La Historia de Juaquín


Ha habido pensadores de todas las épocas que
trataron de erradicar el mal del cerebro Humano.
Nunca lo lograron.

CUENTOS DE HUMOR

Abel Omar Luttringer



FRAGMENTO













Comentario

Cuando hablamos de humor, nos dirigimos a que todas las personas se diviertan y se rían de cuentos o chistes.
Hay programas o personajes que hacen humor ridiculizando a una persona, para que otras se rían.
Los cuentos o chistes de humor, deben hacerse para reírse con la persona, y no de ella.


------------------ Este libro tiene cuatro cuentos de humor.
-------- El primero, se trata de una Mascota que sorprende tanto a sus dueños con su inteligencia, que llegan a admirarlo mucho hasta que…
---------- El segundo, se trata de una persona de edad madura, que sufre de mucho dolor en sus huesos, hasta que un vecino lo convence de que para que se le vayan los dolores...
----------- El tercero, se trata de un deportista, que con la mejor voluntad de hacer el bien, comete un error que...
----------- El cuarto, se trata de Leo y su otro yo o subconsciente.
Los dos pasaron momentos malos y buenos.
En muchas oportunidades Leo no escuchaba a su otro yo cuando le advertía de ciertos hechos que podrían pasar.

Hasta que un día Leo pierde la memoria, y con él su otro yo…

L A M A S C O T A



La familia Lope la formaban solamente la pareja. Tenían diez años de casados y eran tan unidos, que existían todos los gustos y hechos únicamente para ellos.
Tanto es así que después de tantos años de estar juntos se querían más que el primer día.
El matrimonio era joven, no pasaban de los treinta años.
El alto, fuerte y muy trabajador.
Ella, ama de casa muy linda y cumplía con todos los quehaceres del hogar.
El salía todas las mañanas a su trabajo para llegar a la tardecita.
Ella lo extrañaba tanto que no había salido y ya quería que llegara.
¡De esa clase de amor estoy hablando¡
Una sola preocupación tenía el matrimonio, tal vez esa era la causa que los mantenía más unidos que nunca.
Era que desde el primer día de casados querían tener un hijo y no habían podido tener.
Con su problema fueron a muchos médicos y todos coincidieron que los dos eran muy sanos y que podían tener un hijo.
Pasó un año más y ellos eran tan felices como siempre.
El señor Lope una tardecita llega de su trabajo y dice a su amada.
¡Mi amor estos últimos días estuve pensando en que hemos estado buscando tener un hijo y no lo pudimos lograr!
Tu estas muchas horas sola y precisas una compañía mientras yo no estoy.
Ella lo miraba con el cariño de siempre y le dice; ¿adoptar un niño? También lo pensé, afirma el.
Si adoptamos un niño, tenemos que pensar en los problemas de hoy en día.
La escuela, liceo y todos los hábitos malos que se aprenden con algunos compañeros van a poder más que un concejo nuestro.
Y para convencerme que adoptar un niño ¡No!
Pensé que no iba a ser de nuestra sangre.
Entonces me dije; con una Mascota no tendremos esos problemas.
Como que lo comprendió.
¡Una Mascota, pensó! y le contesta, iremos a la casa de Mascotas el sábado que no trabajas y después hablamos. Llegó el día y salieron en busca de una casa de Mascotas.
Los atiende un señor con cara de bueno.
De esos que quieren más a los animales que a un ser humano.
¿Qué se les ofrece?
El señor Lope dice; queremos adoptar una Mascota.
¿Qué nos aconseja?
El vendedor lo mira a el, después a ella y se da cuenta de la falta de un hijo.
¡Tengo lo indicado para ustedes!
El los precisa y ustedes lo precisan.
Salió para el fondo del local y al ratito volvió.
Traía de la mano un monito.
De inmediato les dice; este monito tiene dos meses y lo pueden criar a su manera.
Estos monitos tienen mucha facilidad para aprender.
Un monito ¡No! dice la señora Lope.
Deja que termine de hablar el vendedor.
Responde su esposo.
Mientras el comerciante seguía dando valores al monito, este miraba a la señora y le hacía morisquetas y grandes sonrisas.
Parecía que se daba cuenta que lo querían adoptar. El vendedor para terminar de convencerlos les agrega; voy a sugerirles algo.
Hagan esto, lleven al monito y lo tienen unos días.
Si después no se adaptan o no les gusta tenerlo, se los cambio por otra Mascota.
Los Lope se miraron y dijeron, si es así aceptamos.
Una pregunta más, dice el esposo.
¿De quién era este monito?
El vendedor contesta.
Era de la señora Martínez, una clienta.
Decidió venderlo porque tiene al padre de este monito y tener los dos, era mucho para ella.
El monito le seguía haciendo gracias a la señora Lope, hasta que le sacó una amplia sonrisa.
Bueno; quedamos así, dijo el señor Lope, si en unos días no nos convencemos, hacemos el cambio por otra Mascota. Pagaron, saludando al comerciante y se fueron.
Al llegar al auto el señor Lope le dice a su señora; siéntate en el asiento trasero, porque no sabemos como puede reaccionar el monito adentro del auto.
Así lo hizo la señora.
Sentados los dos atrás, el matrimonio no esperaba lo que iba a pasar.
El monito se sentó en las piernas de la señora. Brindándole una sonrisa grande, acerca su boca a la mejilla de la señora, como dándole un beso y se duerme apretado a su pecho.
Su rostro demostraba la alegría de tener una familia.
El matrimonio no salía de su asombro.
Nunca habían visto en un animal, tanto afecto.
Lo llevaron a su casa y le mostraron lo que iba a ser su hogar.
Ese día comenzaron la crianza y la educación de lo que para ellos, sería casi un niño.
Pasaban los días y la señora Lope, cada vez menos pensaba en devolver a la Mascota.
Limpiaron el fondo del terreno, podaron cuatro Árboles que tenían para dejar que viviera en su habita.
A partir del momento en que lo llevaron, al monito no le faltó nada.
Las bananas, los juegos y la educación eran de todos los días.
El monito demostró una inteligencia fuera de lo normal.
Un día el señor Lope, viendo que al monito le gustaba jugar con una pelota, decidió poner un aro en la rama de un Árbol.
Puso una escalera, subió con martillo, clavos y un aro.
Pero se dio cuenta que no llegaba a la rama.
El monito viendo la situación, trepa con rapidez al Árbol y con señas le hace ver al señor Lope, que el lo hacía.
Le alcanza el martillo el aro y los clavos.
El monito con dos certeros martillazos deja el aro colocado en la rama.
El señor Lope seguía asombrándose.
No podía creer tanta inteligencia en un animal.
Seguía pasando el tiempo, el monito crecía y al mismo tiempo crecían sus responsabilidades.
Le daban una lista de comestibles, una bolsa y el iba al Mercado a hacer las compras.
Con el tiempo la señora Lope se dio cuenta que mientras el esposo trabajaba, era la compañía ideal.
¡Tenía razón mi amor¡ ( se dijo ) el monito es mejor que un hijo.
Siguió creciendo y pasando el tiempo.
El monito no solo ayudaba adentro de la casa, sino que ya trabajaba en el jardín, limpiaba el terreno y hasta había aprendido algo de matemática y lectura.
No hablaba, pero hacía lo que la palabra escrita decía.
Y así creció y se hizo grande, casi tanto como el señor Lope.
Una mañana, como siempre, el señor Lope se levantó temprano para ir a trabajar
Sale de su dormitorio entra a la cocina y no da crédito a lo que ve.
El tacho de la basura desparramado por todo el piso.
Las válvulas del agua abiertas inundando el piso.
El señor Lope se pregunta.
¿Habrán entrado ladrones?
¿Y cómo no sentimos nada?
Llama a su señora y al mono, que ya no era el monito, era grande y fuerte.
A los dos les pregunta.
¿Saben que pasó acá?
Al mismo tiempo contestaron ¡No! El mono moviendo la cabeza.
Mono y señora se dedicaron a limpiar.
El señor Lope se fue a su trabajo.
Al anochecer llega y habla con su mujer de lo que había pasado en la noche.
Sabes que, tengo el presentimiento que va a volver a suceder.
Esta noche me quedo a vigilar.
Así lo hizo.
Se quedó despierto casi toda la noche.
A las cuatro de la mañana sintió un ruido.
Sale despacito de su dormitorio hacia la cocina.
Lo que ve lo deja congelado.
No podía creer lo que estaba viendo.
Era el mono, que nuevamente había desparramado toda la basura y estaba abriendo las válvulas de agua. El señor Lope indignado le grita.
¿Qué estás haciendo?
El mono se da vuelta, lo mira sorprendido y desafiante a la vez.
Reitera la pregunta.
¿Qué estás haciendo mono de porquería?
¿Con esto pagas la educación que te dimos?
¡Sos una basura!
El mono lo mira con cara de odio y para sorprender más al señor Lope, el mono habla.
¡Queremos que te vayas!...
¡Qué, aprendiste a hablar y no dijiste nada!
Sos peor que la basura que derramaste.
Eso de queremos que te vayas.
¿Que significa?
El mono vuelve hablar.
¡Si! no te queremos acá y menos ahora que vas a ser padre...abuelo.
O lo que vayas a ser.
Al hombre se le nublaron los ojos y fugazmente.
Recordó lo que le dijo el vendedor de Mascotas.
Que la señora Martínez se quedaba con el padre y vendía al hijo.
¡Que no podía con los dos!
Ya con los ojos inyectados en sangre, salta sobre el mono y se trenzan en una lucha feroz. Hombre y mono pasaron a ser dos animales.
Peleándose, Matándose.
¡Aunque parezca mentira, se peleaban por una M U J E R!
QUERIDO LECTOR PONGALE EL FINAL QUE QUIERA.....















Es una Historia de:
Abel Omar Luttringer

© 2011 Abel Omar Luttringer. Todos los Derechos Reservados. Prohibida la reproducción sin autorización del autor.

El Autor

Biografía: Desde muy jóven me hice cantautor. Musicalicé todas las letras creadas por mí. Con los años entré en el mundo de los cuentos, historias y novelas haciendo de ello la etapa final de mis escrituras. Hice varios libros y los seguiré haciendo. Este que les he presentado es la parte primera de dos. "La historia de Juaquín" se trata de hechos verdaderos mezclados con ciencia ficción. Un impactante relato hace que el lector sea partícipe, un personaje más de la história.
¡Léala!
P.D.: Todos los datos de ciencia provienen de los propios científicos.

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