíaco. Por ejemplo, sorpresas inesperadas.
Todos los sentidos ocultos que salen involuntario, reitero, con mucha concentración y práctica la mente los domina y los usa a voluntad.
¿Tienes preguntas Túpac?
¡Si madre! ¿Cómo se cuál es la señal que domina el ritmo cardíaco?
¡Si hijo te entiendo! Para que la mente mande la señal correcta tienes que emplear otro sentido.
El sentimiento.
Este sentido es voluntario, la mente lo maneja a su voluntad.
Lo hace malo, bueno, lo oculta, lo demuestra o lo finge. El sentimiento es muy usado en las razas terrícolas en todos sus aspectos.
¡Madre, hasta ahora mi mente a respondido al lado bueno del sentimiento!
Si Túpac, tu eres uno de los nuestros y nosotros no tenemos malos sentimientos.
¿Te queda claro que usando el sentimiento, la mente mandará las señales correctas al corazón?
¡Si madre!
Haz que la mente lleve mucho sentimiento al corazón y el ritmo cardíaco variará de acuerdo a la impresión causada. El corazón obedece las órdenes de la mente hasta en los impulsos sorpresivos e involuntarios.
¿Recuerdas todo lo que hablamos de los científicos en medicina?
El corazón no tiene sentimientos.
Los sentimientos nacen en el cerebro e impactan en el corazón.
El cerebro puede vivir sin corazón natural. El corazón, puede vivir poco tiempo sin la función de cerebro.
¡Lo entendí madre!
¡Madre, sé cómo hacer para que mi mente lleve mucho sentimiento a mi corazón!
Sé de donde partirá la señal que cambie mi ritmo cardíaco.
¡Daba gusto escuchar a mi madre!
¡Qué suerte tenerla de profesora!
Su voz en mi cabeza pausada pero firme, hacían que las lecciones entraran en mi mente, las analizara y las mandara a mi memoria con tranquilidad.
¿Has hecho todos los apuntes Túpac?
¡Si madre!
Con voz parlante como a ella le gustaba. Ella sonrió. Túpac, me dijiste que sabías como mandar mucho sentimiento a tu corazón.
¿Cómo lo harás?
¡Pensaré en Taz, madre!
Volvió a sonreír complacida por la respuesta.
Bien, ahora pasaremos al segundo ejemplo más difícil que tiene el Sentido Interno.
Supongamos que tú tienes un Tumor, para ser más exacto en una pierna.
Como siempre comienzas con mucha concentración.
Haz que la mente entre en la corriente sanguínea.
Si la mente logra entrar al flujo sanguíneo, tendrás el poder de pararlo.
La sangre es la alimentación de toda célula en el cuerpo.
Si las células infectadas dejan de alimentase, mueren.
Por el mismo efecto muere el Tumor.
Las Células sanas demoran mucho en morir y tienen la facultad de reproducirse.
¿Madre, como sabes que la señal para el flujo sanguíneo?
Es fácil.
La parte afectada por falta de irrigación, queda como anestesiada o dormida.
Esos dos ejemplos del Sentido Interno lo usaban mis ancestros y daban buenos resultados.
Hoy se usan como práctica para agilizar la mente.
Nuestra ciencia en medicina avanzó tanto, que en casos como el que estamos hablando, con medicamento el Tumor desaparece.
Túpac, el cerebro tiene muchos sentidos ocultos, tantos que nunca los conocerás a todos.
Tienes mucho para conocer del cerebro.
Mientras tanto sigue concentrándote y practicando todos los sentidos que conoces.
Estos estudios son la antesala para lo que quieras ser en el futuro.
Si tienes alguna duda me consultas Túpac.
¡Madre, no tengo por ahora!
¡Bien Túpac sigue estudiando!
Durante seis meses las prácticas y concentraciones se hicieron cada vez más intensiva. Había tanto poder en mi cerebro que llegué a dominar todos los sentidos de una manera, que ningún joven Zampho lo había logrado.
Mi madre y profesora me ponía a prueba grabando en imágenes lo que ella analizaba y corregía.
La última prueba fue con un Sentido Interno.
Llegué a bajar el ritmo cardíaco a dos pulsos por minuto.
Mi madre se asustó y me sacó del trance de inmediato.
Con una sonrisa y con voz parlante para sacarla de su momento nervioso le pregunté, ¿cómo están mis calificaciones profesora?
¡Túpac, estás llegando a los más altos niveles de inteligencia!
El agradecimiento a mis padres era inmenso.
Sentí mucha alegría y otra vez saliendo de las costumbres de esta raza, le di un fuerte abrazo.
Por un momento creí ver lágrimas en los ojos de mi madre.
Lágrimas de alegría.
Pasé a ser la admiración de ésta civilización.
Todos querían oír mi voz parlante.
Con mi amiga Taz nos unía cada vez más el cariño y afecto.
Por ella hice muchos amigos.
Con ella nos concentrábamos y hacíamos que nuestra visión viajara al pasado, presente y futuro.
El Planeta tiene una zona color Cobre que abarca una cuarta parte de él.
Le pregunté a Taz, si quería ver esa zona.
Me explicó que esa zona era muy invadida por meteoros cargados de cobre.
Por eso desde el espacio se ve de ese color.
Es una zona muy peligrosa.
¡Taz no irán nuestros cuerpos, solo la visión!
Y ella aceptó.
Nos concentramos y nuestras visiones viajaron hasta el lugar.
Íbamos a una altura como para apreciar todo.
Se veían Planicies y montañas del metal Cobre.
El brillo pulido por las lluvias nos hacía ver un panorama maravilloso.
Parecía un trabajo en metal Oro hecho por los Incas.
Este es uno de los viajes más hermoso que hicimos juntos.
Nos entendíamos y nos habíamos hecho casi inseparables. ¡Todo lo compartíamos!
Pronto cumpliría dieciocho años de dos mundos.
En una reunión de científicos en nuestra vivienda, todos cambiaban ideas sobre sus proyectos.
Se encontraban todos mis amigos, Eyia, Etón, Arion y Ronán y otros que fui conociendo desde que llegué a Zampho.
Arion me pregunta.
¿Has pensado a que quieres dedicarte cuando termines los estudios?
Con voz parlante como a él le gustaba dije.
¡Quiero hacer lo que ustedes hacen!
Explorar el universo si mis padres están de acuerdo.
Mis padres me escucharon y afirmaron con la cabeza.
¡Parece que tendremos otro explorador científico, dijo Arion!
¿Madre como me llamarían en el Planeta Tierra?
¡Astro físico!
Después de terminada la reunión todos los científicos se despedían de mi prometiendo que me ayudarían a ser un buen científico del espacio.
Nos quedamos solo los cuatro, mis padres, Taz y yo.
Hubo un rato de silencio hasta que mi madre dice, habla Túpac.
Padres, Taz y yo sentimos uno por el otro mucho cariño y afecto.
Estamos preparados para formar pareja. Quisiéramos sus permisos.
Kus habla por los dos.
Estaríamos de acuerdo si los padres de Taz lo están.
Llegó la hora de despedir a Taz, y fui a acompañarla.
Mi madre me estaba esperando cuando volví.
¿Hijo has pensado en la vida que quieren emprender en pareja?
¡Si madre, los dos lo hemos pensado bien!
Recuerda que en este mundo cuando se forma una pareja es hasta el resto de sus vidas. ¡Si madre lo sabemos!
Túpac en este mundo no existen traición ni maldad en las parejas.
Por eso los adolescentes son preparados para respetar y ser respetados.
Eyia se acerca y me dice, Túpac en una oportunidad cuando volvíamos de tu mundo, te dije que a nuestros jóvenes se les hacía una pequeña intervención quirúrgica que les anulaba del cerebro toda idea de mal comportamiento.
También te dije que la cirugía se hace desde el exterior de la cabeza, indolora y lo que es más, el joven no se entera.
Son tantos los chequeos médicos durante su adolescencia, que pasa desapercibida.
¿Padre yo pasaré por esa experiencia?
¡No, ya te dije que no en ese viaje!
Nosotros a nuestros jóvenes los hacemos inteligentes y les erradicamos toda clase de maldad.
¡Túpac, naciste inteligente!
Lo único que hacemos es enseñarte a usar la gran fuente de poder que tienes en tu cerebro.
Que tu mente haga más poderoso tus sentidos.
Sabes elegir entre el bien y el mal.
Como no sabemos si en el futuro quieres volver a tu mundo, queremos que si lo haces, vuelvas igual a nosotros la especie más inteligente del universo.
¡Taz será muy buena pareja!
Mis padres usaron mi forma de expresar el sentimiento.
¡Me abrazaron!
Padres míos, nunca me iré de este Planeta y si algún día salgo de él, será por estudio, por dar un ejemplo de honestidad o hacer justicia.
Mis padres se comunicaron con los padres de Taz y los pusieron al tanto sobre la idea de formar pareja.
¡Ellos aceptaron!
En una reunión de científicos Eyia comunicó el acontecimiento.
Ellos también aceptaron y prometieron que como a toda pareja que sobresale en sus estudios se les dará vivienda y mantenimiento.
Taz y yo quedamos que en diez días se hará la ceremonia que nos unirá en pareja.
Con mucha emoción mi madre me dice, ¡hijo mío ya eres conocido en todas las naciones!
Cuando estés en pareja estarás en la mente de todos.
Madre, lo que no entiendo por qué tanto reconocimiento.
Te explicaré por qué. Ante los grandes científicos Eyia prometió que en poco tiempo tu serías la solución al problema que tiene nuestra medicina.
Hacer de habla parlante a nuestros futuros hijos.
Los científicos aceptaron con una condición, que periódicamente sea evaluada tu salud.
Cosa que lo venimos haciendo desde que salieron de tu Planeta.
A todo eso, súmale lo que aprendiste y le darás a nuestro mundo. ¿Túpac, ahora comprendes por qué tanto reconocimiento?
¡Si madre y sabré recompensarlos!
Los días pasaban y yo seguía estudiando y practicando cada vez más.
Todos los sentidos guardados en la memoria iban a mi mente y la mente cumplía con el sentido deseado.
Viajé pasado, presente y futuro.
Lo que veía mi visión se grababa en imágenes como comprobante que mi madre y maestra evaluaba.
Y llegó el día, hoy Taz y yo no uniríamos en pareja.
También hoy cumplía dieciocho años, años de dos mundos. Haciendo cálculos pensé, hoy en el Planeta Tierra tendría ciento ocho años.
¿No sé si hubiera sobrevivido?
Eyia me vio muy pensativo.
¿Tienes algún problema Túpac?
¡No padre!
¡Solo que estoy ansioso por estar con Taz!
Llegó la hora de la reunión y llegaron todos mis amigos.
Mis padres y los padres de Taz estaban juntos.
¡Taz más linda que nunca!
Me saluda como de costumbre, solo que con más cariño y afecto.
En ese momento sentí que esos dos sentimientos eran más fuertes.
Había alguien que yo no conocía.
Vestía igual que todos los científicos.
Mi amigo Ronán me lo presenta. ¡Túpac te presento a uno de los mejores científicos del espacio, profesor Kiané!
El será tu maestro.
Antes que yo pudiera decir algo Ronán sigue, él fue el maestro de todos nosotros.
Con una sonrisa lo saludé como lo hacen los amigos, mano izquierda en su hombro derecho y un perfecto mensaje de mente a mente, ¡es un honor conocerlo! ¡El dijo e hizo lo mismo!
Estábamos reunidos en el salón y empieza la ceremonia.
Se trataba de un acto muy sencillo.
La madre de Taz entregaba a su hija a Kus, como su segunda madre.
Mi padre me entregaba al padre de Taz, como mi segundo padre.
Y para terminar la ceremonia, las palabras del maestro y científico Kiané se hicieron oír en el cerebro de todos
Queridos Túpac y Taz y a los amigos aquí reunidos les tenemos una buena sorpresa.
Esta sencilla pero gran reunión se está grabando en vivo y en directo a todo el mundo Zampho y señaló varias cámaras de imágenes en el salón.
Este acontecimiento no debía pasar inadvertido y que todos vieran cómo se daba paso a una nueva especie mezcla de dos mundos.
¡Gracias Túpac, gracias Taz!
Y por último me pidió que dirigiera unas palabras al mundo, pero con voz parlante.
Así lo hice, mi voz empezó a sonar en los parlantes con mucha emoción.
Ahora oían lo que decía en perfecto idioma Zampho.
No eran escritos lo que les informaban los acontecimientos.
Les explique que yo era el más agradecido por todo lo que este mundo me estaba dando.
Prometí que jamás los defraudaría y le daría a este mundo lo mejor que pueda darle.
Después tomé a Taz como lo hacen todas las parejas, mano izquierda a su hombro derecho, mientras la mano derecha acariciaba su mejilla.
Ella hacía lo mismo con mucho cariño y afecto.
Todo sucedió por mucho rato frente a las cámaras.
Arion se acercó a nosotros con palabras que decía la felicidad que sentían todos.
Nos entrega el control que abriría las puertas de nuestra vivienda.
Las viviendas que se les entregan a todos los alumnos adelantados que forman parejas.
Y comenzamos una unión que jamás se iría a romper entre Taz y yo.
¡Como dijo mi madre, por toda la vida!
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Juaquín, amigo Juaquín, otra vez la voz de Túpac me trae a la realidad.
Y no le pregunté como lo hacía.
¿Sería que me estaba acostumbrando a vivir su Historia?
Amigo Juaquín, mañana será la última vez que no veamos en persona y terminaré mi Historia. Una Historia que quedará grabada en su memoria para siempre.
¿Túpac, como sabe que nunca la olvidaré?
¡Juaquín dije que quedará grabada!
Si la mente no puede sacar información de su memoria es otra cosa.
Cuando mente y memoria no quieren cambiar información, la especie humana le llama olvido.
Nuestra especie le llama falta de concentración y atención.
Otra vez me dice hasta mañana y se va lentamente.
Yo quedé un rato más tratando de entender lo que me estaba pasando.
Cuando me contaba sentía como que dejaba la plaza y viajaba en su Historia.
Seguía sin entender.
Me fui a mi casa.
Puse el canal de noticias para enterarme qué seguía pasando con España y la Cúpula del terror.
La última noticia era que la explosión haría una abertura en una zona ya evacuada.
Estaba programada para dentro de cuarenta y ocho horas.
Pero si yo les digo que no me preocupaba nada de lo que estaba pasando con España y la Cúpula, no lo creerían.
En lo que más pensaba, era en mi amigo Túpac y su Historia.
No había en el mundo Zampho hombre más inteligente, con un poder mental capaz de hacer viajar su visión a una velocidad tan rápida como la de la Luz a distancias que solo se encuentran en el universo.
¿Qué lo trajo nuevamente a este mundo?
Espero que esta incógnita se revele al terminar su Historia.
Llegó la noche y me fui a dormir pensando en Zampho. Un mundo de paz y tranquilidad donde las palabras guerra, maldad y delincuencia no existen.
Un Planeta de poco ruido y mucho silencio.
Pero ese silencio de voces iba a durar poco, si es que Eyia y sus cálculos estaban bien.
Si su civilización tuviera un Dios, sería el cerebro.
Por qué el cerebro es el creador de la especie más inteligente del universo.
Yo lo aseguro porque lo vi y lo oí todo.
Como dije al principio, soy el testigo invisible.
Al otro día comencé mi rutina desayunando y salí a caminar.
Ya no sentía nada, mi corazón estaba en perfectas condiciones.
En el camino me iba informando en los títulos de los periódicos.
Los titulares no decían nada nuevo.
Todo seguía igual. Llegué a la plaza casi a la hora de siempre.
Mi amigo Túpac se demoró más que de costumbre.
De pronto lo veo venir.
Me dio la impresión de que una estatua de bronce se acercaba caminando.
¡Nuevo día Juaquín!
¡Nuevo día Túpac!
Cap. 10
Se sienta y haciendo unos minutos de silencio, mira hacia el horizonte.
En ese momento se me ocurre pensar que en todas las veces que nos reunimos, el tema de España y la Cúpula nunca lo hablamos.
Deja de mirar el horizonte y me mira a mí.
Otra vez sentí como que sus ojos me miraban desde una ranura.
¡Amigo Juaquín!
Tal vez no hemos hablado de ese tema que mantiene a este mundo desconcertado, porque es más importante que escuche y vea mi Historia.
Yo pensé, tiene razón.
Ellos observan y analizan la vida de otros Planetas.
Sobre este último pensamiento no opinó nada.
Mientras miraba a la gente que pasaba, observaba sus rostros de preocupación.
Todos estarán pensando en que terminará lo de España.
Túpac sale de su silencio.
Amigo Juaquín, sino tiene ninguna pregunta, terminaré con mi Historia.
¡Puede hacerlo Túpac!
Como siempre su voz calmada y firme comienza a contar el final de su Historia.
Mientras él contaba yo iba entrando en un estado de transferencia en la cual se me desapareció la plaza con todo su contenido para entrar en la Historia de su vida.
La despedida cuando partimos a nuestra vivienda fue vista y festejada por todas las naciones de Zampho.
Fui razonando con el tiempo y me di cuenta que para esta especie única en gran parte del universo, yo era la esperanza de un importante cambio en sus vidas.
Volví a repetírmelo, no los defraudaré.
Seguí los estudios con el maestro y científico Kiané.
En un tiempo poco común en los estudiantes de mi edad, yo era el más avanzado.
Mi madre, desde que llegué a su vida, vivía de sorpresa en sorpresa por los resultados de mi estudio.
Ella me pide que con los exámenes de salud ordenados por los grandes científicos me haga un examen de rendimiento cerebral.
Hice todos los análisis y salieron bien.
Fui al laboratorio de mi madre. ¡Nuevo día madre! ¡Nuevo día Túpac!
¿Madre es necesario este examen?
Si Túpac, preciso respuestas y creo que tú me darás una que hará otro cambio en nuestra especie.
Mi madre es una científica extraordinaria.
¡Siempre dijo, atrás de lo bueno está el origen que lo crea!
Estudiando ese origen sacaremos información para ayudar a quienes no tienen ese beneficio de ser buenos en lo que desean aprender.
Con este examen trataré de encontrar la respuesta.
¿Madre lo que quieres saber, es porqué soy inteligente?
¡No Túpac!
Lo que quiero saber es porqué lo que te lleva diez días en aprender a otro estudiante de tu edad le lleva treinta.
¿Madre, será que estudio más?
No Túpac, estudian iguales o más, solo que tu aprendes más rápido.
Tienes algo que te hace analizar con más rapidez que los otros alumnos no lo tienen.
Lo que quiero es encontrar la respuesta.
¿Te gustaría compartir con los jóvenes de Zampho esa diferencia?
¡Madre soy uno de ellos, cómo no compartir!
¡A este mundo le debo lo que soy!
¡Muy bien hijo mío!
Acuéstate en la camilla frene a la pantalla.
Túpac tú mismo podrás ver los resultados.
Me pone en la cabeza un casco con muchas conexiones a un instrumento que estaba sobre la mesa.
Ya había pasado por algo parecido y no me sorprendió nada.
Se iluminó la pantalla y ya aparecían las primeras informaciones.
Cerebro saludable cien por ciento.
Velocidad de impulsos eléctricos seiscientos Kilómetros la hora terrestre.
Capacidad Mental, ciento veinte por ciento.
De pronto mi madre apaga los instrumentos.
Hijo mío, ningún joven de tu edad a pasado del setenta por ciento de Capacidad Mental.
Tampoco hay un científico experimentado que haya pasado el ciento quince por ciento.
La velocidad de los impulsos eléctricos del cerebro de un habitante de nuestro Planeta, no pasa de cuatrocientos treinta y cinco Kilómetros la hora. En tu cerebro, la velocidad de los impulsos eléctricos es de seiscientos Kilómetros la hora. Calculo que el motivo de tu gran inteligencia está basado en los impulsos eléctricos.
¿Madre que los hace más veloces?
¡Investigaremos Túpac!
Pero hay algo que es claro, si sumas velocidad, estudios, prácticas y concentración, el resultado será más inteligencia.
Como siempre sentía las palabras de mi madre en mi cerebro con mucha emoción.
¡Y dije una vez más, madre no los defraudaré!
¡Yo sé que no, hijo mío!
En otro encuentro con mis padres, les pedí que me consiguieran un permiso para anexar otro estudio que me apasionaba.
Eyia me pregunta, ¿que otro estudio?
Quiero saber todo sobre nuestra Estrella Ardiente.
Investigar su potencia, lo bueno y lo malo que produce.
Sobretodo que propiedades tiene que no conocemos.
Dice mi madre, hijo eso no precisa permiso.
Solo tienes que pedirle al maestro Kiané que agregue al estudio del universo, lecciones sobre nuestra Estrella Ardiente.
¡Así lo haré padres míos!
Fue pasando el tiempo, yo más estudiaba porque más quería saber.
En la teoría el maestro Kiané.
En la práctica mis amigos.
Con ellos hacía los viajes de reconocimiento y evaluación de los Planetas.
Las prácticas y concentraciones para mantener todos mis sentidos más eficaces, eran de todos los días.
Mi mente se había hecho tan poderosa, que hacía viajar mi visión a lugares que nadie había podido llegar.
Mis sentidos se agudizaban cada vez más.
Las naves exploradora que giraban sobre los Planetas del Sistema Solar donde se encontraba mi mundo de origen, La Tierra, seguían mandando información de los seres humanos y sus culturas.
Las informaciones que se recibían eran evaluadas por mí.
Determinando que el ser humano basaba su evolución en las guerras, invasión y la conquista de otros territorios, matando o tomando como esclavos a los vencidos.
Única especie inteligente que se mata entre sí.
En la Tierra han pasado muchos años desde que me fui, los seres humanos evolucionaron sin aprender nada.
Mi padre me incorporó a los investigadores del Centro Espacial.
Me aceptaron y de inmediato hice un pedido.
Precisaba una nave de investigación.
Me la concedieron con todo el instrumental.
Taz, también se interesó en estudiar la Estrella Ardiente. Hice muchos viajes al exterior de Planeta. Giré en su órbita llevando toda clase de instrumento de medición. Quería saber con exactitud los componentes de esa fuente de energía tan poderosa.
Si el Planeta podía recibir una potencia que en el exterior mataba toda clase de vida y en el interior la creaba, significaba que esa fuente de energía podía ser dominada hasta encontrar todas sus propiedades desconocidas.
En el interior del Planeta una de las propiedades más importantes que le dio esta potencia, es la creación de electricidad al aire, sin conductores.
El Planeta tiene un sistema de protección natural que puede filtrar las fuerzas electromagnéticas de los rayos que emanan de la Estrella y así formar otra fuente de energía con menos potencia.
Esta energía es la que da vida y es creadora de todas las tecnologías. Yo me dedicaré a investigar la primera fuente de energía, la del exterior del Planeta.
Sacarle todas las propiedades y beneficios para el bien de nuestro mundo.
Para salir del Planeta tenía que ir hasta el Centro Espacial.
Cada vez que lo hacía, el recorrido de los dos mil Kilómetros desde mi ciudad, eran inevitables.
Intercalaba los estudios con el profesor Kiané, las prácticas y concentración de mis sentidos, los viajes de evaluación con mis amigos y la investigación de la Estrella.
Taz me acompañaba en algunos viajes tomando notas, haciendo fórmulas y aportando ideas.
En uno de los viajes fui solo.
Al volver tuve la sorpresa más agradable de mi vida.
¡Nuevo día Taz!
¡Nuevo día Túpac!
Taz me esperaba para darme la noticia.
¡Estoy gestando un hijo Túpac!
Pasando por alto las emociones tradicionales que demostraban afecto y cariño, la tomé en brazos desde la cintura y la levanté.
Entre lágrimas y risas la felicidad que sentíamos era difícil de igualar.
La noticia llegó a mis padres, a los padres de Taz y a todos mis amigos.
Todos la recibieron, pero quien más festejó fue mi padre.
¡Se le estaba cumpliendo lo que el predestinó!
Cuando la noticia recorrió el mundo, nuestros nombres surgieron nuevamente como los creadores de la raza parlante.
Aclamaban por nosotros como los padres de una nueva especie.
Los señores de la información seguían a Taz a todos lados.
Las cámaras de las noticias la enfocaban en todo momento grabando sus movimientos. Ella aparecía en todas las informaciones.
Este seguimiento iba a durar ciento cincuenta días y sus noches.
Duración de la gestación de nuestro hijo.
(Tiempo en el Planeta Tierra, doscientos setenta días aproximados o nueve meses)
Mi visión viajó varias veces para ver el origen de mi vida.
Me vi en el vientre de mi madre biológica durante mi gestación y desde mi origen la sentía cantar.
Canción que mi memoria no estaba entrenada para retener.
Hoy gracias a mis prácticas y concentraciones, la canción sale desde el fondo de mi memoria.
Mi madre Inca sentada en el suelo con las piernas cruzadas tejía una tela y se acompañaba cantando.
Bien dijo Etón, todo estará en tu memoria y en la oportunidad que precises recordar, recordarás.
Y desde mi visión, me veo en su vientre escuchando la canción.
Mi niño que va a nacer.
Traerá paz a los <Suyos>
La selva y sus criaturas.
Serán los hermanos tuyos.
<Inti y Quilla> serán.
Los que cuidarán tu vida.
Los animalitos del Bosque.
Te darán sabiduría.
Los Incas grandes señores.
Te pedirán consejo.
Las ideas que les darás.
Las traerás desde muy lejos.
Mi niño que va a nacer.
Traerá paz a los <Suyos>...
El tiempo pasaba y Taz se cuidaba mucho.
Era controlada por médicos científicos todos los días.
Querían que ese ser que iba a nacer, único en este mundo naciera sin ninguna complicación.
Yo seguía estudiando y viajando al exterior del Planeta.
Investigaba y tomaba nota de todo lo que descubría haciendo un informe para que Taz analizara.
Esta Estrella Ardiente que existía desde el inicio del universo, permanentemente producía explosiones desde su interior provocando en sus exterior grandes llamaradas.
Llevabas altas temperaturas a todos los Planetas que giraban en su órbita.
Esa gran fuente de energía trae a nuestro Planeta temperaturas muy altas que oscilan entre cuatrocientos y quinientos grados en el exterior.
Estas temperaturas altas entre otros elementos traen poderosos rayos, Ultravioleta y Gamma rodeados por un gran campo Electromagnético.
(Por estos nombres se conocerán en el Planeta Tierra)
Solo estos tres componentes forman una fuente de energía que solamente el campo magnético y el sistema de protección natural del Planeta pueden reducir.
La potente fuerza de protección y de gravedad deja pasar parte de esa temperatura tolerante para la vida.
Mi idea era alejarme hacia la Estrella Ardiente e investigar y sacar de esa fuente de energía los mejores beneficios.
Estaba seguro que los había y eran desconocidos.
Taz, seguía gestando nuestro hijo.
Era tanto el cariño que sentían, que le llegaban regalos para ella y su hijo por nacer de poblaciones muy lejanas.
Yo seguía estudiando y practicando con todos los sentidos.
Mi sentido de traslación era con el que más practicaba.
Mi mente con gran concentración hacía viajar mi visión a lugares que solamente yo conocería.
Todo era grabado en imágenes para que mi madre analizara.
Algún día, cuando otros conozcan esos lugares personalmente, estas imágenes probarían que mi visión estuvo antes.
Le dije a Taz que no saldría al espacio hasta después del nacimiento de nuestro hijo.
Ella estuvo de acuerdo.
Este tiempo lo emplearíamos en estudiar, analizar y sacar conclusiones de toda la información que traje sobre esta gran fuente de energía de la Estrella Ardiente.
Energía que ataca con fuerza mortal al Planeta y al mismo tiempo crea vida en él.
Mi madre que permanentemente estudiaba mi cerebro, descubre qué hacen que los impulsos eléctricos viajen a más velocidad de lo normal.
Descubrió que lo provocaba la Hormona.
Hormona, sustancia que segregan las glándulas que regulan gran parte de los mecanismos metabólicos. La ansiedad por saber producía en mi, más actividad en la sustancia, provocando rapidez extra en los impulsos eléctricos.
El aumento de la Hormona entra en actividad cuando mi mente alimenta la memoria.
Era la suma de todo, más estudiaba más alimentaba mi memoria y más velocidad en los impulsos eléctricos.
El resultado era entender con más rapidez.
Y recordé la frase de mis amigos.
¡A más velocidad menos tiempo!
Mi madre y científica descubría cual era la razón de aprender más rápido.
El estudio de mi cerebro y el resultado fueron presentados por mi madre a los científicos de la Medicina.
Enseguida crearon una sustancia que suplantaba a la hormona faltante en el momento de estudiar.
Llevó tiempo, pero la sustancia se les aplicó primero a los estudiante y después al que quería ser más eficaz en lo que hacía.
Fue un logro extraordinario que mi madre aportaba a su mundo.
Una vez más el mundo agradecía a esa invaluable científica.
Yo seguía estudiando con el profesor Kiané.
No perdía ninguna información que venía de las naves observadoras que viajaban en el Sistema Solar en donde el Planeta Tierra pertenecía.
Estaba al tanto de todo lo que pasaba en este Planeta de mi nacimiento.
¡Veía tristemente como evolucionaba!
Los días pasaban, Taz y yo seguíamos trabajando en los informes de los descubrimientos traídos del espacio.
Haciendo cálculos y fórmulas, en teoría ya teníamos un proyecto de cómo aislar esa fuente de energía con los poderosos rayos.
Sobre todo como manejarla a nuestra voluntad.
Teóricamente lo teníamos solucionado.
Faltaba llevar las ideas a la práctica.
En poco tiempo lo sabríamos.
Los días pasaron.
Los informadores con sus cámaras de imágenes seguían a Taz en todos sus movimientos.
Querían saber cómo se sentía, que iba hacer en el día y que proyectos tenía para el futuro.
Ella contestaba todas las preguntas y sus respuestas recorrían el mundo.
La pregunta más frecuente.
¿Es niña o niño?
Ella contestaba siempre igual.
¡No importa que es, lo que importa es que adentro de mi llevo un hijo.
El poco tiempo que faltaba pasó y llegó el día.
Yo estaba con mis estudios y Taz se acerca.
¡Túpac llegó el momento!
Inmediatamente la subí a mi vehículo y la llevé a la Clínica del Nacimiento.
Los informadores y sus cámaras de imágenes nos seguían de cerca.
No querían perderse el acontecimiento.
Querían todos tener el privilegio de dar la noticia más esperada en el mundo Zampho.
La noticia se difundió de inmediato.
Enseguida llegaron mis padres, los padres de Taz y todos mis amigos.
A pesar del gran silencio yo oía las voces en mi cerebro.
Todo era alegría, pero la sonrisa de más satisfacción era la de mi padre.
¡Se seguía cumpliendo lo que había prometido a los grandes científico!
Sabía del futuro que me esperaba.
Taz y yo nunca supimos lo que íbamos a tener, niña o niño pero teníamos los nombres para los dos.
Niká o Cápac, este en honor a un guerrero Inca. Los informadores de todo el mundo registraban con sus cámaras las imágenes de todo lo que pasaba.
Informaban en vivo y en directo.
Las grandes pantallas de información que existían en todas las ciudades pasaban lo que estaba sucediendo.
Se me acerca el médico del nacimiento.
¡Túpac quiero que seas el primero en ver a tu hija!
¡Y se aclararon las dudas, es niña!
Me indica mirar por una ventana, justo en el momento que nacía mi hija.
Los informadores con sus cámaras en avalancha llegaron hasta donde estaba yo y tomaron imágenes del nacimiento.
En ese momento el medico tomaba a Niká de las piernitas, la ponía cabeza abajo y con un pequeño alfiler le pinchaba un pie.
El silencio por unos largos segundos nos colmó de expectativas.
Y Niká, largó un llanto tan sonoro que invadió la sala.
Más que un llanto fue un llamado de atención.
¡Llegué, estoy aquí y soy el futuro!
Taz a través de la ventana me miró y miró a la niña.
La sentí en mi cabeza, ¡es hermosa Túpac!
Con un movimiento asentí.
¡Gracias por darme esta hija pareja mía!
El médico me hizo pasar a la sala y tomando a Niká en brazos la deposita en los míos.
La alegría y la fuerte emoción que sentí, hizo que se activara mi memoria y el recuerdo de mi madre biológica y su canción ocuparon mi mente.
Como ella, que desde el vientre la escuchaba, le empecé a cantar a mi hija la canción.
El sentimiento y la ternura que trasmitía con mi canto, usando el idioma Quechua hicieron que Niká sintiera la conexión de padre a hija.
Yo cantaba y ella se dormía.
Los informadores seguían mandando imágenes y sonido a todas las naciones.
Por muchos años padres y madres hicieron dormir a sus pequeños hijos con la misma canción de mente a mente.
Era el nacimiento de una nueva generación, la parlante.
La alegría se extendió a todos los habitantes del Planeta.
Los grandes científicos gobernadores decidieron que se tomaran tres días de festejo.
Pero el nombre de Niká quedó grabado como la niña de dos mundos.
La vida continuó, Taz siguió con sus estudios hasta que se hizo una científica tan buena como Kus.
Yo seguía con mis experimentos en el espacio exterior.
Viajaba con mis amigos haciendo reconocimientos y evaluaciones de nuevos Planetas.
Las prácticas y concentraciones eran de todos los días.
Cerebro y mente manejaban todos los sentidos a su a voluntad cada vez con más facilidad.
El sentido que más practicaba siguió siendo el de traslación.
Todo lo gravaba en imágenes.
Cuando personalmente conocía el lugar o los hechos, comprobaba que era exactamente como mi visión lo vio.
Dije que en teoría habíamos logrado aislar los poderosos rayos que partían de la Estrella Ardiente.
No fue difícil, porqué ya eran empleados en la fuente de energía que usaban las naves del espacio.
Lo difícil era aliar con el campo magnético del Planeta y su protección natural.
En la práctica lo probaríamos.
Taz hizo las formulas en pequeñas proporciones.
Si al chocar los rayos contra el campo magnético y la fuerza de gravedad del Planeta perdían su poder, sucedería lo contrario si fueran retenidos y aislados.
Aliándolos al campo magnético y a la fuerza de gravedad, se formaría otra fuerza más poderosa que los propios rayos.
Hicimos la combinación, Rayos, Campo Electromagnético, Protección Natural y Fuerza de Gravedad, en esta última teníamos experiencia. Tecnológicamente la producimos o la quitamos.
Y así hicimos una nube invisible que únicamente con instrumentos especiales la detectamos y la movíamos a voluntad.
Faltaba la prueba final, ver que poderosa era.
La nube invisible podría medir cien Kilómetros cuadrados. (Medida terrestre)
A los grandes científicos les pedí dos cosas.
Permiso para hacer la prueba y una nave electroimán, la que se usa para atraer Asteroides cargados de hierro.
Me concedieron las dos cosas.
Viajé al espacio muchas veces hasta reunir los elementos que formarían la nube invisible.
No fue fácil, pero lo hicimos.
La teoría se transformaba en práctica.
Tenía todo pronto, faltaba atraer el Asteroide.
Viajé por el espacio en la nave electroimán.
Su fuerza de atracción podía arrastrar Asteroides hasta de doscientos kilos.
La forma de atraer Asteroides es la siguiente, ubicarlo, calcular su peso y velocidad y si esas dos condiciones coincidían se coloca la nave adelante a la misma velocidad.
El electroimán con su fuerza de atracción lo saca de su curso y lo lleva al curso programado.
Eran tantos, que enseguida avisté uno con las condiciones apropiadas.
Calculé su velocidad.
Cuarenta mil Kilómetros la hora.
Puse mi nave adelante de él a la misma velocidad y a la distancia justa.
Activé el sistema de atracción y aumenté la velocidad de mi nave.
Aumentando la fuerza de atracción lo saqué de su curso.
Después de cumplir con esa maniobra lo dirigí directo a la poderosa nube invisible.
Desconecté el electroimán e hice que la nave alcanzara la velocidad de doscientos mil Kilómetros la hora. Tenía que llegar mucho antes para ajustar el encuentro.
El sistema de vigilancia del Planeta estaba grabando el encuentro.
El mundo miraba asombrado.
Si fallara la prueba, que el Asteroide no chocara con la nube, el mismo terminaría orbitando el Planeta.
No escaparía de su gravedad.
Todo estaba preparado para el impacto, solamente faltaba esperar que el Asteroide llegara. Si todo se diera en la práctica como se planificó en teoría, el impacto produciría una fuerza expansiva que arrasaría todo lo que encontrara en su camino en un radio de mil Kilómetros.
Yo me ubiqué a dos mil Kilómetros de la nube, observando y ajustando el encuentro.
El Telescopio que usaba no me dejaba perder detalles.
Grababa en imagen y sonido todo lo que enfocaba.
En la lejanía, más allá del primer Planeta veo un punto luminoso que se acercaba a gran velocidad.
El Asteroide había retomado la velocidad que perdió durante el desvío provocado por la atracción del electroimán.
En poco tiempo sabríamos el resultado de la prueba.
La llegada del Asteroide se hacía lenta pero segura.
Se estaba poniendo oscuro porque el Planeta tapaba la Estrella Ardiente.
Del lado donde se iba a producir el impacto ya sería oscuro.
Todos los telescopios del mundo estaban dirigidos hacia el lugar que mis instrumentos indicaban.
A la poderosa nube no la veía nadie.
Los resultados, los efectos de la explosión serían vistos por todos.
El Asteroide se acercaba y yo seguía con mis ajustes. ¡Y llegó el momento que se produciría el gran impacto!
¡Lo que se vio, nadie lo olvidará jamás!
El encuentro entre la poderosa nube invisible y el Asteroide, produjo una explosión tan enorme que la maza de piedra, hierro y otros metales se desintegraran totalmente.
Una nube de polvo se disparó hacia atrás y los costados de la nube invisible.
La fuerza de expansión formó un campo de energía que arrasó todo lo que encontró a su paso.
Fue tan grande el impacto que la poderosa nube se retiró miles de metros.
El retiro de la nube se produce por estar en el espacio sin apoyo.
Mientras duró la luminosidad, estuve grabando en imágenes por tres noches la extraordinaria luz brillante que dejó el impacto.
Si bien faltaba mucho para perfeccionar, Taz y yo habíamos creado el sistema de protección más poderoso de nuestro mundo.
Otra vez los nombres de Taz y Túpac recorrían todas las naciones de Zampho.
Niká ya tenía un año, seguía creciendo.
Su inteligencia superaba todos los límites.
Al año hablaba dos idiomas, Zampho y Quechua mi idioma de origen.
Madre e hija eran muy compañeras.
No había una noche que Niká antes de dormirse desde su sala decía fuerte, Mamandúnga (madre te quiero) en una mezcla de Zampho y Quechua.
Y el mensaje mental de su madre le llegaba a la mente de Niká.
¡Yo también, hija mía!
Taz y yo seguíamos estudiando.
Los grandes científicos nos invitaron con todos mis amigos, incluyendo a mis padres y al profesor Kiané, a una reunión donde recibiríamos un premio como los estudiantes más avanzados y la integración definitiva de pertenecer al Centro Espacial.
La reunión se haría en la Sala de Encuentros que se ubicaba en la ciudad de los científicos.
Fuimos a la vivienda de mis padres a consultarlos.
¡Nuevo día, padres!
¡Nuevo día, hijos!
Y Niká nos sorprendió con el saludo.
¡Nuevo día, padres de mi padres!
Ellos le contestaron.
¡Nuevo día Niká, y la levantaron en brazos!
Consultamos con mis padres que hacer con la propuesta de los grandes científicos.
Los dos opinaron que era una buena oportunidad.
Deberían aprovecharla, nos aconsejaron.
Les dijimos que íbamos a estar muy lejos de ellos.
¡Recuerda hijo, la distancia no existe cuando la velocidad acorta el tiempo!
Y tenía razón, eran dos mil Kilómetros pero llegábamos en dos horas.
Taz también estuvo de acuerdo.
Llegó el día, y nos fuimos todos a la Sala de Encuentros en la Ciudad de los Científicos.
Estaban los más reconocidos después de mis padres.
Nos presentaron a todos los que representaban a la mayoría de los científicos del Centro Espacial.
Mi madre nos presentó a sus colegas científicas, una a una.
Silen,.... en medicina.
Airam,.... en armados de naves.
Nilevé,.... especialista en corazón artificial.
Itán,.... especialista en corazón natural.
Airólg,.... especialista en cerebros.
Mi padre nos presentó a sus colegas también.
Orátual,.... especialista en fuentes de
energía
Amnáuj,.... observador de cambios
climáticos.
Otrebla,.... creador de naves espaciales.
Después que mis padres nos presentaron a todos los científicos, los que iban a trabajar con nosotros en el Centro Espacial, nos llevan a presentarnos a los gobernantes más importantes.
Los que nos invitaron a participar a esta reunión.
Allí estaban, y no por ser los más importantes eran distintos.
Se veían igual que mi padre, las mismas vestimentas.
Las mismas formas de ser.
Los tres saludaron a mis padres.
¡Nuevo día Eyia y Kus!
¡Nuevo día, contestaron mis padres a los tres.
Mi padre nos presentó.
Uno de ellos dice, ya los conocemos y nos da gusto su presencia.
El mismo se presenta.
Soy Leba, y mis dos compañeros se llaman Irug y Anúl.
En ese momento se acercan, Arion, Etón y Ronán, saludan a los tres científicos gobernantes que ya conocían.
Ronán traía de la mano a Niká y la presenta.
Ellos casi al mismo tiempo la saludan.
¡Nuevo día, niña del futuro!
Y ella sorprende a todos saludando con voz parlante.
¡Nuevo día, Incas gobernadores! (Inca, señor en Quechua)
Y con sus rostros demostraron la alegría de tenerla en este mundo. Anúl, que por primera vez se dirigía Taz y a mí, nos agradece todos los logros que habíamos tenido para este mundo y en especial por la creación del poderoso Sistema de Protección.
En agradecimiento, toda nuestra sociedad les regala dos cosas, las viviendas para las dos parejas padres e hijos en la Ciudad de los Científicos y el mantenimiento alimentario de por vida.
Irug, se hace cargo de las siguientes palabras, Arion, Etón y Ronán ya no tenemos palabras de agradecimiento.
Ustedes ya pasaron por esta situación y no queda más que agradecerles lo que han hecho con Túpac.
Kus y Eyia, ustedes han sido los creadores de tantos beneficios para nuestras civilizaciones, que este último que han hecho con nuestro futuro científico Túpac Amaru quedará en la historia como quedó Eyia Zampho.
¡Espero que les gusten sus nuevas viviendas!
¡Estamos muy agradecidos, contestaron mis padres con la alegría reflejada en sus rostros!
Taz, Túpac sé que aceptaron ser parte del Centro Espacial.
¡Ya conocen a sus compañeros científicos!
¡Bienvenidos!
Todo lo que oí fue en un silencio profundo, pero lo que sentí parecía que las voces eran sonoras.
De pronto el profesor Kiané se hace oír.
Túpac, háblale al mundo.
Te quieren sentir con tu voz natural.
Otra vez con sorpresa señala las cámaras de imágenes que había en la sala.
¡Y lo hice!
Con voz emocionada empecé a hablar.
Tengo muy poco para decirles, pero mucho por hacer en este mundo.
Ustedes me han dado todo lo que tengo.
Tendría que vivir dos vidas para terminar de agradecer.
Pero eso es imposible.
Así que en esta vida trataré de hacer todo lo que pueda y más, para que me recuerden y seguir viviendo en sus memorias.
Nuevamente doy gracias a todos los que me eligieron para estar donde estoy.
Las cámaras en el exterior hacían un recorrido por las ciudades y demostraban con cuanta alegría escuchaban mi voz sonora.
Después me acerqué al científico Leba y le hice un pedido.
¡Quisiera seguir con mis amigos explorando el espacio!
Lo harás Túpac, sé que es otro de tus estudios.
Todos recibimos felicitaciones de científicos, técnicos y empleados dándonos la bienvenida.
Niká, como siempre era el centro de atención.
Hablaba en Quechua y claro, nadie la entendía.
Pero ella se las ingeniaba para explicar en Zampho lo que quería decir.
Pero lo que más sorprendió en ella, que cuando quería, lo hacía de mente a mente. Por último, nos retiramos agradeciendo a todos la bienvenida.
Llevábamos fecha para volver a nuestra vivienda nueva.
En poco tiempo estábamos viviendo en ella.
Del Centro Espacial me llamaron para avisarme que nos estaban preparando el laboratorio. Las prácticas de todos mis sentidos eran a diario, y seguía dominándolos si ningún esfuerzo. Siempre me llamaban para acompañar a mis amigos a los viajes interplanetarios.
Con Taz, seguimos perfeccionando nuestro Sistema de Protección.
Pero esta vez lo elaborábamos en el espacio interior, con el apoyo sobre la superficie del Planeta.
Los consejos del profesor Kiané fueron muy importantes para el éxito que obtuvimos.
Con el tiempo, esta nube de protección podría cubrir grandes superficies como ciudades, protegiéndolas de invasores de otros mundos o simplemente de Meteoros.
Las felicitaciones de los grandes científicos no llegaban todos los días.
Yo sabía que por más que le diera a este mundo, nunca iba a recompensar lo que hicieron y estaban haciendo por mí.
Pasó otro año y Niká tenía dos.
Los tres estábamos mirando las imágenes que llegaban del Planeta Tierra.
Le dábamos explicaciones a Niká de todo lo que veíamos para que ella conociera cosas y hechos de mi Planeta natal.
De pronto se hizo un silencio y desde su mente Taz no dice, Túpac, Niká estoy gestando otro hijo.
Y nuevamente olvidándonos de las costumbres tradicionales la abrazamos con lágrimas de alegría.
Con el tiempo Taz me dio ocho hijos.
Mis hijos tuvieron hijos, también los hijos de mis hijos.
Todos de habla parlante. Hoy el Planeta Zampho tiene civilizaciones mezclada con seres de habla parlante que va en aumento.
Esta especie tiene lo que quería y yo lo que quise ser, uno de los científicos más reconocido de este extraordinario mundo que me adoptó.
Los sueños de nuestros padres se cumplieron.
Mi padre el de hacer un mundo de habla parlante.
Mi madre, hacer de mi un buen científico.
Los padres de Taz, ver a la científica soñada.
Pero la alegría más grande para ellos, está en los hijos y los hijos de nuestros hijos.
Niká tiene mucho de Kus, mi madre.
Ella también se hizo una buena científica.
Nuestro segundo hijo Cápac, se hizo constructor de viviendas. Presentó al mundo proyectos que impactaron.
Todos basados en la buena circulación del oxígeno.
Está haciendo de su vida todo un éxito.
El resto de mis hijos también estudian para hacer este mundo mejor.
Últimamente mi hija Niká y yo estamos trabajando en un proyecto de traslación de la materia.
Fue un éxito mandando objetos a lugares muy lejanos.
Hoy estamos experimentando con seres vivos, insectos y animales también con mucho éxito.
En un futuro no muy lejano, generaciones del mundo Zampho viajarán a distancias inimaginables a una velocidad más rápida que la Luz con este Sistema de Traslación.
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¡Juaquín, amigo Juaquín!
Y otra vez, como salido de un letargo vuelvo a la realidad.
Si Túpac, le oigo.
¿Amigo mío, vio y vivió mi Historia?
¡Nuevamente lo vi y lo oí todo!
¡Estoy seguro que no fue un sueño!
Túpac, usted quedó que cuando terminara su Historia me explicaría por qué aparezco en ella participando.
Y si tiene algo que ver con la Cúpula en España.
Lo voy hacer Juaquín.
¿Usted habrá notado que algunas veces me quedo como pensando?
¡Si Túpac lo noté!
Lo que usted vio nosotros le llamamos concentración. Yo me concentro y mi mente manda una señal a su mente.
Usted pierde la capacidad de ver y sentir el presente.
El presente no debe existir por que se mezclaría con el pasado, con la Historia.
La señal de mi mente es lo único que recibe su mente.
Mi memoria se activa y mis recuerdos viajan en la señal alimentando su mente y memoria.
Es así como se reflejan las imágenes y sonido que usted recibe.
Por eso pudo ver, oír y estar en mi Historia.
Parece un juego de palabras, pero es así.
Es nuestra forma de contar el pasado.
Trate de entender y entenderá, por qué estuvo viviendo la Historia.
¡Y créalo, usted oyó y lo vio todo!¡
¡De eso no le quede la menor duda!
También me pregunta si yo tuve que ver con la Cúpula en España.
!Si, Juaquín!
¿Túpac usted me está reconociendo que es culpable de ese crimen?
Amigo Juaquín, yo no he cometido ningún crimen, por lo tanto no lo vea así.
Me lo dijo con una sonrisa.
Amigo mío, crimen fue lo que esta nación cometió.
Más que un crimen, fue el peor genocidio en la Historia de la humanidad hace quinientos años, pero cincuenta para mí.
Amigo Juaquín, no me odie todavía.
Cuando yo termine esta misión seremos más amigos que hoy.
¡Túpac, amigo estoy confundido! Si usted viene de un mundo en donde no se conocen ataques con violencias, maldad ni armamentos.
¿Por qué emplea el modo agresivo de la Cúpula?
La Cúpula, como usted dice Juaquín, no es más que un Sistema de Protección que en este momento se está usando como recordatorio para una nación que olvidó.
Juaquín, no sabe la alegría que siento el haber compartido mi Historia con usted, con otro terráqueo.
¡Lo necesitaba!
Este día puede ser el último que nos veamos en persona, pero como le dije espere a que termine mi misión.
Nos paramos como para despedirnos.
Él pone su mano izquierda sobre mi hombro derecho, con una sonrisa.
Yo hice lo mismo y le dije Túpac, es un gusto ser su amigo. El sigue sonriendo y como respondiendo a mi última frase comenta.
Juaquín, mañana a las dieciocho horas y seis minutos encienda su pantalla y se aclararán las dudas que le queden.
Aprieta su mano izquierda sobre mi hombro y sentí como una transmisión de energía a mi cuerpo.
Le contesté que lo haría, encendería mi pantalla a la hora justa.
Le di un fuerte abrazo y le pedí que se lo transmitiera a toda su familia.
Como siempre se aleja lentamente.
Yo no sé si fue que me impactó su Historia, o que estaba perdiendo un buen amigo.
¡Lo que se, es que me dolió su partida!
Las horas que faltaban hasta mañana a las dieciocho fueron interminables.
Después de mucha ansiedad llegó la hora.
Encendí mi televisor y ocurrió algo inesperado, no tenía señal de audio y video.
¡No podía creer, justo en ese momento mi televisor tenía un desperfecto.
Fue un momento de angustia que solo duró dos minutos.
Tiempo después supe que no era solo mi televisor que quedó sin señales.
El mundo entero se había quedado sin señal de Radio y Televisión.
Pero como dije, fueron dos minutos.
Después vino la sorpresa.
La imagen de Túpac aparecía en pantalla.
¡Medio cuerpo en primer plano!
La camisa color Cobre sin cuello hacía resaltar su piel tostada y su cabello negro.
Sus ojos como lo dije una vez, parecían que miraban por dos rendijas.
Así estuvo por diez largos segundos mirando la cámara.
Como lo había visto y sentido empezó hablar firme y pausadamente.
Este mensaje va dirigido a todos los Terráqueos en diez idiomas.
Soy Túpac Amaru hijo, viajero en el tiempo.
¡Daba la impresión de que un busto de Cobre nos hablaba!
Y continua, hace miles de años terrestres que una especie de otra Galaxia observa y evalúa el comportamiento de la especie humana, especie única en esta parte del universo.
Nunca intervinieron en las costumbres y culturas, siempre observaron y evaluaron hasta hace quinientos años atrás que fui salvado y adoptado por esta especie de otro mundo.
Hoy estoy interviniendo porque también soy Terráqueo y humano.
Quinientos años terrestres significan para mí solo cincuenta años de vida en el espacio.
Estos quinientos años fueron dedicados por mí a estudiar la especie humana entre otros estudios.
Estudios que me llevaron a ser una personalidad en el campo de la investigación y un científico muy reconocido en el mundo que me adoptó.
¡Ya me presenté, ya me conocen!
Ahora les hablaré de los fundamentos que me hicieron volver a este mundo.
Pasando los años mil quinientos yo tenía ocho años.
Era un niño que disfrutaba de mucha libertad, la selva enriquecía mi experiencia.
Los Incas pasábamos por momentos de muchas dificultades provocadas por la naturaleza.
Las montañas se movían, la tierra temblaba y el Océano embravecido levantaba olas de diez metros.
Estos hechos trajeron muchos presagios a la nación Inca. Mucho tiempo después supe que lo que el Inca temía no eran los caprichos de la naturaleza, era algo peor.
¡La maldad de algunos seres humanos!
Yo vi todo lo que pasó mucho después, porque una especie más inteligente que la humana, me rescató de esa barbarie antes que sucediera.
Aparecieron hombres que venían del otro lado de este Planeta.
Eran respaldados por un Dios, y con órdenes de Reyes.
Vestidos con armaduras de metal y armas que mataban a distancia.
Invadieron, mataron, robaron y violaron a niñas y mujeres Incas.
Lo que fue peor es que dejaron a su paso enfermedades que nuestra raza no conocería ni en las peores pesadillas.
Los guerreros Incas perdieron sus vidas defendiendo sus territorios.
Aún los invasores siendo muy superiores en armas y protección, sufrieron grandes bajas.
Los guerreros como mi padre lucharon años contra la invasión.
¡Yo digo invasión, por qué no se puede decir descubrimiento a lo que ya está descubierto!
No se puede invadir lo que ya tiene dueño.
Hoy ese Dios que los amparaba existe en la mente de los herederos de los invasores.
Yo no creo en Dioses, pero si creyera, tendría que pensar en este Dios participó en el peor genocidio desde que existe la humanidad.
También existen Reyes en la nación que nos invadió.
Para que la Historia sea más vergonzosa a los territorios invadidos le llamaron América, en honor a un invasor.
Las riquezas robadas a los Incas y otras razas, enriqueció a esta nación haciéndola más poderosa.
Hoy me encuentro en este Planeta mi mundo, para hacer un llamado de atención.
Aquellas naciones que se sienten más poderosas, que invaden, matan y roban a países menos armados o pequeños, que lo piensen.
Hay otras formas de lograr paz, y no es con guerras.
Que los científicos y los técnicos busquen otra fuente de energía que no sea el Petróleo, elemento que ha segado la mente de muchos gobiernos. ¡Son inteligentes, no lo olviden!
Usen la inteligencia para un mundo mejor.
¡Cuiden el Planeta!
No ataquen la naturaleza por la necesidad de la madera.
Hay otros elementos que la pueden sustituir y no necesariamente dejar este mundo sin Árboles, sin oxígeno.
No lo sigan maltratando con pruebas nucleares.
Lo que ganarán, que el propio Planeta se revele contra la humanidad provocando catástrofes que cambiarían la geografía muriendo toda clase de vida.
El futuro trágico de este mundo está en ustedes la raza humana.
Por último, les pido a los responsables que devuelvan el poder a sus dueños de origen los territorios situados en el mal llamado, Continente Americano.
Que hablen sus lenguas y usen sus políticas.
Que no influyan en sus culturas y creencias.
No los obliguen a otras ideologías que no sean nada más, que las que ellos creen.
Que ellos elijan las tecnologías.
¡Así tendrán un mundo mejor! La raza humana está a tiempo de ser un buen ejemplo en esta parte del universo.
Espero volver en cien años terrestre y para ese momento a esos territorios se les esté llamando Maya, Azteca o simplemente Continente Inca.
Solo así, tal vez las nuevas generaciones de los antepasados invasores sientan la vergüenza que ellos no sintieron.
Y para terminar, anunciaré que en cinco minutos desaparecerá la Cúpula invisible de la nación española.
La Cúpula es un Sistema de Protección y también es un llamado de atención para esa nación.
Los seguiré observando y analizando.
¡Y su imagen desapareció!
Una pena amarga me invadió al pensar que yo a mi amigo lo había despedido acusándolo de un crimen.
Pero mucho tuvo razón, ¡hoy soy más amigo!
Los programas televisivos volvieron a la normalidad.
La diferencia era que todos trataban el mismo tema, Túpac y la Cúpula.
Las grandes potencias trataron de sacar del aire de varias formas, incluso cortando la electricidad, no pudieron.
¡Yo conocía la causa!
El mundo Zampho dominaba la tecnología de producir energía eléctrica sin cables, al aire.
Durante mucho tiempo el mundo científico trató de entender, cómo la señal había entrado en todos los sistemas de comunicación en diez idiomas.
Las teorías fueron muchas.
Pero el que más cerca estuvo fue el científico que dijo.
Nunca lo entenderemos si no avanzamos tecnológicamente y comenzamos a ser mejores respetándonos entre sí.
Miremos más a la naturaleza y no destruyamos sus creaciones.
No toquemos los pulmones del mundo creadores del oxígeno.
Los comentarios de la gente eran que Túpac tenía derecho y razón, porque era un Inca.
Los que no entendieron el mensaje decían que era una invasión extraterrestre.
A pocos se les ocurrió pensar que podía haber un mundo mejor y que no existieran guerras ni maldad.
Que la ciencia se dedicara únicamente a mejorar la vida.
Nuestras razas nacieron para la conquista.
Para conquistar se precisa ser poderoso, para ser poderoso buen armamento.
¿Cómo hacer para cambiar esas ideas de conquista, matando y robando?
¿Cómo vamos a avanzar con ese criterio?
Soy un hombre con suerte, conocí a Túpac y al mundo Zampho.
Me hice amigo del hombre más poderoso e inteligente del universo.
Túpac Amaru, estará en la mente de todo el mundo.
Esta generación y las venideras pensarán en el hombre que lo puede tener todo y él solo piensa en que todos lo tengan.
Ese es el concepto que le falta a la raza humana para cambiar de criterio. El del hombre del Planeta Tierra que le dio a una especie de otro mundo, un nuevo sentido, el de hablar.
Los años pasaron y forme matrimonio con la mujer que me dio un hijo. A pesar del tiempo nunca pude olvidar el mal momento cuando mi amigo Túpac se despidió y no tuve el valor de disculparme.
Lo había acusado de un crimen.
Cuando lo recordaba me angustiaba.
Una noche mirando las estrellas, la Luna se destacaba grande y brillante.
Recordé cuando Etón le dijo a Túpac.
Emocionado los mensajes llegan muy lejos y más rápidos.
Miré directo a la Luna y muy emocionado mandé el mensaje.
¡Discúlpame Túpac, discúlpame!
Después me quedé calmado y me sentí mejor.
Mi sentido de culpa había desaparecido.
Pasaba el tiempo y el nombre de Túpac seguía siendo motivo de polémicas.
En todas las conversaciones lo ponían como ejemplo.
Una mañana después del desayuno pronto para irme a trabajar, lo que nunca, sentí un sueño que se me cerraban los ojos.
Le dije a mi mujer, me acuesto un ratito más porque se me caen los párpados de sueño.
¡Ella dice, que no se te haga tarde!
Me acosté y se me cerraron los ojos.
Enseguida como si se prendiera una pantalla en mi mente aparece la imagen de Túpac.
Me dice, amigo mío no hay nada que disculpar.
Quiero decirle que ha sido un honor compartir mi Historia con un gran hombre.
Sentí la necesidad de contarle.
Kus, Taz, Niká y yo le mandamos un fuerte abrazo.
Abrazo que se usará en mi planeta como demostración de afecto y cariño.
Ya estamos llegando a Zampho.
¡No deje de comunicarse!
¡Hasta siempre amigo y mucha suerte!
¡Me desperté!
¿Mi mensaje llegó o lo soñé?
Tendría mucho tiempo para pensar y analizar.
¡Esta es la Historia del hombre más poderoso e inteligente del Universo!
¡Y es mi amigo!
Soy el único que conoce su Historia, porqué yo viví su vida, participé en ella.
Lo vi crecer, conocí su familia, amigos y al Planeta que lo adoptó.
También lo vi estudiar día a día hasta que se hizo el científico y mentalista más extraordinario de su Planeta. Viajé con su visión y conocí todo lo que él conoció. Zampho y su civilización son otro buen ejemplo en el Universo.
Ojala que nuestras civilizaciones hayan aprendido que el ser poderoso no es la meta para ser mejor.
Mi amigo Túpac les demostró el poder.
También demostró que el poder no era la solución para razonar.
Han pasado muchos años y lo que pidió mi amigo se está cumpliendo.
En América hombres y mujeres descendientes de los antiguos están gobernando sus territorios.
Los extranjeros que se enriquecían fueron dejando paso a los verdaderos dueños de las tierras.
Las industrias en general están funcionando.
Los que antes los explotaban hoy les compran sus mercaderías.
Las ideologías van cambiando lentamente.
Tal vez en un tiempo no muy lejano estos territorios se llamaran, Continente Inca.
Estoy seguro que mi amigo Túpac Amaru ya lo sabe.
Es una Historia de:
Abel Omar Luttringer
ISBN 978-9974-98-572-8 - Depósito Legal 357.349/11
© 2011 Abel Omar Luttringer. Todos los Derechos Reservados. Prohibida la reproducción sin autorización del autor.
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